?rboles resistentes al cambio clim¨¢tico
La diversidad de especies y tama?os dentro de un bosque relaja la competencia por el agua y la luz
Las temperaturas cada vez m¨¢s elevadas registradas en todas las estaciones meteorol¨®gicas de todo el planeta, la mayor irregularidad en la distribuci¨®n de las precipitaciones observada en el Mediterr¨¢neo y eventos extremos cada vez m¨¢s frecuentes e intensos como tormentas, olas de calor o sequ¨ªas impactan directamente en el bosque, como se?ala Jaime Coello, experto en gesti¨®n forestal sostenible del Centro de Ciencia y Tecnolog¨ªa Forestal de ...
Las temperaturas cada vez m¨¢s elevadas registradas en todas las estaciones meteorol¨®gicas de todo el planeta, la mayor irregularidad en la distribuci¨®n de las precipitaciones observada en el Mediterr¨¢neo y eventos extremos cada vez m¨¢s frecuentes e intensos como tormentas, olas de calor o sequ¨ªas impactan directamente en el bosque, como se?ala Jaime Coello, experto en gesti¨®n forestal sostenible del Centro de Ciencia y Tecnolog¨ªa Forestal de Catalu?a (CTFC). Tambi¨¦n indirectamente, en forma de falta de agua y menor vitalidad y capacidad de regenerarse de los ¨¢rboles, m¨¢s vulnerabilidad frente a las plagas o mayor riesgo de incendio. La evidencia cient¨ªfica demuestra que cuando un bosque es mixto (al menos dos especies arb¨®reas que aportan al menos el 20% del total de la madera cada una) tendr¨¢ m¨¢s estrategias para defenderse. En otras palabras, ser¨¢ m¨¢s resiliente.
En enero, el doctorando Diego Rodr¨ªguez defendi¨® su tesis Nuevos conocimientos en la modelizaci¨®n y simulaci¨®n de variables a nivel de ¨¢rbol y de rodal en bosques mixtos mediterr¨¢neos en el contexto actual de cambio clim¨¢tico en el campus de la Universidad de Valladolid (UVa) en Palencia. En su investigaci¨®n imit¨® la densidad y productividad de masas puras y mixtas en t¨¦rminos de biomasa y secuestro de CO2 para el periodo 2000-2100 bajo diferentes escenarios de cambio clim¨¢tico en Espa?a, y concluy¨®: ¡°Un aumento en la aridez har¨¢ disminuir la productividad de nuestros bosques a lo largo de este siglo, siendo esta disminuci¨®n menos dr¨¢stica en los mixtos que en los puros. Esta tendencia sugiere que los bosques mixtos podr¨ªan presentar una mayor resiliencia, productividad e incluso una mayor provisi¨®n de servicios ecosist¨¦micos que los bosques monoespec¨ªficos, jugando un papel fundamental en la adaptaci¨®n y mitigaci¨®n sostenible del cambio clim¨¢tico en el Mediterr¨¢neo¡±.
La diversidad de tama?os y especies, con necesidades distintas, relaja la competencia por la luz y el agua. Adem¨¢s, ¡°unas especies hacen de barrera para otras frente a las plagas¡±, detalla Felipe Bravo, catedr¨¢tico de la UVa, investigador del iuFOR (Instituto Universitario de Investigaci¨®n sobre Gesti¨®n Forestal Sostenible) y codirector de la tesis de Rodr¨ªguez. ¡°Y no olvidemos los intangibles¡±, tercia la otra codirectora, Celia Herrero, doctora de la empresa ECM Ingenier¨ªa Ambiental. Como pueden ser el aumento de la calidad del aire y el agua, y de la biodiversidad. ¡°Aportan m¨¢s sensaciones que un bosque puro; el doble de aromas y de colores; el doble de especies de setas¡±, enumera.
¡°Las pi?as de los pinos carrascos se abren cuando se queman; la especie se regenera cuando se produce un incendio¡±, comenta Coello como ejemplo de la capacidad de adaptaci¨®n del bosque mediterr¨¢neo al fuego. Pero este bosque mediterr¨¢neo tambi¨¦n incluye condiciones bien dotadas de precipitaci¨®n (mediterr¨¢neas subh¨²medas), que en el caso de Espa?a estar¨ªan localizadas, sobre todo, en las monta?as litorales de Catalu?a y en Grazalema (C¨¢diz). Aqu¨ª encontramos robles, casta?os, fresnos o arces, m¨¢s exigentes en humedad y sin tantos mecanismos de defensa frente a la sequ¨ªa o los incendios, seg¨²n se?ala el experto. En ellos se centra el proyecto LIFE MixForChange, del que es coordinador t¨¦cnico. ?Objetivo? Contribuir a su adaptaci¨®n y a una mayor resiliencia frente al cambio clim¨¢tico.
Evidencias cient¨ªficas
La ciencia forestal trabaja sobre las evidencias. Si est¨¢ demostrado que las masas mixtas son m¨¢s resilientes, hacer las repoblaciones o siembras con mezclas de especies ser¨ªa una posibilidad; otra, introducir especies diferentes cuando haya que intervenir en un bosque puro. Si tendemos a masas menos densas, los t¨¦cnicos pueden adelantarse al proceso natural y retirar ejemplares antes de que mueran. ¡°Hacemos claras, comenzando por los ¨¢rboles m¨¢s peque?os, pero estamos observando que as¨ª no evitamos la mortalidad sino que la trasladamos a los siguientes ¨¢rboles m¨¢s peque?os¡±, advierte Bravo. ¡°Uno de los problemas de esta ciencia es el largo plazo; estamos estudiando un organismo que es m¨¢s longevo que nosotros¡±, reconoce. Con resultados muchas veces imprevistos. ¡°Tenemos tal grado de incertidumbre que lo resiliente ha de ser la gesti¨®n. Lo que hoy es cierto puede no serlo en tres a?os. Tenemos que ser flexibles e ir adapt¨¢ndonos¡±, defiende.
Herrero ve imprescindible una mayor toma de conciencia por parte de la sociedad. ¡°La gente vive en las ciudades; el bosque le pilla lejos¡±, lamenta. Para Coello, el problema no es de cantidad. De hecho, ¡°cada vez tenemos m¨¢s bosque¡±, revela, remiti¨¦ndose a las estad¨ªsticas oficiales: entre el segundo inventario nacional (a?os noventa) y el cuarto (la d¨¦cada de 2010), el n¨²mero de hect¨¢reas forestales ha aumentado un 33% y se ha duplicado el volumen de madera en el bosque. ¡°El problema es que est¨¢ muy abandonado y, por tanto, sus m¨²ltiples recursos est¨¢n infrautilizados¡±, lamenta. El experto exhorta a buscar la manera de asociar sostenibilidad ambiental con una gesti¨®n forestal viable econ¨®micamente.
Criterios de la silvicultura adaptativa
La silvicultura adaptativa implica una gran variedad de medidas que apoyan a la resistencia al estrés, la resiliencia y la respuesta dinámica de los bosques ante las manifestaciones del cambio climático. Jaime Coello resalta cinco grandes criterios que en ocasiones pueden resultar contradictorios entre sí. “No hay recetas únicas ni mágicas. La silvicultura es ciencia con un punto de creatividad; hay que ir valorando y decidiendo a pequeña escala en función de cada caso”, asegura.
Mantener y favorecer la diversidad de las especies. Entendiendo por diversidad la funcional (características de los individuos que tienen que ver con el crecimiento, la supervivencia y la reproducción); de edad; de tamaños. Y de estructuras, lo que significa diferentes estratos y alturas de vegetación. “La masa ha de ser lo más heterogénea posible”, concluye.
Mantener la vitalidad y la estabilidad. Se traduce en fomentar (reduciéndoles la competencia) aquellos árboles más vitales y vigorosos, y los más estables (más robustos) y difíciles de derribar.
Promover la regeneración natural. Un equilibrio constante entre ejemplares adultos y nuevas incorporaciones. “Que siempre haya arbolitos pequeños en alguna parte del bosque”, resume Coello.
Mantener la integridad estructural. Quiere decir evitar intervenciones servícolas de alta densidad. “Si las copas de los árboles se abren demasiado, el sol golpea el suelo, que pierde humedad, y se rompe el microclima forestal. “Siempre se está mejor dentro que fuera del bosque”, recuerda Coello. La idea es que siga siendo así.
Reducir la vulnerabilidad a los incendios. El fuego escala del suelo hacia arriba porque encuentra madera de tamaño pequeño, intermedio y grande. Por eso se deben crear zonas de “baja combustibilidad”, con huecos entre los árboles y también con discontinuidades entre la vegetación de pequeño tamaño y los árboles de grandes dimensiones, para que sean más difíciles de prender. Todo en el conjunto de un bosque heterogéneo en cuanto a especies y tamaños.
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