Muere Walter Cunningham, ¨²ltimo superviviente de la misi¨®n que prepar¨® la llegada del ser humano a la Luna
El carism¨¢tico astronauta que pilot¨® el ¡®Apolo 7¡ä ha fallecido a los 90 a?os
¡°Qu¨¦ hijo de puta con suerte¡±. Estas fueron las primeras palabras que salieron de la boca de Walter Cunningham el 7 de mayo de 1961. Acababa de escuchar por la radio el rugido del cohete que llev¨® al primer astronauta estadounidense al espacio, Alan Shepard. Aquel joven estudiante de f¨ªsica a¨²n ignoraba que tan solo siete a?os despu¨¦s ¨¦l pilotar¨ªa el Apolo 7, la misi¨®n que abri¨® las puertas para la llegada del primer humano a la Luna. Cunningham, ¨²ltimo superviviente de los tres tripulantes...
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¡°Qu¨¦ hijo de puta con suerte¡±. Estas fueron las primeras palabras que salieron de la boca de Walter Cunningham el 7 de mayo de 1961. Acababa de escuchar por la radio el rugido del cohete que llev¨® al primer astronauta estadounidense al espacio, Alan Shepard. Aquel joven estudiante de f¨ªsica a¨²n ignoraba que tan solo siete a?os despu¨¦s ¨¦l pilotar¨ªa el Apolo 7, la misi¨®n que abri¨® las puertas para la llegada del primer humano a la Luna. Cunningham, ¨²ltimo superviviente de los tres tripulantes de aquella misi¨®n hist¨®rica, muri¨® ayer a los 90 a?os, seg¨²n inform¨® la agencia espacial de Estados Unidos (NASA).
En enero de 1967, Cunningham hab¨ªa escuchado los terror¨ªficos gritos de sus tres compa?eros mientras se achicharraban vivos en la c¨¢psula del Apolo 1 sin que nadie pudiese evitarlo. Los tres siguientes en subir a una de aquellas naves, el Apolo 2, eran ¨¦l y sus compa?eros Walter Schirra y Donn Eisele. La misi¨®n se cancel¨®, la NASA mejor¨® la seguridad de sus c¨¢psulas y volvi¨® a seleccionar a esos tres astronautas para una nueva misi¨®n: Apolo 7. Ser¨ªa la primera del programa en salir al espacio y completar 163 ¨®rbitas alrededor de la Tierra antes de regresar a casa. En sus memorias, The All-American Boys, Cunningham escribi¨®: ¡°Volar es un negocio orientado a la muerte. O aceptas las probabilidades o te quedas fuera. [...] Hay cosas peores que morir¡±.
Cunningham hab¨ªa nacido en una familia humilde del Estado de Iowa. Antes de cumplir 20 a?os se alist¨® en la Marina, se hizo piloto y sirvi¨® en vuelos nocturnos de combate durante la Guerra de Corea en 1953. Pasar¨¢ a la historia como un astronauta at¨ªpico. Cuando fue seleccionado por la NASA en 1963, ¨¦l ya no era militar en activo, pero s¨ª ten¨ªa una importante formaci¨®n en ciencia como doctor en f¨ªsica, un perfil que la agencia quer¨ªa potenciar. Tampoco encajaba con el perfil habitual desde el punto de vista espiritual, pues ¡°hab¨ªa abandonado la religi¨®n organizada¡± 15 a?os antes.
El Apolo 7 se lanz¨® el 11 de octubre de 1968. Sus tres tripulantes pasaron 11 d¨ªas en el espacio, un r¨¦cord para una misi¨®n de prueba. Por primera vez se televisaron im¨¢genes de los astronautas flotando en ingravidez y haciendo entrevistas y chistes para los espectadores. Los astronautas tambi¨¦n realizaron un acoplamiento con parte de un cohete; ensayo general para el futuro aterrizaje en la Luna. La siguiente misi¨®n, Apolo 8, fue la primera en orbitar el sat¨¦lite. Y, tras otras dos misiones de entrenamiento, los astronautas del Apolo 11 Neil Armstrong y Buzz Aldrin pusieron el pie en el sat¨¦lite el 20 de julio de 1969.
Despu¨¦s de volver a la Tierra, Cunningham sigui¨® siendo un personaje sin pelos en la lengua. En 1972, un periodista de The New York Times le pregunt¨® si hab¨ªa encontrado a Dios en el espacio. Su respuesta fue muy distinta a la de muchos de sus compa?eros: ¡°Soy un cient¨ªfico y todo lo que encontr¨¦ durante el vuelo puede explicarse [por las leyes de la f¨ªsica]. No ha cambiado mi visi¨®n de la religi¨®n ni tuve ninguna revelaci¨®n¡±.
Tras su viaje espacial, el f¨ªsico dirigi¨® el programa Skylab para construir la primera estaci¨®n espacial de EE UU. Abandon¨® la NASA en 1971 y se dedic¨® despu¨¦s a los negocios inmobiliarios y otras ocupaciones. En tiempos m¨¢s recientes se convirti¨® en una figura pol¨¦mica al negar que la actividad humana est¨¦ potenciando el cambio clim¨¢tico.
En sus ¨²ltimos a?os, el astronauta defendi¨® que la exploraci¨®n espacial persiguiese nuevas metas, aunque lamentaba que el espacio ya no tiene un papel tan protagonista en la sociedad. ¡°Llegamos a la Luna porque no ten¨ªamos miedo a lo desconocido y porque quer¨ªamos asumir los riesgos¡±, dijo Cunningham en 2019, durante una visita a Madrid para participar en un evento que conmemor¨® el 50 aniversario de la llegada a la Luna, organizado por EL PA?S, Materia, Starmus y Openmind. ¡°Pasaron solo tres generaciones entre el primer vuelo tripulado en avi¨®n [1903] y la primera vez que un humano sali¨® al espacio y orbit¨® la Tierra [Yuri Gagarin en 1961]. Sin embargo, ya han pasado dos generaciones para las que los hitos de la exploraci¨®n espacial son solo cosas que pueden leer en los libros de historia¡±, se?al¨®. Cunningham era el ¨²ltimo tripulante vivo del Apolo 7 tras la muerte de Eisele y Schirra en 1987 y 2007, respectivamente.
La NASA planea que la humanidad vuelva a la Luna en 2025. En esta ocasi¨®n los protagonistas tambi¨¦n ser¨¢n at¨ªpicos comparados con sus predecesores: una mujer y una persona no blanca volver¨¢n a pisar el sat¨¦lite 56 a?os despu¨¦s.
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