¡®Artemis I¡¯ se prepara para hacer historia al zambullirse en el Pac¨ªfico
La c¨¢psula que llevar¨¢ astronautas a la Luna pasa hoy su prueba clave: la entrada en la atm¨®sfera que la calentar¨¢ a 3.000 grados de temperatura
Hace unos d¨ªas, en alg¨²n lugar del espacio, a miles de kil¨®metros de la Tierra, sucedi¨® uno de esos momentos que pueden mantener en vilo a todo un planeta. Las enormes antenas del centro de seguimiento de la NASA en Goldstone, California, se quedaron repentinamente fuera de servicio. La comunicaci¨®n con la nave Artemis I que sobrevolaba la Luna se perdi¨® por completo.
¡°Lo recuerdo bien porque era de noche y yo estaba de turno¡±, recuerda Pedro Jos¨¦ Herr¨¢iz, ingeniero de la Agencia Espacial Europea (ESA). ¡°Si la nave hubiese llevado tripulaci¨®n habr¨ªamos pasado cuatro horas y media sin poder comunicarnos con ellos ni poder hacer nada para resolverlo¡±, recuerda sobre el apag¨®n, que sucedi¨® el s¨¢bado 3. La comunicaci¨®n se restableci¨® sin problemas y la Artemis I , una misi¨®n tripulada solo por maniqu¨ªes, sigui¨® su trayectoria sin ning¨²n incidente. Lo que podr¨ªa haber sido un susto hist¨®rico qued¨® en una mera an¨¦cdota. Fue una suerte que el apag¨®n sucediese en esta misi¨®n de prueba.
El aterrizaje de la nave en el oc¨¦ano Pac¨ªfico tras una traves¨ªa de 26 d¨ªas y m¨¢s de dos millones de kil¨®metros alrededor de la Luna est¨¢ previsto para esta tarde sobre las siete, hora peninsular espa?ola. Es una fecha se?alada, pues ese d¨ªa se cumplen 50 a?os de la ¨²ltima vez que dos astronautas ¡ª el piloto militar Gene Cernan y el ge¨®logo Harrison Schmitt, de la Apolo 17¡ª pisaron la Luna.
La Artemis 1 se ha lanzado como prueba de la tecnolog¨ªa necesaria para llevar a cuatro tripulantes en un viaje de circunnavegaci¨®n de la Luna ¡ªArtemis II¡ª en 2024 y, un a?o despu¨¦s, conseguir que la primera mujer y la primera persona negra pisen el sat¨¦lite. Al contrario que Apolo, Artemis entiende la Luna como un puerto intermedio hasta el objetivo final: llevar astronautas a Marte al final de la pr¨®xima d¨¦cada. El proyecto lleva el nombre de la diosa griega hermana gemela del dios Apolo.
Dos d¨ªas despu¨¦s de la p¨¦rdida de comunicaci¨®n, la Artemis I encendi¨® sus propulsores durante varios minutos para abandonar la ¨®rbita lunar y enfilar el camino a casa. Sus c¨¢maras captaron el momento en el que rebas¨® el horizonte del sat¨¦lite y por detr¨¢s apareci¨® la Tierra en cuarto creciente.
Por delante queda el momento m¨¢s cr¨ªtico de la misi¨®n y la principal raz¨®n por la que se ha lanzado: probar el sistema de entrada en la atm¨®sfera de nuestro planeta. ¡°Tenemos que asegurarnos de que podemos traer de vuelta a los astronautas sanos y salvos¡±, resume Herr¨¢iz, que trabaja como controlador del m¨®dulo de servicio europeo de la Artemis I, que proporciona aire, agua, electricidad, propulsi¨®n y control de la temperatura a la c¨¢psula tripulada, llamada Orion.
Hoy domingo, el m¨®dulo de servicio se separar¨¢ de la c¨¢psula y arder¨¢ en la atm¨®sfera mientras la Orion comienza la secuencia de aterrizaje. En unos 20 minutos pasar¨¢ de casi 40.000 kil¨®metros por hora ¡ª32 veces la velocidad del sonido¡ª a apenas 30 cuando toque la superficie del mar. El rozamiento del aire ser¨¢ tan brutal que calentar¨¢ el exterior de la nave a casi 3.000 grados. Una de las pruebas cruciales de esta misi¨®n es probar el aislamiento t¨¦rmico que debe mantener la temperatura estable en el interior de la c¨¢psula.
Eduardo Garc¨ªa Llama, ingeniero madrile?o de 50 a?os que lleva m¨¢s de dos d¨¦cadas trabajando en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, hace balance de lo que va de misi¨®n. ¡°Ha evolucionado casi a la perfecci¨®n. Nos ha ido tan bien que hemos decidido hacer m¨¢s pruebas a lo largo del vuelo para caracterizarla mejor¡±, resalta. ¡°Toda esta misi¨®n tiene un profundo significado hist¨®rico, pero para m¨ª el momento m¨¢s importante fue cuando la Orion se insert¨® en ¨®rbita alrededor de la Luna. Era la primera vez en 50 a?os que una nave del programa de exploraci¨®n espacial hac¨ªa algo as¨ª¡±, destaca.
El centro de control de la misi¨®n comprende todo un edificio. Garc¨ªa Llama y otros ingenieros que han dise?ado la nave son la ¡°autoridad t¨¦cnica¡±. Su objetivo es seguir la misi¨®n y asesorar a la ¡°autoridad operativa¡±, el equipo a cargo del control de vuelo de la nave durante toda la misi¨®n.
Phillippe de Loo, jefe del programa del m¨®dulo de servicio europeo, ya respira tranquilo: ¡°Casi hemos terminado. Por la parte del m¨®dulo de servicio podemos decir que esta misi¨®n ha sido un enorme ¨¦xito¡±.
A pesar de ello, ha habido un problema t¨¦cnico que se est¨¢ investigando: una obstinada se?al de apagado que no deber¨ªa estar ah¨ª. El m¨®dulo de servicio transforma la energ¨ªa que captan los cuatro paneles solares en electricidad. Esa corriente va luego a una ¡°caja¡± que distribuye la corriente, explica el ingeniero belga, de 61 a?os. ¡°Dentro de esa caja hay interruptores comparables a los fusibles que hay en cualquier casa y que se apagan cuando hay una sobrecarga. El problema es que uno de esos fusibles se est¨¢ apagando sin que le hayamos dado la orden. Hay algo que est¨¢ causando esa se?al espuria y a¨²n no sabemos qu¨¦ es exactamente. Es algo molesto, pero no tiene ning¨²n impacto en la misi¨®n¡±, detalla.
La Artemis I volver¨¢ a la Tierra en dos fases. En un primer momento, entrar¨¢ en las capas m¨¢s externas de la atm¨®sfera, despu¨¦s cambiar¨¢ su trayectoria para volver a subir y luego realizar¨¢ una segunda y ¨²ltima ca¨ªda. Con esta maniobra, nunca antes realizada, la NASA quiere asegurarse de que la nave puede aterrizar sana y salva en cualquier eventualidad. Tambi¨¦n permite caer en una zona del oc¨¦ano mucho m¨¢s concreta. En la ¨²ltima parte deben desplegarse los once paraca¨ªdas que la frenar¨¢n y unas pelotas de goma hinchables que la mantendr¨¢n boca arriba a pesar del oleaje.
La NASA ha decidido que la c¨¢psula americe en un punto del Pac¨ªfico a 350 millas n¨¢uticas ¡ª648 kil¨®metros¡ª al sur de la ciudad de San Diego, cerca de la isla de Guadalupe. Para entonces ya estar¨¢ desplegado el USS Portland, el barco de la Marina encargado de la recuperaci¨®n de la c¨¢psula. El proceso durar¨¢ unas seis horas. Est¨¢ previsto dejar la nave en el agua con todos los sistemas el¨¦ctricos encendidos durante dos horas para estudiar la disipaci¨®n del calor y saber qu¨¦ temperatura hace en el interior de la nave.
El ingeniero Carlos Garc¨ªa Gal¨¢n, madrile?o de 48 a?os que trabaja en el centro de control de la misi¨®n, resalta la importancia de la Artemis I: ¡°Sentimos que hemos hecho historia. Este es el primer paso de una nueva era¡±.
Una vez la saquen del agua, el equipo de la misi¨®n extraer¨¢ de la c¨¢psula los equipos reutilizables, como el GPS y algunas antenas. Dado que era una misi¨®n de prueba, la Artemis I llevaba m¨¢s de 1.200 sensores, muchos m¨¢s de los que llevar¨¢n las pr¨®ximas c¨¢psulas del programa, que ser¨¢n reutilizables en gran medida.
Ya ha comenzado la fabricaci¨®n de una nueva Orion y otro m¨®dulo de servicio para lanzar la Artemis II en 2024. La fecha de despegue depender¨¢ de todo lo que se haya aprendido con la misi¨®n anterior. En este sentido, los ingenieros est¨¢n contentos de que todo saliese bien a pesar de la sorpresiva p¨¦rdida de comunicaci¨®n de la semana pasada. Aunque los futuros astronautas podr¨¢n tomar el control de la Orion si es necesario, la nave es completamente autom¨¢tica. ¡°Incluso si perdi¨¦semos toda comunicaci¨®n por completo, la nave tiene toda la programaci¨®n para volver a la Tierra por s¨ª sola¡±, resalta el ingeniero espa?ol.
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