No hay tiempo que perder en la lucha contra la deforestaci¨®n
Las principales organizaciones ecologistas de Espa?a hacen un llamamiento para el desarrollo del reglamento europeo que debe cerrar las fronteras europeas a los productos que degradan los bosques
El a?o pasado el mundo perdi¨® una superficie forestal casi tan grande como Suiza; una destrucci¨®n que liber¨® aproximadamente la mitad de di¨®xido de carbono que Estados Unidos emiti¨® por la quema de combustibles f¨®siles. En estos momentos, el Pantanal brasile?o (el mayor humedal tropical del mundo y uno de los santuarios de biodiversidad m¨¢s importantes del planeta) se enfrenta a una temporada de incendios sin precedentes, causados deliberadamente por la agroin...
El a?o pasado el mundo perdi¨® una superficie forestal casi tan grande como Suiza; una destrucci¨®n que liber¨® aproximadamente la mitad de di¨®xido de carbono que Estados Unidos emiti¨® por la quema de combustibles f¨®siles. En estos momentos, el Pantanal brasile?o (el mayor humedal tropical del mundo y uno de los santuarios de biodiversidad m¨¢s importantes del planeta) se enfrenta a una temporada de incendios sin precedentes, causados deliberadamente por la agroindustria para producir pastos o cultivar soja. La deforestaci¨®n, responsable por s¨ª sola del 11% de las emisiones de gases de efecto invernadero, juega un papel crucial en la proliferaci¨®n de estos fuegos. La p¨¦rdida de bosques tiene impactos en la regulaci¨®n del clima y genera un aumento de emisiones de CO?. El cambio clim¨¢tico resultante reduce las cosechas (desde caf¨¦ hasta ma¨ªz), eleva las temperaturas, la severidad de las olas de calor y las sequ¨ªas, lo que a su vez incrementa la frecuencia y gravedad de los incendios forestales. Unos incendios que causan m¨¢s deforestaci¨®n, perpetuando as¨ª un c¨ªrculo vicioso.
El Reglamento de la UE de productos y materias primas libres de deforestaci¨®n (EUDR, por sus siglas en ingl¨¦s) fue aclamado como una gran oportunidad para proteger la naturaleza y las personas. Es la primera normativa de este tipo en el mundo y, cuando entr¨® en vigor en junio de 2023, contaba con un abrumador apoyo social, de los Estados miembros de la UE y del Parlamento Europeo.
El reglamento se?ala su determinaci¨®n de poner fin a la contribuci¨®n de la UE en la destrucci¨®n de los bosques, la p¨¦rdida de biodiversidad y el cambio clim¨¢tico. En teor¨ªa, permite ¨²nicamente el acceso al mercado de la UE de productos elaborados con vacuno, madera, cacao, soja, aceite de palma, caf¨¦ y caucho que demuestren estar libres de deforestaci¨®n. La agricultura y ganader¨ªa industrial son el principal factor de deforestaci¨®n del planeta, y el impacto del comercio internacional de estas materias primas sobre los ecosistemas y los derechos de los pueblos es catastr¨®fico. Adem¨¢s, son las empresas importadoras y comercializadoras las que tienen que demostrar que el origen de sus mercanc¨ªas no ha causado da?o ambiental ni ha violado leyes locales.
Argumentos retorcidos
A medida que se acerca el d¨ªa de la aplicaci¨®n completa de esta normativa (30 de diciembre de 2024), el optimismo ha sido sustituido por intentos de descarrilar su aplicaci¨®n. Las multinacionales comercializadoras de las materias primas reguladas y sus productos derivados, las C¨¢maras de Comercio, los representantes de algunos pa¨ªses productores, as¨ª como el Partido Popular Europeo y la extrema derecha han dirigido sus cr¨ªticas al Reglamento en el marco de un rechazo general a las regulaciones ambientales de la UE.
En marzo, el representante austriaco se puso a la cabeza de algunos ministros de Agricultura de la UE que ped¨ªan un aplazamiento, alegando que supondr¨ªa una carga administrativa desproporcionada para el sector agr¨ªcola europeo. Desde entonces, el debate se ha vuelto cada vez m¨¢s enconado. El gobierno de los EE UU escribi¨® a la Comisi¨®n Europea solicitando que la UE retrasara la aplicaci¨®n de este reglamento, para beneficiar a grandes firmas estadounidenses como Bunge y Cargill. Algunos diplom¨¢ticos sudamericanos advirtieron que esta normativa europea agravar¨ªa el problema de la droga, argumentando de forma demag¨®gica que si los agricultores peruanos y colombianos no pudiesen vender su caf¨¦ o cacao, estas se pasar¨ªan a cultivar coca. Los fabricantes de papel estadounidenses se inventaron el bulo de que habr¨ªa menos pa?ales, compresas y otros productos de higiene en los supermercados. La industria maderera europea, por su parte, afirm¨® que la ley era ¡°un enorme monstruo normativo y administrativo¡±.
Sabotaje
Combatir la deforestaci¨®n afecta directamente a los poderosos intereses econ¨®micos dentro de las industrias que se benefician de la destrucci¨®n ambiental, tales como la c¨¢rnica, automovil¨ªstica, petroqu¨ªmica, log¨ªstica, de muebles y neum¨¢ticos, etc. Lo sorprendente no es que estos sectores intenten sabotear la regulaci¨®n. Lo grave es que algunos gobiernos de la UE colaboren con esta injusticia en vez de proteger el inter¨¦s general y respetar las decisiones democr¨¢ticas. Las mismas grandes corporaciones que provocan la deforestaci¨®n en Sudam¨¦rica, ?frica y Asia son las que con su posici¨®n de dominio en los mercados empobrecen a la agricultura familiar y las peque?as empresas y cooperativas, tanto en Europa como en el resto del mundo. Cuando nos hemos movilizado por una normativa para combatir la deforestaci¨®n, siempre hemos insistido en la necesidad de garantizar que los peque?os agricultores reciban el apoyo espec¨ªfico que necesitan.
La peque?a producci¨®n ya cumple
Lejos de declaraciones sensacionalistas contra esta normativa, el trabajo de preparaci¨®n para su aplicaci¨®n avanza sin cesar. Mientras la industria europea y las grandes empresas madereras estadounidenses afirman que no pueden cumplir los requisitos de la UE, el organismo regulador del cacao en Ghana (COCOBOD) ha declarado recientemente que su sistema de trazabilidad (rastreando los granos de cacao desde la granja donde se producen hasta el puerto de embarque) estar¨¢ operativo. En Costa de Marfil tambi¨¦n se est¨¢ desarrollando un sistema similar, que permitir¨¢ acabar con los pagos fraudulentos generalizados que tanto perjudican a la subsistencia de los peque?os agricultores.
Hay que recordar que Costa de Marfil y Ghana, son los mayores productores de cacao del mundo, y Europa su mayor mercado. Por tanto, la nueva normativa podr¨ªa tener un impacto positivo en las econom¨ªas de estos pa¨ªses. No es de extra?ar, pues, que un grupo de 120 organizaciones agrarias y de la sociedad civil de Ghana y Costa de Marfil escribieran a la UE para expresar su profunda preocupaci¨®n por los intentos de retrasar la aplicaci¨®n de la ley. La UE deber¨ªa apoyar estos esfuerzos y proveer fondos para ayudar a la peque?a agricultura a adaptarse a las nuevas exigencias.
Apoyo internacional
Hay numerosas organizaciones de peque?as producciones agrarias, sociales, ind¨ªgenas, no gubernamentales y empresariales en el mundo que apoyan la ley europea se?alando que ayudar¨ªa a aplicar las leyes nacionales y a salvaguardar los derechos de los pueblos ind¨ªgenas en los pa¨ªses con altos niveles de deforestaci¨®n. Es el caso de la mayor organizaci¨®n de pueblos ind¨ªgenas de Brasil (APIB), que lleva mucho tiempo al frente de los esfuerzos por proteger la Amazonia, el Cerrado y otros valiosos biomas brasile?os ante los estragos de la agroindustria y los madereros. O la ONG Madani Berkelanjutan, que tiende puentes entre el gobierno indonesio, el sector privado y la sociedad civil para hacer frente a las crisis medioambientales en el pa¨ªs asi¨¢tico. Tambi¨¦n empresas del cacao y el chocolate defienden la ley como ¡°un importante paso adelante para impulsar la necesaria transformaci¨®n del sector¡±.
Afrontar el reto
Retrasar la tramitaci¨®n de este reglamento no es una opci¨®n, pero su efectividad depender¨¢ de c¨®mo se aplique: la UE no debe permitir retrasos, ni rebajar su ambici¨®n. Los Estados miembros, por su parte, deben cumplir con sus obligaciones y aumentar su apoyo a los peque?os productores y los pa¨ªses afectados. Por ello, hacemos un llamamiento al Gobierno de Espa?a y los grupos parlamentarios democr¨¢ticos de Las Cortes para que aprueben, cuanto antes, el anteproyecto de Ley que desarrolla el reglamento europeo y que la doten presupuestariamente para que se aplique correctamente.
La aprobaci¨®n de la Ley de Presupuestos Generales es una oportunidad inmejorable para demostrar el compromiso de Espa?a con la justicia clim¨¢tica y la biodiversidad, aumentando los recursos que permiten a las autoridades ¨Cestatales y auton¨®micas¨C velar por el cumplimiento de la ley y evitar la deforestaci¨®n importada. La Alianza Cero Deforestaci¨®n se compromete a seguir trabajando para que las personas que viven en Espa?a puedan estar seguras de que a trav¨¦s de sus compras no est¨¢n colaborando con la deforestaci¨®n del planeta y la destrucci¨®n de h¨¢bitats como las selvas tropicales.