Valter Longo: ¡°Si cambias lo que comes y le sumas el ayuno, puedes llegar a vivir 20 a?os m¨¢s¡±
El bioqu¨ªmico de la Universidad del Sur de California lleva a?os analizando los efectos positivos de interrumpir durante horas o d¨ªas la ingesta de alimentos
Dejar de comer durante muchas horas o incluso varios d¨ªas parece tener un efecto beneficioso en casi todos los seres vivos que se han analizado, desde gusanos a personas. Durante el ayuno, el cuerpo intenta adaptarse a la falta de alimentos. La multiplicaci¨®n de las c¨¦lulas se ralentiza y se activa la autofagia, que permite al organismo eliminar c¨¦lulas viejas y, en general, sustentarse con sus propias reservas.
Durante d¨¦cadas, el bioqu¨ªmico Valter Longo (G¨¦nova, 55 a?os), profesor de gerontolog¨ªa de la Universidad del Sur de California, ha intentado entender los beneficios del ayuno p...
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Dejar de comer durante muchas horas o incluso varios d¨ªas parece tener un efecto beneficioso en casi todos los seres vivos que se han analizado, desde gusanos a personas. Durante el ayuno, el cuerpo intenta adaptarse a la falta de alimentos. La multiplicaci¨®n de las c¨¦lulas se ralentiza y se activa la autofagia, que permite al organismo eliminar c¨¦lulas viejas y, en general, sustentarse con sus propias reservas.
Durante d¨¦cadas, el bioqu¨ªmico Valter Longo (G¨¦nova, 55 a?os), profesor de gerontolog¨ªa de la Universidad del Sur de California, ha intentado entender los beneficios del ayuno para buscar la forma de reproducirlos con dietas capaces de mejorar la salud y alargar la esperanza de vida. Importa qu¨¦ se come, pero tambi¨¦n cu¨¢ndo, advierte. Una de las derivadas m¨¢s interesantes de sus estudios es que el ayuno mejora la efectividad de los tratamientos en personas con c¨¢ncer.
Longo tambi¨¦n es un personaje pol¨¦mico en su campo. Sus estudios no desvelan la composici¨®n exacta de las dietas que usa para imitar los beneficios del ayuno, pero s¨ª ha fundado una empresa para comercializarlas en varios pa¨ªses. De visita en Madrid para impartir una conferencia en el Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas (CNIO), Longo desgrana en esta entrevista el potencial de los alimentos para mejorar la salud.
Pregunta. ?C¨®mo de robusta es la evidencia cient¨ªfica sobre los beneficios del ayuno?
Respuesta. Muy robusta. Hace seis o siete a?os era una conexi¨®n demostrada en ratones. Ahora se ha confirmado en personas. Muchos ensayos cl¨ªnicos han probado beneficios del ayuno y tambi¨¦n de dietas que imitan los procesos fisiol¨®gicos del ayuno. Tambi¨¦n hay trabajos que apuntan a que las horas en las que comes son claves. Ayunar todos los d¨ªas unas 12 o 13 horas ¡ªpor ejemplo, desayunar, comer y cenar antes de las 20.00 horas y no volver a comer nada hasta el desayuno¡ª mejora muchos marcadores metab¨®licos y la calidad del sue?o. Pero no hay que pasarse. Si el ayuno se prolonga a 16 horas, por ejemplo salt¨¢ndose el desayuno, ya no hay efectos beneficiosos y s¨ª algunos problemas metab¨®licos.
P. ?Por qu¨¦ tiene el ayuno esos efectos beneficiosos?
R. Durante miles de a?os, nuestra especie com¨ªa mucho en verano, cuando hay mayor disponibilidad de alimentos y eso nos salvaba durante la escasez del invierno. Pero ahora el invierno nunca llega. Comemos m¨¢s de la cuenta y esto puede provocar resistencia a la insulina, que es la causa de la diabetes. El ayuno o las dietas que lo imitan nos permiten volver al modo invierno, y hacen desaparecer la resistencia a la insulina.
P. ?Qu¨¦ efectos ha demostrado la dieta que imita al ayuno?
R. Yo defiendo hacer una dieta especial que imita el ayuno durante cuatro o cinco d¨ªas, unas tres veces al a?o. Hay ensayos cl¨ªnicos que han mostrado que hacer una dieta como esta reduce los niveles de glucosa y colesterol, elimina la adiposidad y baja la tensi¨®n arterial. Un peque?o estudio que hicimos junto a la Universidad de Heidelberg tambi¨¦n mostr¨® que esta dieta hace que la gente con diabetes pueda reducir la cantidad de f¨¢rmacos que toma para controlar su peso o incluso abandonarlos.
P. ?C¨®mo describe la dieta que imita el ayuno?
R. Baja en calor¨ªas [en torno a un 60% menos], prote¨ªnas y az¨²cares, muy basada en vegetales y alta en grasas provenientes de aceite de oliva, nueces y almendras. La primera vez que describ¨ª esta dieta en detalle en uno de mis libros en Italia caus¨® problemas porque mucha gente hac¨ªa b¨¢sicamente lo que quer¨ªa. Por eso es importante consultar siempre al menos con un nutricionista.
P. ?La dieta puede hacer que vivamos m¨¢s a?os?
R. Sin duda. Una gran revisi¨®n de estudios que ha analizado datos de dos millones de personas en todo el mundo ha mostrado que comer muchas legumbres, granos integrales y frutos secos y muy poco o nada de carne roja y procesada alarga la vida. Si a esa dieta le sumas el ayuno o las dietas que lo imitan, creo que podemos llegar a vivir 20 a?os m¨¢s que ahora.
P. ?Si uno es muy mayor ya es demasiado tarde para obtener beneficios de un cambio de dieta?
R. No. Seg¨²n el estudio que mencionaba, si cambias de dieta a los 20 puedes alargar tu esperanza de vida m¨¢s de 10 a?os. Si empiezas a los 60 ganas hasta ocho a?os; incluso si cambias a los 80 ganas unos tres a?os. Adem¨¢s, esto no solo va de esperanza de vida, sino de a?os de vida con salud. En EE UU, el estadounidense medio de 55 a?os ya toma dos f¨¢rmacos de por vida para tratar enfermedades cr¨®nicas. El de 65, tres o m¨¢s. Cada vez vemos m¨¢s gente que ya est¨¢ enferma a los 30. Los mantienen vivos con cirug¨ªa y f¨¢rmacos muy costosos. El 20% del PIB de EE UU se gasta en tratamientos m¨¦dicos, que adem¨¢s son cada vez m¨¢s caros. Es insostenible. Nos hace falta una revoluci¨®n y la nutrici¨®n es la forma de hacerla.
P. Tambi¨¦n hay una conexi¨®n entre la dieta y c¨¢ncer.
R. Hace unos 15 o 20 a?os empezamos a estudiar el efecto del ayuno en personas que ten¨ªan c¨¢ncer. Nos dimos cuenta de que las c¨¦lulas del c¨¢ncer son ingobernables. No les afecta lo m¨¢s m¨ªnimo el hambre o la falta de alimento, siguen adelante. Lo que se ha mostrado tanto en estudios con animales como con pacientes es que el ayuno o las dietas que lo imitan hacen que los tratamientos sean m¨¢s efectivos, que los pacientes respondan mejor y tengan mejor pron¨®stico.
P. ?Y en personas que no tienen c¨¢ncer?
R. No hay dietas que puedan evitar el c¨¢ncer. No es posible cambiar los efectos de una mutaci¨®n gen¨¦tica con lo que comes, por ejemplo. Ahora bien, el mayor factor de riesgo del c¨¢ncer no es fumar ni estar obeso, sino el envejecimiento. En este sentido, 30 a?os de edad son 50 veces m¨¢s da?inos que fumar. As¨ª que con la dieta no puedes evitar el c¨¢ncer, pero s¨ª envejecer de forma m¨¢s saludable, como hemos comentado. Y, adem¨¢s, esa dieta no solo te protege de los tumores; tambi¨¦n de otras dolencias asociadas a la edad como el alzh¨¦imer, la diabetes, los infartos, los ictus.
P. ?Qu¨¦ opina de la opci¨®n de crear f¨¢rmacos que imitan los efectos beneficiosos del ayuno o el ejercicio?
R. Tienen un problema del que no se habla demasiado. T¨² le puedes dar un f¨¢rmaco a alguien que est¨¢ enfermo de diabetes o de c¨¢ncer, y asumes que habr¨¢ un peque?o porcentaje de pacientes que sufra efectos secundarios. Pero no puedes darle ning¨²n f¨¢rmaco a la poblaci¨®n sana si va a haber un m¨ªnimo porcentaje de gente que va a sufrir efectos secundarios. Por eso defiendo la dieta que hemos inventado que imita los efectos del ayuno.
P. Esa dieta la vende una empresa que usted fund¨® y que comercializa comida preparada en cajas. Pero esa misma comida se puede conseguir comprando en cualquier mercado o supermercado, ?no?
R. S¨ª, claro, se puede, aunque no ser¨¢ exactamente esa dieta, porque la hemos patentado. En cualquier caso, todo lo que gano con esa empresa lo dono para proyectos solidarios. Lo que estamos intentando ahora es conseguir que las autoridades m¨¦dicas de Estados Unidos puedan incluir esta dieta como un tratamiento para personas con diabetes o hipertensi¨®n, por ejemplo; en Italia, tambi¨¦n. Creemos que en un a?o, con suficientes nutricionistas, podemos reducir significativamente el porcentaje de poblaci¨®n con diabetes y el gasto m¨¦dico asociado, que es de millones de euros.
P. ?Cree que algunos productos alimentarios deber¨ªan prohibirse?
R. No. Hay un dato interesante. Nosotros estudiamos la dieta de ni?os italianos. Todo el mundo dec¨ªa que la alta obesidad era por las bebidas azucaradas. Pero vimos que no era tanto eso como la dieta, que era mal¨ªsima. Se basaba casi por completo en pasta, pizza, patatas y prote¨ªnas. Los chavales estaban comiendo tres y cuatro veces m¨¢s prote¨ªnas de las que deber¨ªan sin que lo supieran las principales asociaciones m¨¦dicas. As¨ª que no creo que se trate de prohibir.
P. ?C¨®mo podr¨ªa solucionarse ese problema?
R. Con m¨¢s y mejores profesionales de la nutrici¨®n que acompa?en y apoyen a los m¨¦dicos. Hoy en d¨ªa, muchos m¨¦dicos saben muy poco de este campo. Con suerte en la carrera hicieron una asignatura de nutrici¨®n. Y en cuanto a los nutricionistas, ahora mismo la mayor¨ªa hacen estudios de tres a?os. Hacen falta m¨¢s profesionales con m¨¢steres y doctorados en este campo. Ellos podr¨ªan trabajar mano a mano. Y juntos pueden conseguir que los pacientes vivan una vida m¨¢s larga y sana.
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