Francisco Peregil: ¡°De lo poco que asumen las dos partes del conflicto es que en el S¨¢hara se vive mal¡±
El corresponsal de EL PA?S en Rabat analiza el estado de las relaciones entre Marruecos, Espa?a y el Frente Polisario en un encuentro con suscriptores del diario
El pasado 14 de marzo el presidente espa?ol Pedro S¨¢nchez envi¨® una carta al rey marroqu¨ª Mohamed VI con la que intentaba restablecer las relaciones entre ambos pa¨ªses, rotas desde hac¨ªa casi un a?o. En ella reconoc¨ªa ¡°la importante que tiene la cuesti¨®n del S¨¢hara Occidental para Marruecos¡± y escrib¨ªa que Espa?a consideraba la propuesta marroqu¨ª de autonom¨ªa para la regi¨®n ¡°como la base m¨¢s seria, cre¨ªble y realista para la resoluci¨®n de este diferendo¡±. Esas palabras movieron el buen ¨¢nimo marroqu¨ª y desataron la indignaci¨®n del Frente Polisario, que reclama un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n. Para analizar la relevancia de esta misiva y el estado del conflicto, el corresponsal de EL PA?S en Rabat, Francisco Peregil, se reuni¨® la pasada semana con un grupo de suscriptores del diario, una actividad enmarcada en el programa de EL PA?S +.
¡°Espa?a hace una concesi¨®n que no se ha hecho en 47 a?os¡±, subray¨® Peregil sobre el escrito. El periodista explic¨® que se trata de la primera vez en la que el Gobierno espa?ol pondera una de las posibles soluciones del conflicto en detrimento de la otra. Es decir, es la primera vez que da un apoyo expl¨ªcito a la propuesta de Marruecos obviando la del Frente Polisario, quien se siente ¡°traicionado¡± por Espa?a con esta concesi¨®n.
Despu¨¦s de casi medio siglo de negociaciones enquistadas, los suscriptores se interesaron por conocer el porqu¨¦ del momento. Inquirieron sobre si la dependencia de Europa del gas ruso ha tenido algo que ver, ahora que el suministro est¨¢ en peligro debido a la guerra. El periodista se?al¨® que, de ser as¨ª, este movimiento no har¨ªa sino entorpecer el futuro de este material, que entra en Espa?a desde Argelia, pa¨ªs aliado del Frente Polisario y que se ha mostrado ¡°muy sorprendido¡± por el giro de la diplomacia espa?ola. Por el contrario, lo que podr¨ªa ocasionar esta carta es que, en el momento de renovar los contratos de suministro, los argelinos lo hagan al alza.
El periodista descart¨® dar p¨¢bulo a esta u otras teor¨ªas que expliquen el cambio de guion de Espa?a e invit¨® a fijarse en los hechos. El corresponsal evidenci¨® que el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares, lleva menos de un a?o en el cargo mientras que Naser Burita, el m¨¢ximo responsable de la diplomacia marroqu¨ª, ¡°ha estado estudiando y negociando toda su vida¡± sobre el S¨¢hara Occidental. ¡°Burita sabe lo que significa esa palabra ¡®m¨¢s¡¯ en esa frase, sabe todo lo que ha conseguido; lo que no estoy tan seguro es de si el Gobierno espa?ol era consciente de todo lo que estaba ofreciendo¡±, comparti¨®.
El proceso de resoluci¨®n del conflicto se dirime en la ONU desde 1991, pero este ¨®rgano no ha logrado avances hasta el momento. El Frente Polisario lo achaca a la negativa de Francia a aceptar la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum que Marruecos presenta como una v¨ªa muerta. El periodista, que se afan¨® en dar el punto de vista de todas las partes implicadas, testimoni¨® la dificultad de dar soluci¨®n a un problema en la que tanto Marruecos como el Polisario est¨¢n enrocados en sus posturas y la tercera v¨ªa no se vislumbra. ¡°De lo poco que asumen las dos partes del conflicto es que en S¨¢hara se vive mal, por m¨¢s que la solidaridad internacional ayude a la que la desgracia sea menos¡±, apunt¨®.
Peregil hizo balance de la cuesti¨®n y se?al¨® que hoy por hoy, si hay un claro perdedor son los saharauis, mientras que Marruecos va ganando. El pa¨ªs espera que los hechos consumados sean los que le den el poder sobre este territorio m¨¢s all¨¢ del papel y que la comunidad internacional reconozcan su soberan¨ªa de facto, bien a trav¨¦s de declaraciones p¨²blicas, como ya hizo EE UU bajo el mandato de Donald Trump; bien con la creaci¨®n de delegaciones o embajadas en la zona.
¡°Si esto le va a costar o no algo al Gobierno de Pedro S¨¢nchez, lo veremos¡±, apunt¨® el corresponsal sobre el cambio de postura. El periodista record¨® no solo que podr¨ªa suponer un dilema para el electorado socialista, sino que no existen garant¨ªas de que apoyando a Marruecos este mantenga la migraci¨®n controlada o no quiera avanzar posiciones, reclamando las ciudades de Ceuta y Melilla, ciudades que para los marroqu¨ªs son presidios ocupados por Espa?a. ¡°Marruecos no va a renunciar a eso¡±, sentenci¨®.