Duelo por el desastre del mar Menor: ¡°?C¨®mo han podido dejar que esta laguna tan bella acabe as¨ª?¡±
La muerte masiva de peces deja playas cerradas y chiringuitos vac¨ªos, con residentes que llevan a?os sin ba?arse en esas aguas o que venden su casa. El hartazgo de los ciudadanos va en aumento al ver que el problema se repite
El mar Menor se muere. Es el sentir de residentes y veraneantes que no pueden creer que est¨¦n contemplando una vez m¨¢s c¨®mo miles de peces se asfixian en las orillas de esas playas que conocen y aman. ¡°Esto era agua transparente, una laguna costera, sin nutrientes, y mira ahora¡±, se lamenta Eulalia Rubio, mientras se mete en la cala del Pino para mostrar el color verduzco del agua que oculta sus p...
El mar Menor se muere. Es el sentir de residentes y veraneantes que no pueden creer que est¨¦n contemplando una vez m¨¢s c¨®mo miles de peces se asfixian en las orillas de esas playas que conocen y aman. ¡°Esto era agua transparente, una laguna costera, sin nutrientes, y mira ahora¡±, se lamenta Eulalia Rubio, mientras se mete en la cala del Pino para mostrar el color verduzco del agua que oculta sus pies casi de inmediato. No se puede adentrar m¨¢s porque es uno de los siete arenales de la cubeta sur del mar Menor, pertenecientes al municipio de Cartagena, en Murcia, en los que ondea la bandera roja debido al desastre ambiental que vive la laguna de agua salada desde la semana pasada. Los operarios han retirado, canasta a canasta, 4,5 toneladas de peces de diversas especies, sobre todo de alevines y de adultos de algunas que viven en el fondo de la laguna. La falta de ox¨ªgeno, en un mar ahogado por los nutrientes procedentes sobre todo de la agricultura intensiva, los ha matado.
El d¨ªa, algo nublado, y el agua tranquila invitaba este lunes al ba?o, pero los arenales est¨¢n vac¨ªos, tan solo se ve¨ªa a alguna persona paseando. Jos¨¦ Juan est¨¢ dando una vuelta con el perro, el ¨²nico que se mete en el agua, porque ¨¦l no se ba?a en el mar Menor ¡°desde hace a?os¡±. Vive en esta zona desde 1985. Mientras contempla la laguna, todav¨ªa con peque?os peces dentro del agua que se pueden coger con la mano porque est¨¢n agonizando, se siente incapaz de describir su estado de ¨¢nimo. ¡°Esto no tiene nombre. Yo he visto el deterioro desde el principio, comenz¨® en los a?os noventa cuando empezaron a aparecer las medusas que se alimentaban de los nitratos¡°, describe. Pide a la gente ¡°sentido com¨²n¡± y que pida cuentas a los pol¨ªticos regionales con su voto: ¡°?C¨®mo han podido dejar que esta laguna tan bella acabe as¨ª?¡±, se pregunta.
El episodio de peces muertos de esta ¨²ltima semana ha recrudecido las cr¨ªticas de los vecinos hacia los pol¨ªticos. Es el segundo de gran magnitud desde octubre de 2019, cuando se retiraron tres toneladas de peces muertos. Entonces, una gran riada meti¨® en la laguna una masa de agua dulce y sedimentos contaminados que se sumaron al mal estado que ya ten¨ªa la laguna, de 17.000 hect¨¢reas. Ahora no ha hecho falta a?adir ning¨²n elemento meteorol¨®gico al proceso de eutrofizaci¨®n cr¨®nica que sufre el mar Menor: una constante entrada de nutrientes de los abonos agr¨ªcolas que favorecen el crecimiento de algas y otros microoganismos que consumen ox¨ªgeno y no dejan entrar la luz. Ese es el escenario en el que han emergido en los ¨²ltimos d¨ªas 4,5 toneladas de peces muertos.
Ante las cr¨ªticas vecinales, el presidente murciano, Fernando L¨®pez-Miras, ha cargado con fuerza contra el Gobierno central: ¡°No podemos consentir ni un minuto m¨¢s su inacci¨®n¡±, se?al¨® el viernes pasado en rueda de prensa. Adem¨¢s, pidi¨® las competencias de costas y de cuencas, lo que les permitir¨ªa actuar sobre el acu¨ªfero y las ramblas que descargan agua continuamente en el mar Menor, cargadas de nutrientes de los productos utilizados para abonar las cosechas. La peor rambla es la del Albuj¨®n, que cada d¨ªa vierte 30 millones de litros de agua dulce y cinco toneladas de nutrientes. Tambi¨¦n quieren drenar la gola del Marchamalo (canal artificial que conecta la laguna con el Mediterr¨¢neo), que est¨¢ llena de sedimentos. Una medida muy contestada por los expertos, que se preguntan qu¨¦ impacto va a tener eso en el Mediterr¨¢neo, un mar ya muy contaminado.
La ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica y Reto Demogr¨¢fico, Teresa Ribera, visitar¨¢ el mi¨¦rcoles la zona y ha dirigido una carta a L¨®pez Miras en la que le tiende la mano para ¡°poder abordar este asunto de manera personal¡± con ¨¦l y con su consejero. En el escrito, Ribera contesta a las cr¨ªticas del Ejecutivo regional, resaltando su ¡°compromiso absoluto con la restauraci¨®n del espacio¡±. Pero advierte: ¡°Ninguna de esas medidas puede tener la menor eficacia si no se detiene inmediatamente la sobrecarga de nitratos del mar Menor¡±. Y pide a L¨®pez Miras que resuelva de forma ¡°inmediata¡± los expedientes sancionadores emitidos por la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Segura (CHS), las inspecciones y requerimientos del Seprona y la Fiscal¨ªa.
Soluciones que no llegan
Y, mientras llegan o no las soluciones, vecinas como Victoria S¨¢nchez-Bravo, profesora del colegio de la Manga, ahora con 68 a?os y jubilada desde hace cuatro, han perdido en el camino ¡°toda la ilusi¨®n¡± por continuar en su casa, un chal¨¦ ubicado al lado de la playa de los Alemanes, otra de las afectadas por la mortandad de peces. Tanta es su decepci¨®n que la ha puesto a la venta. ¡°La compr¨¦ para que la disfrutaran mis dos hijos y mis 16 nietos, pero llevan dos a?os que ya no se ba?an aqu¨ª¡±, explica.
Victoria ten¨ªa otra casita baja en la Manga y esa es la que usan ahora sus hijos. ¡°All¨ª tienen la opci¨®n de ba?arse en el mar Mayor [por el Mediterr¨¢neo]¡±. No ve ninguna soluci¨®n a la situaci¨®n de la laguna. ¡°Son muchos a?os de dejadez y desidia, ha sido algo paulatino, vas poniendo denuncias y siguen haciendo caso omiso a todo¡±, asegura. Victoria pertenece a diferentes grupos que se han formado para defender el mar Menor; su casa est¨¢ engalanada con pancartas y en la puerta de entrada un cartel pide firmas para conseguir que el mar Menor tenga personalidad jur¨ªdica. Casi llegan a las 400.000, pero necesitan medio mill¨®n de apoyos antes del 28 de octubre para conseguir que el Parlamento lo debata.
A pocos metros, en el chiringuito Pata Palo, su due?a, Andrea Ram¨ªrez, se lamenta de que le anulan las reservas. ¡°El a?o pasado por el virus, y ahora esto¡±. Hoy solo tiene una mesa. ¡°Es una verg¨¹enza, no solo por nosotros, por los negocios, sino por c¨®mo est¨¢ el mar¡±. ¡°?No se puede uno ba?ar?¡±, se extra?a la familia Gonz¨¢lez al llegar a la playa. Sus nueve miembros optan por tomar algo en el chiringuito. ¡°Venimos desde Madrid a ba?arnos y no ten¨ªamos conocimiento de esto¡±, explican. Tambi¨¦n hay personas que llegan nuevas. Pedro Salafranca y Enma Mariscal se han comprado este a?o un apartamento conociendo el problema. ¡°Siempre te puedes ba?ar en la vertiente del Mediterr¨¢neo [muy pr¨®xima]¡±, dicen. Para ellos, la soluci¨®n est¨¢ en conseguir un equilibrio entre la agricultura y el medio natural.
La mortandad de los peces ha ido avanzando desde la semana pasada como una plaga, d¨ªa a d¨ªa, en los arenales de Cartagena. ¡°Hoy ha ido m¨¢s lejos, junto a la desembocadura de la gola de Veneciola [una de las conexiones del mar Menor con el Mediterr¨¢neo] a unos 15 kil¨®metros al norte de la Manga del Mar Menor¡±, dice Isabel Rubio, miembro de la plataforma ciudadana Pacto por el Mar Menor, que lucha por la defensa de la laguna. El lunes y martes pasados, los primeros cad¨¢veres aparecieron en la Punta Lengua de la Vaca, describe. El mi¨¦rcoles, se localizaron un poco all¨¢, en la cala del Pino y el jueves en la playa frente a la isla del Ciervo. Todav¨ªa no han dejado de encontrarlos.
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