El permafrost: el ¡°suelo congelado eterno¡± de Siberia se derrite
En Saj¨¢-Yakutia, asentada casi por completo sobre permagel, los efectos del calentamiento global cambian radicalmente el paisaje y la vida cotidiana. La degradaci¨®n de la capa helada provoca la inestabilidad del terreno y libera m¨¢s gases de efecto invernadero, lo que acelera el cambio clim¨¢tico. En esta remota regi¨®n rusa arranca esta serie de reportajes semanales sobre la huella del calor en el mundo
El permafrost: el ¡°suelo congelado eterno¡± de Siberia se derrite
Con pasos certeros, Erel Struchkov sortea las estr¨ªas de arena y los torcidos matorrales en la pronunciada pendiente del cr¨¢ter Batagaika. Hace tres lustros que baj¨® por primera vez al fondo de la megadepresi¨®n, la mayor creada por deshielo de permafrost del planeta. En su pueblo, Batagai, a unos 50 intransitables kil¨®metros del gran agujero, se rumoreaba que en verano, cuando desaparece la gruesa capa de nieve y hielo que lo recubre todo en una zona de Siberia que alcanza f¨¢cilmente los 50 grados negativos en invierno, se pod¨ªan hallar en el fondo preciados colmillos de marfil de mamut y grandes huesos prehist¨®ricos, que hab¨ªan permanecido congelados durante siglos y que comenzaban a aflorar con el deshielo de aquel suelo antiguo. ¡°Apenas hace falta aguzar el o¨ªdo para sentir el quejido de la tierra¡±, susurra Struchkov, de 35 a?os, hoy convertido en gu¨ªa cient¨ªfico del ¨¢rea.
El crujido es constante, casi musical. Hasta que el calor cada vez m¨¢s agudo y sostenido de julio hace burbujear las g¨¦lidas paredes del cr¨¢ter, que liberan de sus brillantes vetas, como con un disparo, pedazos de roca y losas hielo viejo, ampliando la enorme cicatriz en la tierra. El calentamiento global tiene consecuencias devastadoras en todo el planeta. Y el llamativo boquete, cuyo suelo de permafrost abarca hasta 650.000 a?os ¡ªel m¨¢s antiguo de Eurasia, seg¨²n los estudios¡ª, es un indicador de lo que sucede en todo el mundo. Y representa la especial vulnerabilidad del ?rtico, un territorio donde las temperaturas se han disparado hasta dos y tres veces m¨¢s r¨¢pido que el promedio mundial durante los ¨²ltimos 30 a?os, se?ala Anna Kurbatova, profesora de Ecolog¨ªa de la Universidad RUDN.
Tambi¨¦n visibiliza el impacto del deshielo del permafrost (que tambi¨¦n se localiza en gran cantidad bajo Alaska, partes de Canad¨¢ o Escandinavia) en Rusia, donde hasta 170 variedades de ese suelo congelado de diferentes temperaturas, contenido de hielo y hasta 1,5 kil¨®metros de profundidad cubren dos tercios del pa¨ªs, precisa Alexander Fedorov, del Instituto Melnikov Permafrost de Yakutsk. Y especialmente en Saj¨¢-Yakutia, una colosal regi¨®n, tan grande como media Europa y que si fuera un pa¨ªs ser¨ªa el octavo del mundo en extensi¨®n, que est¨¢ asentada casi por completo sobre hielo subterr¨¢neo (tambi¨¦n llamado permagel). Un territorio remoto del noreste de Siberia, conocido por sus dur¨ªsimos Gulag desde la ¨¦poca zarista y sobre todo durante el estalinismo, en el que hoy viven menos de un mill¨®n de personas y cuya espl¨¦ndida riqueza en diamantes, oro y otros recursos naturales no se traduce sin embargo en infraestructuras y desarrollo para la regi¨®n.
El pensamiento, vida y econom¨ªa de Saj¨¢-Yakutia, una de las zonas pobladas m¨¢s fr¨ªas del planeta, han estado asociados durante siglos con el permafrost estable. ¡°Su deshielo y el fen¨®meno de desertificaci¨®n del territorio est¨¢n cambiando a pasos agigantados la sociedad, las infraestructuras y la estructura agr¨ªcola¡±, expone la experta Kurbatova. Y tambi¨¦n la orograf¨ªa de la estrat¨¦gica regi¨®n: propicia graves inundaciones, cubre el territorio de lagos y pantanos, alimenta los cada vez m¨¢s devastadores incendios que devoran sus bosques o desencadena nuevos y profundos cr¨¢teres. Adem¨¢s, conforme ese suelo helado se derrite, bacterias y material org¨¢nico congelados en ¨¦l durante mucho tiempo se descomponen y provocan la liberaci¨®n de gases de efecto invernadero. Y esto, a su vez, acelera el cambio clim¨¢tico. Un c¨ªrculo vicioso.
Durante d¨¦cadas, el cr¨¢ter Batagaika se ampliaba en unos 10 metros al a?o. Desde 2016 crece casi 16 metros, seg¨²n un denso estudio de la Universidad de Potsdam (Alemania). Hoy, el enorme boquete en las tierras altas del r¨ªo Yana se asemeja desde el cielo a una mantarraya. O a un espermatozoide, bromea Erel Struchkov. Uno gigante, con la cabeza de un kil¨®metro de ancho, 2,5 kil¨®metros de largo y una oquedad rugosa de hasta 100 metros. En sus profundidades, los arroyuelos nuevos de agua helada exponen a¨²n de cuando en cuando restos de fauna prehist¨®rica y materia org¨¢nica podrida que atufa el ambiente y atrae a osos y a peque?os depredadores.
El antiqu¨ªsimo permafrost del Batagaika hab¨ªa sobrevivido ya a eventos clim¨¢ticos excepcionalmente c¨¢lidos. Incluso a temperaturas de hasta 5? m¨¢s que los registrados durante los ¨²ltimos 11.700 a?os, se?ala un informe reciente de un grupo de geocient¨ªficos brit¨¢nicos, rusos y alemanes. Sin embargo, es muy sensible a las perturbaciones inducidas por el hombre, advierten los investigadores, liderados por Julian Murton, de la Universidad de Sussex.
Su deshielo y el fen¨®meno de desertificaci¨®n del territorio est¨¢ cambiando a pasos agigantados la sociedad, las infraestructuras y la estructura agr¨ªcolaAnna Kurbatova, profesora de Ecolog¨ªa de la Universidad RUDN.
El boquete de Batagaika fue un simple y canijo barranco sin nombre en las tierras altas del r¨ªo Yana hasta que la tala de un bosque en la d¨¦cada de 1960 y la ausencia de sombra propici¨® que se calentase el suelo y provoc¨® el deshielo del permafrost justo debajo. El terreno se hundi¨®. Los habitantes de los pueblos y aldeas cercanas lo llamaron entonces ¡°el colapso del suelo¡±. Pero cuando empez¨® a ampliarse y a devorar m¨¢s terreno, muchos pensaron que llegar¨ªa a ahogar incluso el pueblo de Batagai, y algunos bautizaron el cr¨¢ter como ¡°la puerta al inframundo¡±, el tercero de los universos, seg¨²n la tradici¨®n y la religi¨®n saj¨¢ ¡ªuno de los grupos ¨¦tnicos m¨¢s numerosos de Siberia y mayoritario en la zona¡ª, y en el que vive el diablo.
Continuidad del permafrost
Porcentaje de superficie ocupada
por la tierra helada
Continuo (90-100%)
Discontinuo (50-90%)
Espor¨¢dico (10-50%)
Aislado (0-10%)
CANAD?
Cr¨¢ter Batagaika
SAJ?-YAKUTIA
Chersky
Verjoyansk
Norilsk
Churapcha
Yakutsk
RUSIA
CHINA
La expansi¨®n del cr¨¢ter Batagaika
El deshielo ha causado el crecimiento constante de la oquedad. El m¨¢s acentuado se produjo hasta 2013, pero el suelo contin¨²a derriti¨¦ndose en la actualidad.
27 de agosto
1999
500 m
2000
20 de agosto
2005
Cr¨¢ter
2010
23 de julio
2013
16 de julio
2021
2020
1 km
Anomal¨ªas de temperatura en junio
Diferencia en 2021 con respecto al promedio 1951-1980, en ?C
Aumento promedio
+0,83?C
+0,2
¨C0,5
+6,7
+1
+2
¨C2
+4
¨C0,2
¨C1
+0,5
En Europa, Norte de ?frica y Asia occidental se ha observado un aumento de entre dos y cuatro grados
Canad¨¢
y Alaska
Hemisferio norte
Cr¨¢ter
Batagaika
Siberia
Suroeste de China
Fuentes: NASA (Circum-Arctic Map of Permafrost
and Ground-Ice Conditions/NSIDC y Gistemp)
y SentinelHub.
NACHO CATAL?N / EL PA?S
Continuidad del permafrost
Porcentaje de superficie ocupada por la tierra helada
Continuo (90-100%)
Espor¨¢dico (10-50%)
Discontinuo (50-90%)
Aislado (0-10%)
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Cr¨¢ter Batagaika
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CHINA
La expansi¨®n del cr¨¢ter Batagaika
El deshielo ha causado el crecimiento constante de la oquedad. El m¨¢s acentuado se produjo hasta 2013, pero el suelo contin¨²a derriti¨¦ndose en la actualidad.
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Canad¨¢
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Hemisferio norte
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Fuentes: NASA (Circum-Arctic Map of Permafrost
and Ground-Ice Conditions/NSIDC y Gistemp)
y SentinelHub.
NACHO CATAL?N / EL PA?S
Continuidad del permafrost
Porcentaje de superficie ocupada por la tierra helada
Continuo
(90-100%)
Discontinuo
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Espor¨¢dico
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Aislado
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CANAD?
Oc¨¦ano
Atl¨¢ntico
Alaska
Groenlandia
Cr¨¢ter Batagaika
SAJ?-YAKUTIA
Chersky
Verjoyansk
Norilsk
Siberia
RUSIA
Churapcha
Yakutsk
RUSIA
C¨¢ucaso
CHINA
Meseta del
T¨ªbet
Himalaya
La expansi¨®n del cr¨¢ter Batagaika
El deshielo ha causado el crecimiento constante de la oquedad. El m¨¢s acentuado se produjo hasta 2013, pero el suelo contin¨²a derriti¨¦ndose en la actualidad.
2000
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Anomal¨ªas de temperatura en junio
Diferencia en 2021 con respecto al promedio 1951-1980, en ?C
Canad¨¢ y
Alaska
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promedio
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En Europa, Norte de ?frica y Asia occidental se ha observado un aumento de entre dos y cuatro grados
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Suroeste de China
¨C1
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Hemisferio norte
Fuentes: NASA (Circum-Arctic Map of Permafrost and Ground-Ice Conditions/NSIDC y Gistemp)
y SentinelHub.
NACHO CATAL?N / EL PA?S
Continuidad del permafrost
Porcentaje de superficie ocupada por la tierra helada
Continuo
(90-100%)
Discontinuo
(50-90%)
Espor¨¢dico
(10-50%)
Aislado
(0-10%)
CANAD?
Oc¨¦ano
Atl¨¢ntico
Alaska
Groenlandia
Cr¨¢ter Batagaika
SAJ?-YAKUTIA
Chersky
ESPA?A
Alpes
Verjoyansk
Norilsk
Siberia
RUSIA
Churapcha
Yakutsk
Oc¨¦ano
Pac¨ªfico
C¨¢rpatos
RUSIA
C¨¢ucaso
CHINA
Meseta del
T¨ªbet
Himalaya
La expansi¨®n del cr¨¢ter Batagaika
El deshielo ha causado el crecimiento constante de la oquedad. El m¨¢s acentuado se produjo hasta 2013, pero el suelo contin¨²a derriti¨¦ndose en la actualidad.
2000
2010
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1999
2005
2013
2021
27 de agosto
20 de agosto
23 de julio
16 de julio
500 m
Cr¨¢ter
1 km
Anomal¨ªas de temperatura en junio
Diferencia en 2021 con respecto al promedio 1951-1980, en ?C
Canad¨¢ y
Alaska
+6,7
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Aumento
promedio
+1
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Cr¨¢ter
Batagaika
Siberia
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En Europa, Norte de ?frica y Asia occidental se ha observado un aumento de entre dos y cuatro grados
+0,2
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Suroeste de China
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Hemisferio norte
Fuentes: NASA (Circum-Arctic Map of Permafrost and Ground-Ice Conditions/NSIDC y Gistemp)
y SentinelHub.
NACHO CATAL?N / EL PA?S
En ruso, el permafrost se llama po¨¦ticamente ¡°suelo congelado eterno¡±. Pero no ha sido as¨ª. Su degradaci¨®n se aprecia de forma cada vez m¨¢s clara en el paisaje. Y no solo en el cr¨¢ter Batagaika y otras depresiones causadas por el deterioro de esa capa helada. Las inundaciones provocan casi cada primavera importantes da?os en innumerables y remotas aldeas. Y hace impracticable para el cultivo y el pasto ricos terrenos en los que antes hab¨ªa pueblos enteros y granjas de vacas o de caballos, acelerando los procesos migratorios y dejando el territorio, en el que moverse es una odisea, todav¨ªa m¨¢s despoblado. En Rusia, sobre todo en Siberia, las tierras cultivables para la agricultura se han reducido a la mitad desde 1990 por la desaparici¨®n de las granjas estatales y el deterioro del terreno. En Churapcha, una ciudad conocida por su tradici¨®n de lucha libre saj¨¢ a unos 180 kil¨®metros de la capital regional, Yakutsk, la termoerosi¨®n es especialmente visible: ha abombado a ronchas prados enteros, que ahora parecen cubiertos de verrugas gigantes.
All¨ª mismo, hace casi dos d¨¦cadas, en el subsuelo, una expedici¨®n arqueol¨®gica localiz¨® varias tumbas y cad¨¢veres congelados datadas alrededor del a?o 1714. Ocho a?os despu¨¦s, el hallazgo de fragmentos del ADN de la viruela en el tejido pulmonar de una de las momias alert¨® a los expertos de todo el mundo, que hablaron de la ¡°aterradora¡± ¡ªaunque improbable¡ª posibilidad de la reaparici¨®n as¨ª del virus mortal.
Grietas en el reino del fr¨ªo
Cueva-laboratorio del Instituto Melnikov Permafrost de Yakutsk. M.R.S.
Hasta la d¨¦cada de 1980, Saj¨¢-Yakutia, denominada tambi¨¦n como ¡°reino del fr¨ªo¡±, no conoci¨® los problemas del calentamiento global, recuerda el cient¨ªfico Alexander Fedorov en su despacho de Yakutsk, con las paredes cubiertas de libros y mapas de la regi¨®n, que comprende el 20% del territorio de Rusia. Su equipo estudia y mapea los distintos tipos de permafrost y su comportamiento. Investigan sobre el terreno pero tambi¨¦n en las profundidades de la cueva excavada en el suelo de permafrost debajo del Instituto Melnikov. Con casi 30 grados en la calle, la temperatura 12 metros bajo el edificio es de -8?. ¡°Estos procesos de calentamiento son muy tangibles para nosotros, la tierra se ir¨¢ degradando y aqu¨ª viviremos cada vez peor. Pero si no detenemos el deshielo del permafrost el impacto negativo no solo se sentir¨¢ en la regi¨®n; ser¨¢ enorme en todo el planeta¡±, advierte el experto.
Kristina e Ivan Somaev no hacen pron¨®sticos. Subsisten al d¨ªa. O m¨¢s bien invierno a invierno. La casa en la que viven la pareja y sus hijos, Denis y Vika, de 10 y cuatro a?os, es uno de los m¨¢s de un millar de edificios de Yakutsk da?ados por el clima y la p¨¦rdida del permafrost, seg¨²n cifras del Ayuntamiento. En la capital de la regi¨®n, donde viven unas 330.000 personas, la mayor¨ªa de las edificaciones est¨¢n construidas sobre pilares. Pero aun as¨ª, la degradaci¨®n del permafrost, el movimiento y los contrastes de temperatura entre los inviernos g¨¦lidos y los veranos cada vez m¨¢s c¨¢lidos han agrietado muchas fachadas, carreteras y aceras. En casa de los Somaev, donde la mala construcci¨®n deja pasar el fr¨ªo helador en invierno, las paredes zozobran. ¡°La Administraci¨®n insiste en que todo est¨¢ bien, prometen que har¨¢n reparaciones, pero tras peque?os retoques las cosas siguen igual¡±, se lamenta Somaev.
El riesgo para las infraestructuras de que se derrita esa capa subterr¨¢nea de terreno congelado no es peque?o. En junio del a?o pasado, provoc¨® el derrumbe de un tanque de combustible di¨¦sel en Norilsk, que derram¨® fuel en una zona protegida. Fue el mayor vertido de la historia en el ?rtico: 20.000 toneladas de di¨¦sel. Tras lo ocurrido, las llamadas de alerta de especialistas y ambientalistas y una ins¨®lita reprimenda del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, a la empresa responsable, la Fiscal¨ªa general rusa encarg¨® un estudio de las infraestructuras estrat¨¦gicas construidas sobre territorio de permafrost y por tanto vulnerables: desde puentes hasta dep¨®sitos de combustible o centrales el¨¦ctricas. Adem¨¢s de innumerables edificios de viviendas. Sin embargo, mitigar el da?o provocado por la degradaci¨®n del hielo en las infraestructuras rusas puede sumar m¨¢s de 100.000 millones de d¨®lares para 2050, calcula Dmitri Strelevskiy, de la Universidad George Washington, en un estudio.
Estos procesos de calentamiento son muy tangibles para nosotros, la tierra se ir¨¢ degradando y aqu¨ª viviremos cada vez peorAlexander Fedorov, cient¨ªfico
Nariyana Romanova volvi¨® hace poco a Yakutsk tras pasar una temporada viviendo en Mosc¨² y viajando por el mundo. Ahora ense?a ingl¨¦s. Ama profundamente su regi¨®n, pero le teme al futuro. ¡°Tengo 27 a?os y me asusta que quiz¨¢ mis hijos, y con toda probabilidad mis nietos, no encuentren las cosas como ahora¡±, se lamenta. Es pesimista. Y no es para menos cuando estos d¨ªas Yakutsk se asemeja a una pel¨ªcula dist¨®pica. La ciudad est¨¢ envuelta en una nube ocre de humo t¨®xico, derivada de los salvajes incendios forestales que han devorado ya m¨¢s de 1,6 millones de hect¨¢reas de los densos bosques de taiga de la regi¨®n.
El humo es tan denso que el aeropuerto suspendi¨® durante un par de d¨ªas los vuelos. Y las autoridades han advertido a la ciudadan¨ªa de que no salga de casa debido a la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica: los an¨¢lisis de sat¨¦lite muestran que las part¨ªculas en suspensi¨®n en el aire PM2,5, tan diminutas que pueden penetrar en el torrente sangu¨ªneo, han aumentado m¨¢s all¨¢ de los 1.000 microgramos por metro c¨²bico en los ¨²ltimos d¨ªas, es decir, m¨¢s de 40 veces la concentraci¨®n recomendada por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. ¡°El Gobierno y los bur¨®cratas no tienen previsi¨®n ni plan. Y mientras los fuegos no se acerquen a las ciudades se van a mantener impasibles¡±, dice Romanova, que critica las llamadas de alerta de las autoridades rusas sobre la emergencia clim¨¢tica como ¡°insultantemente d¨¦biles¡±.
En Verjoyanks, a unos 75 kil¨®metros del cr¨¢ter Batagaika, Ayal Vasilev ironiza con que debido al cambio clim¨¢tico pronto se podr¨¢n cultivar all¨ª sand¨ªas e incluso pl¨¢tanos. ¡°Los veranos son cada vez m¨¢s c¨¢lidos y algunos se alegran, porque nos vamos desacostumbrando al fr¨ªo y los inviernos fr¨ªos se hacen duros; pero es peligroso¡±, reconoce el joven de 20 a?os, que ha regresado a su aldea natal desde Yakutsk, donde estudiaba Pedagog¨ªa, para echar una mano a su madre, Larissa Popova, que trata de montar una casa rural para turistas.
Aunque mantiene el estatus de ciudad, Verjoyansk, que una vez tuvo un peque?o aeropuerto, apenas cuenta ahora con un millar de vecinos. En el asentamiento, que compite con otro de la regi¨®n por el t¨ªtulo de Polo Fr¨ªo (el lugar habitado m¨¢s g¨¦lido del mundo), se registr¨® una temperatura de -67,8?C en 1885, comenta Liubov Perfilieva, t¨¦cnica en su ya hist¨®rica estaci¨®n meteorol¨®gica. El verano pasado bati¨® otro r¨¦cord; esta vez positivo: 38 t¨®rridos grados. Los ni?os se lanzaron a chapotear en el lago y Perfilieva y la otra t¨¦cnica de la estaci¨®n se dispusieron, como hacen cada tres horas, a medir y anotar todas las variables en esa zona ¨¢rtica; incluida la temperatura del permafrost. ¡°Ahora a unos 10 metros se registran -8?¡±, dice la cient¨ªfica tras extraer la vara medidora de temperatura de un profundo agujero en el suelo.
Las cosas han cambiado muy r¨¢pido en toda la zona, abunda el alcalde de Verjoyansk, Dulust¨¢n Kapitonov. ¡°El a?o pasado, en el caluroso verano aparecieron p¨¢jaros desconocidos, con colas parecidas a loros. Y un oso polar camin¨® por el distrito¡±, recuerda el regidor, de 29 a?os. De hecho, en los ¨²ltimos 25 a?os, los ornit¨®logos han identificado en Saj¨¢-Yakutia 48 especies no aut¨®ctonas y raras en la regi¨®n, como patos reales o golondrinas. ¡°Los dichos populares y ¡®recetas¡¯ de nuestros antepasados ya no funcionan¡±, advierte. A Natalia Lapteva, conservadora del museo de Verjoyansk, que expone huesos de mamuts y bisontes y tambi¨¦n la historia de algunos de los represaliados enviados a la zona, los r¨¢pidos cambios le generan algo de ansiedad. ¡°Est¨¢ sucediendo en todo el mundo, pero a nosotros nos afecta especialmente¡±, afirma.
¡®Tesoros¡¯ en el permafrost
Albert Protopopov, del departamento de estudio de la Academia de Ciencias de Saj¨¢- Yakutia. M.R.S.
Al derretirse, el permafrost tambi¨¦n desvela vestigios de un pasado lejan¨ªsimo, el Pleistoceno. Mamuts congelados casi de una pieza, restos de bisontes, rinocerontes lanudos, leones cavernarios. Tesoros no solo para cient¨ªficos de todo el mundo, que como Albert Protopopov, jefe del departamento de la Fauna Mamut de la Academia de Ciencias de Saj¨¢-Yakutia, estudian su evoluci¨®n. Tambi¨¦n para los cada vez m¨¢s habituales cazadores de mamuts, que le sacan todo el jugo posible a la b¨²squeda de colmillos de marfil de estos animales extintos, que tienen un buen mercado sobre todo en China. Aunque estos mam¨ªferos desaparecieron del continente siberiano hace unos 10.000 a?os, las autoridades de Saj¨¢-Yakutia estiman que 500.000 toneladas de sus amarillentos colmillos todav¨ªa est¨¢n enterradas en el suelo helado.
En una de las salas del departamento de investigaci¨®n de la Academia, gigantescos huesos de mamuts, astas de reno y restos de rinoceronte lanudo se agolpan en las estanter¨ªas met¨¢licas. Apenas queda un mil¨ªmetro libre. Es como una cueva de tesoros paleontol¨®gicos para los cient¨ªficos. Con grandes congeladores de los que el bi¨®logo Protopopov extrae con cuidado a Esparta, una cachorra de le¨®n cavernario de hace 28.000 a?os. Con los ojitos cerrados, est¨¢ tan bien conservada que parece un peluche sobre el mostrador del laboratorio. Fue hallada por cazadores de mamuts en 2018. No lejos de otro cachorro de le¨®n cavernario a¨²n m¨¢s antiguo, de 48.000 a?os, un macho al que se ha llamado Boris. ¡°Las consecuencias del calentamiento global y la degradaci¨®n del permafrost, adem¨¢s del hecho de que cada vez m¨¢s personas buscan colmillos de mamuts, est¨¢ dej¨¢ndonos hallazgos de forma m¨¢s frecuente¡±, abunda el cient¨ªfico. El estudio de la fauna de la edad de hielo es clave, remarca Protopopov: ¡°No solo porque arroja cada vez m¨¢s datos sobre los propios animales extintos, tambi¨¦n porque est¨¢ directamente relacionado con el cambio clim¨¢tico¡±.
Alrededor del 80% de las muestras ¨²nicas de animales del Pleistoceno y Holoceno con tejidos blandos conservados se han encontrado en Saj¨¢-Yakutia. Entre ellos, describe orgulloso Sergu¨¦i Fedorov, director de exposiciones del Museo del Mamut de Yakutsk, una mamut hembra lanuda que hab¨ªa estado enterrada en el hielo durante unos 15.000 a?os ¡ªhasta que emergi¨® por el deshielo del permafrost en 2012 y fue localizada por cazadores¡ª, y que estaba tan bien conservada que incluso se pudo extraer una muestra de sangre y m¨¦dula, seg¨²n el informe de los investigadores. ¡°Fue ¨¦pico¡±, dice el cient¨ªfico, que particip¨® en las pesquisas, ¡°aunque estuve oliendo a mamut dos meses¡±, r¨ªe.
Ese hallazgo, que atrajo a esa remota zona de Siberia a cient¨ªficos de todo el planeta, y otros posteriores dieron mayor impulso a la secuenciaci¨®n del genoma del mamut extinto y de otros animales, como los caballos originarios de Lena, tambi¨¦n desaparecidos y de los que se han hallado ejemplares congelados con muy buena conservaci¨®n. Pero tambi¨¦n hace sobrevolar la idea de la clonaci¨®n de estas especies. Fedorov cree que es a¨²n demasiado pronto. Ve m¨¢s probables los trabajos de ¡°redise?o¡± del ADN del elefante asi¨¢tico, el pariente evolutivo vivo m¨¢s cercano, para que se asemeje al extinto mamut lanudo.
Al norte de Saj¨¢-Yakutia, en Chersky, a orillas del r¨ªo Kolim¨¢, celebre por los oscuros Gulag sovi¨¦ticos, el cient¨ªfico Sergu¨¦i Zimov y su hijo, Nikita, han creado una estaci¨®n de investigaci¨®n y han puesto en marcha un proyecto pionero para restaurar el ecosistema prehist¨®rico. Quieren demostrar su hip¨®tesis de que la presencia de grandes herb¨ªvoros en la tundra ¨¢rtica ralentiza el deshielo del permafrost. Su experimento se llama Parque Pleistoceno, un ¨¢rea en la que han desplegado caballos y renos aut¨®ctonos, pero tambi¨¦n otros animales como bueyes o yaks. Sostienen que su pisoteo compacta el suelo y lo mantiene congelado, una idea en la que abundan otros estudios, como uno de la Universidad de Yale publicado en Science en 2018. Y en ese paisaje, creen los Zimov, sentir de nuevo las pisadas de mamuts ser¨ªa el colof¨®n.
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