?C¨®mo sabemos si el impacto de la sonda DART movi¨® realmente el asteroide?
El sistema formado por las dos rocas espaciales D¨ªdimo y Dimorfo se mueve como un reloj y los telescopios podr¨¢n observar cambios en el ritmo al que orbitan
Pocos minutos despu¨¦s de la 1.00 de la madrugada hora espa?ola, la sonda DART se estrell¨® contra su objetivo, el peque?o asteroide Dimorfo, cumpliendo casi al segundo el programa previsto. A la velocidad de una bala disparada con un Magnum 44, contra una roca de 160 metros de di¨¢metro, a 11 millones de kil¨®metros de la Tierra, alcanz¨® la diana.
Las im¨¢genes transmitidas por la c¨¢mara de la sonda durante los ¨²ltimos minutos de su trayectoria resultaron realm...
Pocos minutos despu¨¦s de la 1.00 de la madrugada hora espa?ola, la sonda DART se estrell¨® contra su objetivo, el peque?o asteroide Dimorfo, cumpliendo casi al segundo el programa previsto. A la velocidad de una bala disparada con un Magnum 44, contra una roca de 160 metros de di¨¢metro, a 11 millones de kil¨®metros de la Tierra, alcanz¨® la diana.
Las im¨¢genes transmitidas por la c¨¢mara de la sonda durante los ¨²ltimos minutos de su trayectoria resultaron realmente espectaculares. Primero pudo verse el conjunto del asteroide principal, D¨ªdimo, y su sat¨¦lite, Dimorfo. Luego, a medida que DART se aproximaba a m¨¢s de 6 kil¨®metros por segundo, el primero fue saliendo del campo de visi¨®n, mientras Dimorfo iba paso a paso aumentando de tama?o.
Las ¨²ltimas seis o siete im¨¢genes se centran en este asteroide, que en pocos instantes pas¨® de ser un simple punto luminoso a mostrar algunos detalles superficiales y, por fin, a unos primeros planos de detalle que hicieron gritar de satisfacci¨®n a todo el equipo del control de vuelo.
Al contrario que otros asteroides, en los que alternan zonas abruptas con extensiones de polvo casi lisas, Dimorfo est¨¢ literalmente tachonado de rocas. En la ¨²ltima imagen, que solo se pudo transmitir en parte debido a la destrucci¨®n de la sonda, pueden apreciarse detalles de menos de un palmo. Y luego, fundido a rojo: ¡°?Tenemos impacto!¡±.
?Se ha conseguido el objetivo de desplazar a Dimorfo ligeramente fuera de su ¨®rbita original? Esa es la pregunta que deber¨¢n responder en las pr¨®ximas semanas observatorios de todo el mundo, desde Chile a La Palma. Hay en marcha un amplio programa de observaciones al respecto, formado por una nutrida red de telescopios espaciales y terrestres que observan con detalle ambos asteroides antes, durante y despu¨¦s del impacto. Ya en los primeros momentos del martes se empezaron a recibir im¨¢genes del impacto captadas desde la Tierra, y se espera que en las pr¨®ximas horas, d¨ªas o semanas puedan confirmar si Dimorfo se ha desviado y cu¨¢nto.
El sistema D¨ªdimo-Dimorfo es esencialmente un reloj. Hasta ahora, el cuerpo peque?o daba una vuelta completa alrededor de su primario al cabo de 11 horas y 55 minutos. El impacto se ha producido a contramarcha, as¨ª que deber¨ªa haber provocado un ligero cambio de altura, a una ¨®rbita m¨¢s baja, y una reducci¨®n de unos 73 segundos en el tiempo que tarda en completar cada revoluci¨®n. Ahora, el reloj deber¨ªa adelantar.
Se escogi¨® este asteroide porque, aparte de su naturaleza doble, desde la Tierra se ve de canto: cada 12 horas aproximadamente, la trayectoria de Dimorfo le lleva a ocultarse por detr¨¢s de su compa?ero y reaparecer al poco rato. Los telescopios gigantes pueden fotografiarlo, mientras que otros pueden medir la diferencia de brillo al entrar y salir del eclipse. Incluso algunos sistemas de radar tambi¨¦n son capaces de detectarlo. Ahora, el trabajo de los astr¨®nomos consistir¨¢ en medir el intervalo entre cada dos apariciones sucesivas. Deber¨ªa ser en torno a un minuto m¨¢s breve que antes. Si se confirma, esa ser¨¢ la mejor prueba de que por primera vez en la historia se ha conseguido mover un cuerpo celeste.
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