Menos agua en los embalses, m¨¢s hect¨¢reas que regar
Las reservas h¨ªdricas de las cuencas del Segura, Guadiana o Guadalquivir est¨¢n por debajo del nivel medio de la ¨²ltima d¨¦cada, pero en ese tiempo han aumentado los regad¨ªos
Los 3.000 vecinos de Fuente de Piedra (M¨¢laga) llevan cuatro a?os sin poder beber agua del grifo. El acu¨ªfero principal que nutre su red se agot¨® y cuando se pinch¨® m¨¢s profundo bajo tierra, el agua se volvi¨® salada: demasiado nivel de cloruro. ¡°Ha sido un c¨²mulo de factores, como la escasez de lluvia en la ¨²ltima d¨¦cada y la agricultura, que consume mucha agua¡±, resume su alcalde, Siro Pach¨®n. Cada martes y viernes llegan al pueblo los camiones cisterna con el agua potable.
Fuente de Piedra es el ejemplo extremo de una alarma acuciante: las reservas de agua menguan y la mitad sur del p...
Los 3.000 vecinos de Fuente de Piedra (M¨¢laga) llevan cuatro a?os sin poder beber agua del grifo. El acu¨ªfero principal que nutre su red se agot¨® y cuando se pinch¨® m¨¢s profundo bajo tierra, el agua se volvi¨® salada: demasiado nivel de cloruro. ¡°Ha sido un c¨²mulo de factores, como la escasez de lluvia en la ¨²ltima d¨¦cada y la agricultura, que consume mucha agua¡±, resume su alcalde, Siro Pach¨®n. Cada martes y viernes llegan al pueblo los camiones cisterna con el agua potable.
Fuente de Piedra es el ejemplo extremo de una alarma acuciante: las reservas de agua menguan y la mitad sur del pa¨ªs mira desesperado al cielo, mientras el cambio clim¨¢tico acent¨²a la variabilidad de las lluvias y augura a lo largo del siglo XXI una merma de los caudales del 24% y de hasta el 40% en las zonas m¨¢s sensibles, seg¨²n calcula el Centro de Estudios y Experimentaci¨®n de Obras P¨²blicas, del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica y el Reto Demogr¨¢fico.
En estos momentos, varias cuencas del sur del pa¨ªs muestran signos alarmantes. En concreto, los embalses del Segura est¨¢n al 35,5% de su capacidad, los del Guadiana al 32,5% y los del Guadalquivir al 32,1%. Tres zonas hidrogr¨¢ficas donde las reservas de agua se encuentran hoy bastante por debajo del nivel medio de los ¨²ltimos 10 a?os, como muestra el ¨²ltimo bolet¨ªn semanal del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica.
Parad¨®jicamente, esta creciente preocupaci¨®n por la escasez de agua no es la misma ante el uso que se hace de ella. En el conjunto del territorio que se abastece de estas mismas cuencas ¡ªformado por las regiones de Andaluc¨ªa, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia¡ª el cultivo de regad¨ªo ha crecido un 15% en la ¨²ltima d¨¦cada, hasta alcanzar los 2,1 millones de hect¨¢reas, seg¨²n c¨¢lculos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n. ?Es sostenible este crecimiento?
Los expertos alertan de que este aumento del regad¨ªo debe corregirse y empezar a menguar, las confederaciones afectadas alegan que el crecimiento es hoy d¨ªa nulo o m¨ªnimo y los agricultores defienden su papel esencial en la cadena alimentaria, puesto en valor durante la pandemia. ¡°Si prometemos m¨¢s regad¨ªo es a costa de hacerlo m¨¢s vulnerable, es un suicidio colectivo. La sostenibilidad no consiste en frenar el desarrollo, sino en respetar los l¨ªmites que impone la naturaleza¡±, recuerda Pedro Arrojo, profesor em¨¦rito de an¨¢lisis econ¨®mico en la Universidad de Zaragoza.
La escasez de lluvias afecta a los cultivos, pero tambi¨¦n a la ganader¨ªa. ¡°Este a?o se ha recuperado, pero los dos anteriores [2018 y 2019] acarreamos agua por primera vez para el ganado y compramos paja porque el campo estaba pelado¡±, explica Juana Carrasco, ganadera y veterinaria en Puebla de Guzm¨¢n (Huelva), que no recuerda tanta escasez de lluvias en sus 30 a?os en el campo.
A pesar de la previsi¨®n de menos agua, los agricultores solicitan cambiar sus cultivos del secano a regad¨ªo ¡ªde cereales y girasol a frutales o c¨ªtricos, por ejemplo¡ª porque el beneficio econ¨®mico se dispara y el trabajo, al mecanizarse, suele ser menos duro y reduce tanto sacrificio. Las confederaciones hidrogr¨¢ficas de Madrid para abajo ¡ªGuadiana, Guadalquivir, Mediterr¨¢nea y Segura, entre otras¡ª, cuyos embalses bajan del 50% a diferencia de la mitad norte, frenan las nuevas peticiones para aumentar el regad¨ªo pese a las presiones de agricultores y alcaldes. ¡°Vemos sostenible el regad¨ªo porque se utiliza mucha menos agua y los cultivos se desplazar¨¢n con los a?os de una zona a otra del pa¨ªs, hacia donde haya agua disponible. No quiero ampliaci¨®n, pero tampoco me puedo oponer porque hoy una hect¨¢rea de regad¨ªo produce como seis de secano¡±, alega Andr¨¦s del Campo, presidente de la mayor federaci¨®n de comunidades de regantes, Fenacore, que agrupa a 700.000 agricultores.
La mejora de la tecnolog¨ªa de riego ha multiplicado su eficiencia: se utiliza un 27% menos de agua, pero se necesita un 700% m¨¢s de energ¨ªa, seg¨²n c¨¢lculos oficiales. Con la eficiencia del riego ¡ªimplantado en el 75% de los cultivos¡ª y el paso de frutales y c¨ªtricos a olivar, vi?edo y almendro, cultivos que consumen la mitad de agua, el ahorro repercute en un 55% en la confederaci¨®n y en un 45% en el agricultor, que tiene margen para ampliar hect¨¢reas. Sin embargo, los expertos conservacionistas critican que el ahorro de agua no repercute en las cuencas. ¡°Es el falso mito de la modernizaci¨®n de regad¨ªo, el ahorro de agua en caudales no significa que se saque menos agua del r¨ªo y los agricultores duplican las hect¨¢reas y plantan producciones m¨¢s intensivas¡±, critica Antonio Amarillo, de Ecologistas en Acci¨®n.
¡°Las confederaciones padecen una insuficiencia brutal de medios. Se nos exigen inspecciones sin recursos, ni humanos ni materiales¡±, se queja Mario Urrea, presidente de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Segura, que abarca las provincias de Albacete, Alicante, Almer¨ªa y Murcia, donde la crisis del Mar Menor ha puesto a los agricultores frente al espejo ante el excesivo uso y vertido de nutrientes.
Urrea asegura que la superficie de regad¨ªo no ha crecido en su cuenca, a pesar de que el Ministerio de Agricultura se?ala un aumento del 4% en Murcia en la ¨²ltima d¨¦cada. La cuenca del Segura tiene un punto de esperanza con las desaladoras, las que est¨¢n ya funcionamiento y que se completar¨¢n en 2022 para aportar 400 hect¨®metros c¨²bicos al a?o, cuando los regad¨ªos tradicionales demandan 300. ¡°Tenemos la ventaja de que el agua desalada estar¨¢ s¨ª o s¨ª y eso nos da una cierta ventaja, aunque penalizada por la tarifa¡±, matiza sobre el aumento de precio que los agricultores aceptan ante la falta de alternativa. Si el agua del trasvase est¨¢ a 9 c¨¦ntimos, la desalada se paga a 57 c¨¦ntimos.
Sin embargo, las desaladoras son una excepci¨®n en Espa?a, uno de los pa¨ªses del mundo con m¨¢s presas por persona y kil¨®metro cuadrado. ¡°La tendencia a que haya menos agua es tanto a largo plazo como a corto plazo, no podemos dar el agua con la misma alegr¨ªa. El reto es pasar de la gesti¨®n reactiva a la preventiva¡±, alerta Rafael Seiz, de WWF. Por su parte, V¨ªctor Cifuentes, jefe de planificaci¨®n de la Confederaci¨®n del Guadalquivir, que dispone de al menos dos a?os de abastecimiento con las reservas actuales, responde: ¡°La gesti¨®n del agua para regad¨ªo es m¨¢s dif¨ªcil que hace d¨¦cadas, ya que el agricultor actual tiene m¨¢s de empresario y de inversor y necesita m¨¢s garant¨ªa [de recibir el agua concedida por las confederaciones]¡±. Entre ambos extremos, Gonzalo Delac¨¢mara, asesor en pol¨ªtica de agua del Banco Mundial y la Comisi¨®n Europea, tercia: ¡°Nunca solucionaremos el problema si se criminaliza al regante, socialmente no hemos pasado esos ahorros de agua a los regantes, a los que preocupa la seguridad de poder regar en 25 a?os¡±.
California es un Estado con parecidas carencias h¨ªdricas a Espa?a y ha visto dos soluciones para paliar el oscuro panorama. Por una parte, la captura de caudales durante las crecidas de r¨ªos y barrancos para recargar los acu¨ªferos, us¨¢ndolos como embalses subterr¨¢neos, y, por otra, la creaci¨®n de consorcios entre las ciudades y zonas agr¨ªcolas. ¡°Las ciudades necesitan una garant¨ªa pr¨¢cticamente total de que no sufrir¨¢n cortes de suministro y suelen invertir en opciones m¨¢s caras, como la reutilizaci¨®n y la desalaci¨®n, que las zonas agr¨ªcolas, que no tienen tanta capacidad de inversi¨®n¡±, incide por correo electr¨®nico Alvar Escriv¨¢-Bou, investigador visitante del Instituto de Pol¨ªticas P¨²blicas de California, que prev¨¦ reducir un 10% la superficie agr¨ªcola para ser sostenibles en 2040.
En Andaluc¨ªa, que aglutina el 28% de las 3,8 millones de hect¨¢reas de riego, hay embalses como el de Charco Redondo, el ubicado m¨¢s al sur de Europa, al 17%, Beninar al 8% (Almer¨ªa) o Corumbel Bajo (Sevilla) al 8%. Y sin embargo, la suerte de los vecinos de Fuente de Piedra parece que cambiar¨¢ el pr¨®ximo verano, si acaba la obra para la nueva planta de tratamiento de aguas que les permita beber de nuevo del grifo y abandonar tanta botella de pl¨¢stico.
La epidemia de los acu¨ªferos ilegales
Una plaga silenciosa esquilma los 761 acu¨ªferos espa?oles identificados: los pozos ilegales, que los expertos cifran en un mill¨®n. Amparados en la falta de inspectores y la facilidad para ocultarlos, muchos agricultores sacan agua sin permiso y el 25% de las masas de agua subterr¨¢nea, que acumulan 48.000 hect¨®metros c¨²bicos, est¨¢n en mal estado cuantitativo por sobreexplotaci¨®n, seg¨²n estimaciones oficiales.
De los 63 acu¨ªferos de la Cuenca del Segura, 20 est¨¢n sobreexplotados, seg¨²n la confederaci¨®n de dicha zona. Sus inspectores impusieron 771 sanciones el a?o pasado por captaciones ilegales de agua, un centenar m¨¢s que hace cuatro a?os. La tendencia al alza en Murcia es compartida en Andaluc¨ªa, donde solo en el valle del Guadalquivir los inspectores iniciaron 1.106 expedientes en 2016, que se elevaron a 1.687 en 2018 y a 1.512 en 2019. ¡°En Murcia ya hay pozos para riego a 600 metros. Mientras quede un litro de agua en el subsuelo, los agricultores lo sacar¨¢n¡±, critica Francisco Casero, presidente de la Fundaci¨®n Savia.
Do?ana, patrimonio de la humanidad, es la punta de lanza de este fen¨®meno ilegal por el que los empresarios de la fresa han robado agua durante a?os y que ha provocado que la Comisi¨®n Europea denuncie a Espa?a ante el Tribunal de Justicia de la UE. ¡°Desde que se detecta un pozo hasta que llega la Guardia Civil para cerrarlo pueden pasar siete a?os si el agricultor apura los resortes legales¡±, ejemplifica V¨ªctor Cifuentes, jefe de planificaci¨®n de la Confederaci¨®n del Guadalquivir. La Junta andaluza ha rechazado opinar para este reportaje.
?C¨®mo se ha llegado a esta situaci¨®n en Andaluc¨ªa? ¡°Con el agua muy barata, muy poco control de la Junta y la confederaci¨®n para frenar a los lobbies del regad¨ªo, regantes y alcaldes, y muy poco esfuerzo desde el agricultor. Habr¨ªa que reducir los regad¨ªos un 20% hasta 2030 del Tajo hacia abajo¡±, analiza Joan Corominas, de la Fundaci¨®n Nueva Cultura del Agua y exdirector de la Agencia Andaluza del Agua.
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