En la mente de quienes creen en lo paranormal
Tener tendencia a encontrar patrones en lo aleatorio, mayor ilusi¨®n de causa-efecto y un razonamiento m¨¢s intuitivo son los principales mecanismos psicol¨®gicos de este tipo de pensamiento
Lo ¡°paranormal¡± generalmente se refiere a fen¨®menos como las apariciones, la clarividencia y otros comportamientos que contradicen los principios b¨¢sicos de la comprensi¨®n cient¨ªfica. Aunque existe la percepci¨®n de que estos fantasmas aparecen m¨¢s en ¨¦pocas de crisis como la actual, lo cierto es que debe existir un caldo de cultivo en la psicolog¨ªa humana que permita que afloren. Hace 20 a?os, ...
Lo ¡°paranormal¡± generalmente se refiere a fen¨®menos como las apariciones, la clarividencia y otros comportamientos que contradicen los principios b¨¢sicos de la comprensi¨®n cient¨ªfica. Aunque existe la percepci¨®n de que estos fantasmas aparecen m¨¢s en ¨¦pocas de crisis como la actual, lo cierto es que debe existir un caldo de cultivo en la psicolog¨ªa humana que permita que afloren. Hace 20 a?os, el CIS pregunt¨® a los espa?oles y el 20% aseguraba creer en los esp¨ªritus y el 9% en la videncia. En un momento en que despuntan las teor¨ªas de la conspiraci¨®n y otras explicaciones irracionales, entender la mente de quienes conf¨ªan en lo paranormal puede ser el primer pelda?o para desenredar esa madeja.
Para tratar de acotar el asunto, un equipo de investigadores brit¨¢nicos ha revisado los 71 estudios cient¨ªficos que se han publicado en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas con la idea de encontrar patrones robustos que expliquen c¨®mo piensan. Entre todos esos trabajos, que se preguntan por factores tan dispares como la educaci¨®n, la inteligencia o la percepci¨®n, hay pocas coincidencias, seg¨²n el estudio que se publica en PLOS ONE. Pero asoman tres conclusiones que permiten entender mejor por qu¨¦ hay quien ve un borr¨®n en una foto y considera que puede ser el tatarabuelo manifest¨¢ndose.
Uno de los rasgos que define a estas personas es que se les da peor percibir lo aleatorio: es decir, tienen una mayor tendencia a observar patrones donde solo hay unos puntos colocados al azar, a ver una cara donde solo hay unas sombras. ¡°Los resultados muestran una mayor consistencia cuando las tareas de toma de decisiones perceptuales involucran la identificaci¨®n de un rostro, y los creyentes cometen significativamente m¨¢s identificaciones err¨®neas y falsos positivos que los esc¨¦pticos¡±, concluye el estudio. Este factor se explica solo: si ante un est¨ªmulo ambiguo creemos observar algo concreto y definido como una cara, es m¨¢s f¨¢cil que aparezcan fen¨®menos inexplicables en nuestro entorno.
¡°Nuestro cerebro est¨¢ siempre intentando conectar causa y efecto o est¨¢ intentando siempre buscar explicaciones y atribuir significado a cosas que no lo tienen¡±Susana Mart¨ªnez-Conde, Universidad del Estado de Nueva York
La neurocient¨ªfica Susana Mart¨ªnez-Conde ve claro el mecanismo que lo explica: ¡°Nuestro cerebro est¨¢ siempre intentando conectar causa y efecto o est¨¢ intentando siempre buscar explicaciones y atribuir significado a cosas que no lo tienen¡±. ¡°Gran parte de la informaci¨®n que nos rodea es aleatoria, ca¨®tica, desordenada y nuestro cerebro intenta imponer un orden. Eso nos ha servido de mucho a lo largo de la evoluci¨®n, pero claro, tambi¨¦n podemos conectar causas y efectos de manera incorrecta¡±, explica. Esto genera tanto supersticiones como pensamientos paranormales, seg¨²n Mart¨ªnez-Conde, o incluso las ilusiones que experimentamos cada vez que vamos a un espect¨¢culo de magia y vemos que el mago hace un gesto con la varita y desaparece el conejo.
Al revisar los estudios, los investigadores de la Universidad de Hertfordshire, con Charlotte Dean a la cabeza, descubrieron que esta creencia en lo paranormal tambi¨¦n se da m¨¢s entre quienes saltan directamente a las conclusiones, aunque falten muchos datos para corroborar una posibilidad. En estos casos habr¨ªa una tendencia natural m¨¢s acentuada a confirmar o rechazar una opci¨®n sin estudiar otras alternativas. Por ejemplo, si el mentalista levita, es porque tiene poderes.
La catedr¨¢tica de Psicolog¨ªa Helena Matute ha estudiado este fen¨®meno con su grupo y tambi¨¦n observaron este mecanismo. Por ejemplo, le mostraban a sujetos fichas de pacientes a los que se les daba o no un medicamento, con el que se curaban o no. Quienes creen en lo paranormal ve¨ªan m¨¢s claro que el f¨¢rmaco funciona, aunque a la mitad de los pacientes no los curara o no lo hubieran tomado. ¡°Prestan mucha m¨¢s atenci¨®n cuando coincide la causa y el efecto. No es que veas un fantasma, es que piensas muy r¨¢pido, que es una tendencia que tenemos todos¡±, explica Matute, de la Universidad de Deusto.
El patr¨®n que mejor describe a estos sujetos es su forma de pensar, m¨¢s intuitiva que anal¨ªtica. Este aspecto estar¨ªa muy relacionado con el anterior, ya que despunta una tendencia a confiar en la primera impresi¨®n, en fiarse del instinto, en lugar de reposar las conclusiones con un pensamiento m¨¢s anal¨ªtico. Un estudio reciente mostr¨® que quienes creen en la parapsicolog¨ªa tienden a estar m¨¢s satisfechos con su vida que los esc¨¦pticos. El autor de ese trabajo, David Gallo, explic¨® que es una diferencia que ya se hab¨ªa observado en investigaciones previas y que ¡°podr¨ªa indicar que procesar la informaci¨®n de manera m¨¢s intuitiva tiene ventajas, quiz¨¢ hace que la gente sea m¨¢s feliz en general¡±.
Lo paranormal y la conspiraci¨®n
Un aspecto interesante de este trabajo es su relaci¨®n con el pensamiento conspirativo, que ha provocado ya incluso episodios de violencia pol¨ªtica, y al que podr¨ªa ayudar a enmarcar mejor, al menos desde el punto de vista cognitivo. ¡°Las creencias conspirativas se asocian de manera similar con una mayor percepci¨®n de patrones ilusorios, una menor necesidad de reflexi¨®n cognitiva y sesgos contra la evidencia confirmatoria y no confirmatoria¡±, escriben en el estudio.
¡°Lo que tienen en com¨²n¡±, explica Mart¨ªnez-Conde, ¡°las teor¨ªas de la conspiraci¨®n y los fen¨®menos paranormales es que nos falla la evidencia objetiva para sostenerlos¡±. ¡°Adem¨¢s, surgen de una experiencia que es m¨¢s emocional que intelectual. Entonces, si emocionalmente una persona est¨¢ convencida de que esto es as¨ª, va a ser muy dif¨ªcil que cambie de opini¨®n, incluso con evidencia objetiva, y se convierte en una cuesti¨®n de fe¡±, a?ade la directora del laboratorio de Neurociencia Integrada de la Universidad del Estado de Nueva York.
En el estudio actual, muchos factores que se han querido asociar con el pensamiento paranormal quedan o desmentidos o en entredicho, porque la relaci¨®n es negativa, contradictoria o endeble. Por ejemplo, ni los resultados acad¨¦micos, ni el pensamiento cr¨ªtico, ni la inteligencia, ni la memoria (que podr¨ªa estar en el origen de distorsiones y sesgos) explican la creencia en estos fen¨®menos. Los autores lamentan que no exista un marco te¨®rico que permita describir el mosaico de peque?as explicaciones que proporciona su revisi¨®n.
Matute coincide en que ¡°todav¨ªa queda mucho por hacer¡±. ¡°Muchos estamos estudiando creencias paranormales, pseudomedicinas, posverdad, bulos. Son muchas cosas relacionadas y que hasta ahora se han estudiado de manera muy separada. A lo mejor es verdad que hay que coger el toro por los cuernos y unificar toda esta informaci¨®n: es absolutamente necesario profundizar en todo esto¡±, defiende.
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