Las sequ¨ªas ¡®flash¡¯ se est¨¢n desatando por todo el planeta
El cambio clim¨¢tico provoca que haya m¨¢s sequ¨ªas y que surjan m¨¢s r¨¢pido: en los ¨²ltimos 70 a?os han aumentado estos eventos repentinos a escala global
En Las uvas de la ira, John Steinbeck cuenta la dram¨¢tica historia de una familia de agricultores de Oklahoma que abandona sus tierras castigadas por la sequ¨ªa. El relato, llevado al cine por John Ford y protagonizado por Henry Fonda, est¨¢ basado en hechos reales: a mediados de la d¨¦cada de 1930, las grandes llanuras de Estados Unidos, uno de los grandes graneros del planeta, sufrieron varios a?os de falta de lluvias resecando tanto el suelo que se desataban enormes tormentas de polvo. En el verano de 2012, en la misma regi¨®n donde se desarrollan el libro y la pel¨ªcula, los agricultores...
En Las uvas de la ira, John Steinbeck cuenta la dram¨¢tica historia de una familia de agricultores de Oklahoma que abandona sus tierras castigadas por la sequ¨ªa. El relato, llevado al cine por John Ford y protagonizado por Henry Fonda, est¨¢ basado en hechos reales: a mediados de la d¨¦cada de 1930, las grandes llanuras de Estados Unidos, uno de los grandes graneros del planeta, sufrieron varios a?os de falta de lluvias resecando tanto el suelo que se desataban enormes tormentas de polvo. En el verano de 2012, en la misma regi¨®n donde se desarrollan el libro y la pel¨ªcula, los agricultores esperaban una gran cosecha. Pero d¨ªas despu¨¦s de la siembra del ma¨ªz de mayo, emergi¨® una sequ¨ªa repentina que en unas semanas se llev¨® por delante sus cosechas. En menos de dos meses, el 76% de los cultivos se vieron afectados y las p¨¦rdidas superaron, seg¨²n fuentes oficiales, los 30.000 millones de d¨®lares. En t¨¦rminos de d¨¦ficit h¨ªdrico, el evento super¨® al novelado por Steinbeck. Un estudio muestra ahora que estas sequ¨ªas repentinas se est¨¢n generalizando en casi todo el planeta espoleadas por el cambio clim¨¢tico.
El evento de 2012 en Estados Unidos puso el foco en las sequ¨ªas repentinas. El concepto original, sequ¨ªas flash, fue planteado por primera vez 10 a?os antes. Pero siempre han estado ah¨ª. Lo que diferencia a estos fen¨®menos de las sequ¨ªas hidrol¨®gicas es la velocidad y la intensidad. Una sequ¨ªa lenta, convencional, se produce tras meses o a?os de precipitaciones por debajo de la media. Las repentinas surgen y llegan a su m¨¢ximo en semanas, a veces d¨ªas. Otro de sus elementos distintivos es que son consecuencia de un complejo proceso que no se queda en la escasez de lluvias. Entre el suelo (y la vegetaci¨®n) y la atm¨®sfera hay un equilibrio inestable de intercambio de humedad. En condiciones normales, la lluvia riega suelos y plantas que aportan hidrataci¨®n al aire mediante la evaporaci¨®n del suelo y transpiraci¨®n de las hojas (evapotranspiraci¨®n). Pero si no llueve, la atm¨®sfera sigue requiriendo una aportaci¨®n h¨ªdrica que le roba a la superficie y la vegetaci¨®n. Si se produce una ola de calor o vientos secos en un lugar donde no ha llovido en tiempo, se desata entonces una sequ¨ªa repentina.
Ahora, un grupo de investigadores chinos y estadounidenses ha analizado los datos disponibles desde 1951 para detectar la evoluci¨®n y distribuci¨®n de las sequ¨ªas repentinas. El trabajo, publicado en la revista cient¨ªfica Science, muestra una tendencia al alza de estos eventos tanto en el territorio como en el tiempo. Geogr¨¢ficamente, estas sequ¨ªas se est¨¢n produciendo m¨¢s en las regiones h¨²medas del planeta, desde Canad¨¢ hasta Siberia, pasando por el golfo de Guinea, selva amaz¨®nica o las junglas del sudeste asi¨¢tico y las grandes islas de Indonesia y Pap¨²a Nueva Guinea. En estas partes del mundo, la frecuencia de las sequ¨ªas repentinas es hasta tres veces mayor que en el resto del planeta.
Pero el problema es global y va a peor. La frecuencia de sequ¨ªas repentinas ha aumentado en el 74% de la superficie del planeta, dejando fuera los polos. Los motivos son varios, descenso de las precipitaciones, subida global de la temperatura, aumento de la frecuencia, intensidad y duraci¨®n de las olas de calor... Tras estas regiones m¨¢s afectadas, aparecen en la lista otras m¨¢s acostumbradas a las sequ¨ªas, sean hidrol¨®gicas o repentinas: Sahel y Magreb en ?frica, norte de Australia, este y centro de M¨¦xico, este de Asia, etc¨¦tera.
¡°La velocidad de inicio ha aumentado debido al cambio clim¨¢tico, lo que da como resultado una transici¨®n a sequ¨ªas repentinas¡±Xing Yuan, investigador de la Escuela de Hidrolog¨ªa de la Universidad de Nank¨ªn (China)
El decano de la Escuela de Hidrolog¨ªa de la Universidad de Nank¨ªn (China) y principal autor de esta investigaci¨®n, Xing Yuan, explica en un correo que ¡°la sequ¨ªa era un fen¨®meno de evoluci¨®n lenta; sin embargo, la velocidad de inicio ha aumentado significativamente debido al cambio clim¨¢tico, lo que da como resultado una transici¨®n a sequ¨ªas repentinas¡±. Esta mayor intensidad y velocidad estar¨ªa generando nuevos impactos. ¡°La vegetaci¨®n puede tener menos tiempo para adaptarse a estas sequ¨ªas de inicio r¨¢pido y plantean un gran desaf¨ªo para los sistemas de alerta temprana. No tenemos tiempo suficiente para prepararnos para una sequ¨ªa repentina¡±, a?ade Yuan.
Para David Walker, investigador experto en sequ¨ªas de la Universidad de Wageningen (Pa¨ªses Bajos), ¡°tiene l¨®gica que, con unas temperaturas m¨¢s c¨¢lidas provocadas por el cambio clim¨¢tico, tengamos una mayor evapotranspiraci¨®n, por lo que podemos esperar m¨¢s sequ¨ªas¡±. Pero, a?ade Walker, ¡°el trabajo de Yuan nos muestra que, adem¨¢s de tener m¨¢s sequ¨ªas, surgir¨¢n m¨¢s r¨¢pido, y esa transici¨®n ya est¨¢ ocurriendo¡±.
Sobre la distribuci¨®n espacial, Walker recuerda que una sequ¨ªa ¡°solo importa cuando afecta a la sociedad, la econom¨ªa y/o al medio ambiente¡±. As¨ª que aunque la mayor frecuencia de estos eventos se d¨¦ en las regiones h¨²medas, generalmente est¨¢n en mejores condiciones para enfrentarlos. ¡°La amenaza, o el riesgo, es probablemente mayor en las regiones ¨¢ridas y semi¨¢ridas, que tienen menos recursos h¨ªdricos disponibles para el riego complementario y sufren m¨¢s la degradaci¨®n de la tierra. Adem¨¢s, muchas de ellas son generalmente m¨¢s pobres, con factores extra como la inestabilidad pol¨ªtica y los conflictos¡±, concluye.
¡°El riesgo es mayor en las regiones ¨¢ridas y semi¨¢ridas, que tienen menos recursos h¨ªdricos disponibles¡±David Walker, investigador experto en sequ¨ªas de la Universidad de Wageningen (Pa¨ªses Bajos)
En 2021, un trabajo similar al de Yuan lleg¨® tambi¨¦n a conclusiones parecidas. Su an¨¢lisis, que part¨ªa de fechas m¨¢s recientes (1980), aportaba un extra: relacionaba la distribuci¨®n de las sequ¨ªas repentinas con las grandes zonas agrarias. Aquel trabajo encontr¨® que el impacto estaba siendo global: el cintur¨®n del ma¨ªz de las grandes llanuras de Estados Unidos, como sucedi¨® en 2012; las enormes tierras de cultivo de trigo del suroeste de Rusia y Ucrania; las regiones arroceras de India y la pen¨ªnsula indochina; amplias zonas del Sahel donde se cultiva mijo y sorgo; y las tierras de la cebada de Espa?a, tercer productor mundial de este cereal.
El meteor¨®logo de la Universidad de Oklahoma, Jordan Christian, coautor de este otro trabajo, destaca en un correo que los mayores desaf¨ªos que plantean las sequ¨ªas repentinas respecto a la sequ¨ªa convencional est¨¢n relacionados con el momento: ¡°La sequ¨ªa repentina provoca los mismos impactos que una sequ¨ªa de desarrollo m¨¢s lento (descenso del rendimiento agr¨ªcola, impactos en el ganado, estr¨¦s en los ecosistemas...), pero a un ritmo mucho m¨¢s r¨¢pido. Este impacto en el tiempo crea desaf¨ªos en los sistemas de alerta temprana y reduce los tiempos de respuesta de las estrategias de mitigaci¨®n¡±. Como demostr¨® el evento de 2012 en Estados Unidos, un mes de sequ¨ªa repentina en mayo no tiene el mismo impacto si sucede en octubre.
¡°Lo que estamos viviendo ahora en Espa?a no es una sequ¨ªa repentina, es hidrol¨®gica, provocada por un d¨¦ficit prolongado de precipitaciones¡±Sergio Vicente Serrano, cient¨ªfico del Instituto Pirenaico de Ecolog¨ªa (IPE¨CCSIC)
¡°Lo que estamos viviendo ahora en Espa?a no es una sequ¨ªa repentina, es hidrol¨®gica, provocada por un d¨¦ficit prolongado de precipitaciones¡±, destaca Sergio Vicente Serrano, del Instituto Pirenaico de Ecolog¨ªa (IPE¨CCSIC). ¡°Pero en mayo del a?o pasado tuvimos una ola de calor y se estima que la cosecha de cereal se redujo en un 25%¡±. Vicente Serrano es uno de los creadores del Monitor de Sequ¨ªas Repentinas y que en 2020 public¨® junto a colegas del IPE y la Universidad de Zaragoza un trabajo similar al de Yuan y al de Christian con datos desde 1961, pero centrado en la pen¨ªnsula ib¨¦rica y Baleares. Sus resultados son, en cierta medida, los mismos pero a escala m¨¢s reducida. As¨ª, la frecuencia de sequ¨ªas repentinas es mayor en el norte y noroeste, es decir, en la Espa?a h¨²meda. Lo que no encontraron es una tendencia clara al alza en la frecuencia, ¡°salvo en el centro y el sur, particularmente en verano¡±.
La causa del aumento de las sequ¨ªas repentinas, para el cient¨ªfico espa?ol, tambi¨¦n est¨¢ en el calentamiento global. Y da un dato: ¡°En estos 60 a?os, la demanda atmosf¨¦rica [de humedad] media anual por metro cuadrado ha subido en 125 litros, pasando de 1.100 litros en 1961 a 1.200 litros ahora. Si no tenemos esos 1.200 litros, se produce estr¨¦s en las plantas, los cultivos, el suelo¡±.
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