Las consecuencias de la ¡°higi¨¦nica¡± y ¡°encubierta¡± muerte por covid
Dos investigaciones se?alan que cada fallecimiento afecta a una media de nueve familiares directos que generan una nueva ola de desaf¨ªos para la salud de la poblaci¨®n: ¡°la epidemia silenciosa del dolor¡±
Los muertos por covid se han convertido en un n¨²mero m¨¢s. Sus cifras, sin im¨¢genes y sin referencias vitales, acompa?an cada d¨ªa a las de contagiados, hospitalizados, ingresados en las UCI y vacunados. Es lo que el antrop¨®logo Alberto del Campo, de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, califica como ¡°muerte higi¨¦nica¡±, que, entre otras cosas, seg¨²n dice ¡°esconde el terror y el sufrimiento de los que han fallecido solos¡±. Pero esas defunciones tienen consecuencias, m¨¢s all¨¢ del ¨®bito. Dos estudios diferentes, uno de la Univ...
Los muertos por covid se han convertido en un n¨²mero m¨¢s. Sus cifras, sin im¨¢genes y sin referencias vitales, acompa?an cada d¨ªa a las de contagiados, hospitalizados, ingresados en las UCI y vacunados. Es lo que el antrop¨®logo Alberto del Campo, de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, califica como ¡°muerte higi¨¦nica¡±, que, entre otras cosas, seg¨²n dice ¡°esconde el terror y el sufrimiento de los que han fallecido solos¡±. Pero esas defunciones tienen consecuencias, m¨¢s all¨¢ del ¨®bito. Dos estudios diferentes, uno de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y otro de la Pennsylvania State University (EE UU), coinciden en calcular que, por cada v¨ªctima mortal por covid, hay un impacto directo en nueve familiares cercanos (abuelos, padres, hermanos, parejas o hijos), que son parte de una crisis sanitaria, social y econ¨®mica m¨¢s amplia que la atribuida directamente al coronavirus. Seg¨²n la conclusi¨®n del estudio americano, publicado en PNAS, ¡°podr¨ªan conducir indirectamente a una mayor mortalidad debido a causas no relacionadas con la pandemia: agravamiento de condiciones cr¨®nicas no tratadas, abuso de alcohol, autolesi¨®n, violencia dom¨¦stica y otros factores¡±.
Para el antrop¨®logo sevillano, ¡°la higienizaci¨®n de la muerte no es una estrategia inocente, como tampoco lo es c¨®mo el poder intenta camuflar la calamidad de la pandemia como si se tratara de una cat¨¢strofe natural. Si se presenta como inevitable, no hay responsables¡±.
La higienizaci¨®n de la muerte no es una estrategia inocente, como tampoco lo es c¨®mo el poder intenta camuflar la calamidad de la pandemia como si se tratara de una cat¨¢strofe natural. Si se presenta como inevitable, no hay responsablesAlberto del Campo, antrop¨®logo de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Del Campo ha recogido en Pensar la pandemia (Dykinson, 2021), una docena de trabajos sobre los efectos de la covid m¨¢s all¨¢ de la sanidad y la econom¨ªa. En uno de estos estudios, Alejandro Gonz¨¢lez Jim¨¦nez-Pe?a, especializado en filosof¨ªa de la muerte, a?ade una raz¨®n antropol¨®gica m¨¢s para este camuflaje del ¨®bito: ¡°La muerte fue anta?o silenciada, fue tab¨² ayer, antes de la pandemia, y podr¨ªa seguir dici¨¦ndose que lo es hoy d¨ªa, a pesar de la pandemia¡±.
Gonz¨¢lez relata c¨®mo la ¡°muerte cotidiana¡±, la previa a la pandemia, se hab¨ªa convertido en ¡°muerte olvidada, escondida, alejada, como asunto de otros¡±: ¡°Antes de que la covid irrumpiera en nuestras vidas, nadie se sentaba en un bar al anochecer y, a la par que beb¨ªa una cerveza, hablaba y cavilaba sobre la muerte (¡); nadie le explicaba a un ni?o qu¨¦ era. Y nadie hac¨ªa eso porque era sentida como algo reservado para el futuro¡±.
En la sociedad encubridora del ¨®bito, irrumpe la muerte pand¨¦mica, agresiva, arrolladora, que ya no solo concierne a los dem¨¢s sino a m¨ª. Sin embargo, nos empe?amos en seguir ocult¨¢ndolaAlejandro Gonz¨¢lez Jim¨¦nez-Pe?a, especialista en filosof¨ªa de la muerte
En esa sociedad, que el fil¨®sofo formado en las universidades de Sevilla y M¨¢laga califica de ¡°encubridora del ¨®bito¡±, ¡°irrumpe la muerte pand¨¦mica, agresiva, arrolladora, que ya no solo concierne a los dem¨¢s sino a m¨ª¡±. Sin embargo, a?ade: ¡°A pesar de que ha vuelto a nuestras vidas, nos empe?amos en seguir ocult¨¢ndola¡±.
Pero esa ocultaci¨®n, premeditada, seg¨²n Del Campo, y tambi¨¦n sociol¨®gica, de acuerdo con Gonz¨¢lez, enmascara una realidad que hay que afrontar. Si, como concluye el trabajo de la Universidad de Pensilvania el impacto de cada fallecimiento se extiende a nueve familiares directos, los m¨¢s de 77.000 muertos por coronavirus registrados en Espa?a han dejado unas 700.000 v¨ªctimas m¨¢s que, seg¨²n el estudio, ¡°crean una nueva ola de desaf¨ªos para la salud de la poblaci¨®n¡±. Si se tiene en cuenta el exceso de fallecimientos del a?o aunque no se hayan atribuido directamente a la covid, la cifra de muertes sube a m¨¢s de 90.000, lo que eleva hasta m¨¢s 800.000 la cifra de afectados. En el mundo, los m¨¢s de tres millones de fallecidos suponen m¨¢s de 27 millones de afectados.
Los estudios cient¨ªficos demuestran que, ¡°despu¨¦s de experimentar la muerte de una relaci¨®n cercana, los individuos corren un riesgo elevado de sufrir una serie de factores de estr¨¦s negativos para el curso de la vida y una salud m¨¢s pobre¡±. El trabajo se?ala desde fracaso escolar, rupturas sentimentales y p¨¦rdidas de apoyo econ¨®mico y social hasta efectos psicol¨®gicos. ¡°Las investigaciones futuras deben tener cuidado de incluir el duelo familiar como un posible antecedente de resultados adversos en m¨²ltiples ¨¢mbitos y etapas de la vida¡±, concluye el estudio.
Todas las muertes tienen efecto en los familiares directos. Pero en las causadas por el coronavirus, es singular y mayor
Todas las muertes tienen efecto en los familiares directos. Pero en las causadas por el coronavirus, el impacto es singular y mayor. Entre las causas de la especial incidencia de las muertes por covid, seg¨²n el estudio, se destaca que estas son ¡°repentinas e imprevistas¡± frente a otras causadas por dolencias m¨¢s prolongadas. No se cuenta con un apoyo familiar y social amplio por las medidas de confinamiento y el ritual tras la muerte se ve afectado por la restricci¨®n de aforos en los sepelios.
La cifra de impacto coincide con otra recientemente publicada por investigadores de la Universidad de Cambridge en Bristish Medical Journal (BMJ). Este estudio se?ala como v¨ªctimas colaterales, en especial, a ¡°aquellos que han tenido que hacer frente a muertes s¨²bitas, inesperadas o en unidades de cuidados intensivos, donde sus seres queridos han sufrido s¨ªntomas graves, incluyendo dificultad para respirar y agitaci¨®n al final de la vida¡±. ¡°Puede haber una epidemia silenciosa del dolor que a¨²n no hemos captado¡±, admiti¨® un doctor de medicina paliativa a los investigadores.
¡°Puede haber una epidemia silenciosa de dolor que a¨²n no hemos captado¡±, admiti¨® un doctor de Medicina Paliativa a los investigadores de la Universidad de Cambridge
El estudio tambi¨¦n coincide en que ¡°las medidas de distanciamiento social han dejado a algunos morir solos¡±, y se?ala que ¡°todos estos factores significan que los riesgos por duelos complicados se han vuelto m¨¢s altos durante la pandemia¡±.
Seg¨²n la investigaci¨®n, las f¨®rmulas de apoyo a trav¨¦s del tel¨¦fono o videoconferencias han sido ¡°una espada de doble filo¡±. Por un lado, aument¨® algunas oportunidades de apoyo al duelo a las que los ni?os y j¨®venes fueron m¨¢s receptivos. Sin embargo, los responsables de cuidados paliativos las consideraron ¡°agotadoras¡± y de ¡°dif¨ªcil manejo¡±.
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