3 fotosEl d¨ªa m¨¢s horribleEl d¨ªa m¨¢s horrible 26 dic 2004 - 00:00CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceLa estaci¨®n de Atocha fue, despu¨¦s del cruel atentado del 11 de marzo, la catedral laica del dolor. Miles de velas encendidas, de mensajes solidarios, se colgaron de sus muros o tapizaron el suelo del vest¨ªbulo de la estaci¨®n formando una pradera de cilindros rojos. Tambi¨¦n durante meses acudieron all¨ª, al punto cero de la tragedia, ciudadanos de todo el mundo para expresar su p¨¦same y su dolor por el mayor atentado de la historia de Espa?a.Cuatrocientas mil personas en Zaragoza, medio mill¨®n en Canarias, un mill¨®n en la Comunidad Valenciana, otro en Barcelona, dos en Madrid? Ciudadanos de toda procedencia e ideolog¨ªa se lanzaron a la calle para mostrar su rabia e indignaci¨®n ante los terribles atentados del 11-M. A la concentraci¨®n de la capital, entre una lluvia intensa y triste, acudieron jefes de Gobierno, ministros, diplom¨¢ticos de diversos pa¨ªses europeos, de la UE y de Marruecos. Y una sola pregunta romp¨ªa el silencio y mostraba las dudas crecientes sobre la autor¨ªa de ETA: "?Qui¨¦n ha sido?".La masacre del 11-M fue obra de una c¨¦lula de terroristas islamistas formada por delincuentes radicalizados que llevaban a?os viviendo en Espa?a. La ma?ana del 3 de abril, cientos de polic¨ªas rodean a siete de estos terroristas que permanecen en un piso de la calle de Carmen Mart¨ªn Gaite, en Legan¨¦s. Ellos amenazan con volar el edificio. A las 21.00, al ver que no tienen escapatoria, los islamistas radicales llaman a sus familias por tel¨¦fono: "Vamos a morir, pero lo vamos a hacer matando". Y as¨ª lo hacen. Con la dinamita Goma 2 ECO que les quedaba se suicidan en grupo y asesinan al subinspector de los GEO Francisco Javier Torronteras.MANUEL ESCALERA