Bruselas propone una salida coordinada del Tratado de la Carta de la Energ¨ªa
La Comisi¨®n considera que el acuerdo, que data del final de la Guerra Fr¨ªa, ya no est¨¢ en l¨ªnea con los objetivos medioambientales y la pol¨ªtica de inversi¨®n de la UE. La propuesta ser¨¢ debatida en el consejo informal de ministros de Valladolid la semana que viene
Bruselas se rinde ante la evidencia. En vista de que cada vez m¨¢s pa¨ªses, entre ellos Espa?a, han dejado claro que no quieren seguir dentro del Tratado de la Carta de la Energ¨ªa (TCE) de los a?os 90, la Comisi¨®n Europea ha presentado este viernes una propuesta para realizar una salida ¡°coordinada¡± de la UE y sus miembros de este acuerdo. Cerrado al final de la Guerra Fr¨ªa, pretend¨ªa proteger inversiones energ¨¦tica...
Bruselas se rinde ante la evidencia. En vista de que cada vez m¨¢s pa¨ªses, entre ellos Espa?a, han dejado claro que no quieren seguir dentro del Tratado de la Carta de la Energ¨ªa (TCE) de los a?os 90, la Comisi¨®n Europea ha presentado este viernes una propuesta para realizar una salida ¡°coordinada¡± de la UE y sus miembros de este acuerdo. Cerrado al final de la Guerra Fr¨ªa, pretend¨ªa proteger inversiones energ¨¦ticas, pero tambi¨¦n se le achaca haber blindado al sector de los combustibles f¨®siles en detrimento de las renovables e impedir, as¨ª, cumplir los objetivos medioambientales que se ha propuesto el bloque comunitario.
La iniciativa de retirada del tratado tiene que ser ratificada con mayor¨ªa cualificada (55% de Estados que representen al menos al 65% de la poblaci¨®n) en el Consejo de la UE. Las negociaciones para ello comenzar¨¢n en el encuentro informal de ministros de Energ¨ªa que presidir¨¢ en Valladolid la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, la semana que viene, ha adelantado la Comisi¨®n.
Firmado en 1994, aunque no entr¨® en vigor hasta cuatro a?os m¨¢s tarde, el TCE, ratificado por m¨¢s de medio centenar de Estados, as¨ª como por la UE y Euratom (el organismo p¨²blico europeo encargado de coordinar los programas de investigaci¨®n sobre energ¨ªa nuclear), buscaba originalmente proteger las inversiones de las compa?¨ªas energ¨¦ticas occidentales en los pa¨ªses exsovi¨¦ticos, que en aquellos momentos ofrec¨ªan interesantes posibilidades de negocio, sobre todo en materia de combustibles f¨®siles. Pero ha acabado convirti¨¦ndose, seg¨²n sus cr¨ªticos, en un lastre para la transici¨®n hacia energ¨ªas renovables, sobre todo por el sistema de arbitraje que incluye, que ha permitido a inversores y empresas, especialmente las de energ¨ªas f¨®siles, reclamar indemnizaciones millonarias a los pa¨ªses firmantes por cambios de pol¨ªtica que afectan a sus inversiones.
¡°Estamos reformulando mediante el Pacto Verde europeo nuestras pol¨ªticas de energ¨ªa e inversiones para orientarlas a un futuro sostenible y el obsoleto Tratado de la Carta de la Energ¨ªa no est¨¢ alineado con nuestra ley medioambiental ni nuestros compromisos bajo el Acuerdo de Par¨ªs¡±, ha recordado el vicepresidente de la Comisi¨®n responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans, en un comunicado.
Por ello, Bruselas ha propuesto formalmente ¡°que la UE, sus Estados miembros y Euratom se retiren del TCE de una manera coordinada y ordenada¡±, seg¨²n ha anunciado la Direcci¨®n General de Energ¨ªa de la Comisi¨®n. El objetivo, agrega, es ¡°garantizar el trato equitativo de inversores en la UE y m¨¢s all¨¢¡±. Para asegurar que hay ¡°claridad legal¡±, la Comisi¨®n propone, adem¨¢s, abandonar al mismo tiempo su propuesta previa de ratificar un TCE modernizado, algo negociado durante los ¨²ltimos a?os, pero que se ha topado una y otra vez con la oposici¨®n de muchos pa¨ªses. ¡°No ha logrado la mayor¨ªa de los Estados miembros¡±, constata ahora Bruselas escuetamente.
¡°Es hora de que Europa se retire de este tratado y que centremos todos nuestros esfuerzos en construir un sistema energ¨¦tico eficiente y competitivo que promueva y proteja las inversiones en energ¨ªas renovables¡±, ha reclamado Timmermans.
La decisi¨®n de proponer la salida coordinada del TCE era la opci¨®n que, entre otros, reclamaba Espa?a, que anunci¨® a finales del a?o pasado su decisi¨®n de retirarse del tratado. Finalmente, no lo cumpli¨®, puesto que ha preferido esperar a que fuera Bruselas la que diera el paso, permitiendo as¨ª, como prefer¨ªa Madrid, una salida ¡°concertada¡± del acuerdo. Casi al mismo tiempo que Espa?a, tambi¨¦n Polonia, Pa¨ªses Bajos y Francia anunciaron que dejar¨ªan el tratado, al igual que Dinamarca, Eslovenia, Finlandia y Luxemburgo. Hasta ahora, sin embargo, solo hab¨ªa cumplido su amenaza Italia, que lo abandon¨® en 2016. Adem¨¢s de los 26 Estados miembros restantes, la propia UE como instituci¨®n y Euratom, el TCE est¨¢ firmado por Jap¨®n, Suiza, Turqu¨ªa y la mayor parte de los pa¨ªses de los Balcanes Occidentales y la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica, salvo Rusia y Bielorrusia, recuerda la Comisi¨®n.
¡°En un momento en que acelerar una transici¨®n hacia la energ¨ªa limpia se ha vuelto m¨¢s urgente que nunca, es hora de que la UE y sus Estados miembros inicien una retirada coordinada del TCE¡±, dec¨ªa Ribera hace ya un a?o.
As¨ª lo reconoce la propuesta de la Comisi¨®n, que se?ala que ¡°la protecci¨®n garantizada a los combustibles f¨®siles (¡) no casa con los objetivos de la UE definidos en el Pacto Verde Europeo, REPowerEU o la Ley Clim¨¢tica, es decir: acelerar el alejamiento de los combustibles f¨®siles hacia una energ¨ªa renovable, lograr una mayor independencia energ¨¦tica, garantizar la seguridad energ¨¦tica de la UE y cumplir el compromiso de reducir al menos un 55% para 2030 los gases de efecto invernadero y alcanzar la neutralidad clim¨¢tica en 2050¡å. Como resultado de todo esto, concluye el texto legal, ¡°la retirada de la UE del TCE es la ¨²nica soluci¨®n posible¡±.
¡°En el momento que vivimos, debemos concentrar nuestras inversiones para ir m¨¢s r¨¢pido en las renovables, la eficiencia energ¨¦tica (¡) varios casos recientes demuestran que [el TCE] conduc¨ªa a mecanismos un tanto especulativos y a indemnizaciones importantes de algunos actores¡± de las energ¨ªas f¨®siles, dec¨ªa tambi¨¦n el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, cuando en octubre anunci¨® que sacar¨ªa a su pa¨ªs del tratado.
Las demandas presentadas bajo este mecanismo baten, efectivamente, r¨¦cords: seg¨²n el recuento del propio sistema del TCE, hay al menos 150 demandas corporativas. Espa?a es el pa¨ªs con m¨¢s reclamaciones, 51, ya que el tratado ha sido usado por muchos de fondos de inversiones extranjeros para denunciar al pa¨ªs por el recorte de las primas a las renovables desde hace una d¨¦cada, hecho por el que los lobistas cr¨ªticos con la retirada advierten de que esta es un ¡°error¡± porque el TCE, sostienen, no protege solo a las energ¨ªas f¨®siles.
En lo que s¨ª coinciden los expertos es que, ante el gran n¨²mero de casos de arbitraje, era fundamental que la salida del TCE fuera coordinada. Para la abogada de ClientEarth Amandine Van den Berghe, ¡°la forma m¨¢s r¨¢pida y sencilla de liberar a la UE del efecto disuasorio regulatorio del TCE es que todos los Estados miembros lo abandonen juntos¡±. Solo as¨ª, se?ala, ¡°puede la UE preservar la solidaridad en la arena internacional y acelerar sus ambiciones clim¨¢ticas sin miedo a represalias de la industria de las energ¨ªas f¨®siles¡±.
Puedes seguir a CLIMA Y MEDIO AMBIENTE en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal