La joven que atac¨® con tomate un cuadro de Van Gogh: ¡°Necesitamos que la gente hable del cambio clim¨¢tico¡±
La activista ha publicado un v¨ªdeo en el que justifica su acci¨®n, que no da?¨® la pintura, para llamar la atenci¨®n sobre el calentamiento global y los subsidios a los combustibles f¨®siles
Dos activistas ecologistas arrojaron el pasado viernes sopa de tomate al famoso cuadro de Los Girasoles de Van Gogh en la National Gallery de Londres. La acci¨®n, cuyo objetivo era exigir al Gobierno brit¨¢nico la paralizaci¨®n de todos los proyectos de petr¨®leo y gas, ha tenido una repercusi¨®n internacional y ha generado opiniones opuestas. Una de las j¨®venes que particip¨® en la iniciativa, Phoebe Plummer, ha lanzado un v¨ªdeo para justificar la acci¨®n. ¡°No da?amos la pintura. Estuve en el tribunal y me dijeron que hab¨ªa habido da?os m¨ªnimos en el marco, que es reparable y reemplazable, y que el cuadro estaba detr¨¢s de un vidrio. Nunca lo habr¨ªamos hecho si no hubiera cristal. La mancha sali¨® con un poco de papel de cocina¡±, relata.
La chica, de 21 a?os e integrante de Just Stop Oil, una de las organizaciones que est¨¢ llevando un poco m¨¢s all¨¢ las protestas pac¨ªficas y la desobediencia civil en el Reino Unido, contin¨²a con su explicaci¨®n: ¡°Reconozco que es una acci¨®n rid¨ªcula pero no estamos haciendo la pregunta de si la gente deber¨ªa estar lanzando sopa a cuadro. Lo que estamos haciendo es llamar la atenci¨®n para hacer las preguntas que importan. ?Est¨¢ bien que los combustibles f¨®siles est¨¦n subvencionados 30 veces m¨¢s que las renovables cuando la renovable e¨®lica es nueve veces m¨¢s barata?¡±. Y finaliza: ¡°Usamos estas acciones para llamar la atenci¨®n de los medios porque necesitamos que la gente hable de esto [el cambio clim¨¢tico] ahora. Y sabemos que la resistencia civil funciona¡±.
Las protestas clim¨¢ticas protagonizadas en su mayor¨ªa por j¨®venes, pero tambi¨¦n por cient¨ªficos y otros colectivos, se han ido radicalizando en los ¨²ltimos meses ante la inacci¨®n clim¨¢tica de los gobiernos, que no acaban de cumplir sus compromisos para reducir las emisiones que provocan el cambio clim¨¢tico. Aunque siempre se trata de acciones pac¨ªficas y no violentas, en ocasiones han llegado a cortar carreteras y generado situaciones peligrosas. La duda ante este panorama es saber si estas iniciativas llaman la atenci¨®n sobre la causa clim¨¢tica o generan justamente rechazo contra ella.
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