Tres heridos por asta de toro en el cuarto encierro de los sanfermines

Los toros de la ganader¨ªa gaditana de Jandilla protagonizaron hoy un encierro emocionante y veloz, donde tres corredores han resultado heridos por asta de toro. La carrera dur¨® cuatro minutos y medio porque uno de los astados se resisti¨® a entrar en los chiqueros y permaneci¨® durante casi dos minutos en el ruedo.

Uno de los corneados es Mariano Lorente Mendez, de 27 a?os y de Pamplona. Presenta un puntazo en el epigastrio y est¨¢ siendo intervenido en el Hospital de Navarra. Fue cogido en la zona del callej¨®n. Otro de los heridos por asta es I?aki Hermosilla Azanza, de 21 a?os y tambi¨¦n de Pamplona, que sufri¨® un puntazo, cuando corr¨ªa en la cuesta de Santo Domingo, en la cara anterior del hombro izquierdo de 15 cent¨ªmetros.

Tras los tres c¨¢nticos de los mozos al santo, los morlacos abandonaron los corralillos de Santo Domingo agrupados y encabezados por los cabestros, aunque inmediatamente se destacaron de la manada dos toros, uno negro y un casta?o, que debido a su velocidad provocaron algunos encontronazos con los corredores. Uno result¨® corneado en el muslo y otro en el hombro.

En la Plaza del Ayuntamiento, donde uno de los toros comenz¨® a quedarse ya rezagado, se produjeron varias ca¨ªdas de corredores. De esta forma realizaron los astados el recorrido a su paso por la calle Mercaderes y llegaron a la curva de acceso a Estafeta, donde resbalaron todos los toros y se vivieron momentos de tensi¨®n y peligro cuando cay¨® al suelo uno de los mozos, que qued¨® unos instantes atrapado entre los morlacos.

Dos morlacos rezagados

Cuatro de los jandilla abrieron la carrera en la calle Estafeta, mientras que el quinto de la manada corr¨ªa unos metros por detr¨¢s, seguido de los cabestros y del sexto de los toros rezagado, lo que permiti¨® que los mozos encontraran huecos entre los bureles y pudieran protagonizar bonitas carreras ante las astas. Uno de los toros resbal¨® y cay¨® al suelo en el callej¨®n de entrada a la plaza, aunque se levant¨® y continu¨® su camino sin crear peligro.

Los cuatro primeros toros entraron directamente en los chiqueros de la plaza, mientras que el quinto y el sexto se quedaron en el centro del ruedo, poniendo en riesgo a los mozos que se cruzaban ante ellos y obligando a los dobladores a esforzarse para reconducirlos a los corrales. Uno de los astados entr¨® en chiqueros, aunque el otro estuvo unos dos minutos en la arena.