Jos¨¦ Luis Cuerda vuelve a la direcci¨®n con 'La educaci¨®n de las hadas'

El cineasta Jos¨¦ Luis Cuerda se ha vuelto a sentar en la silla de director con La educaci¨®n de las hadas, donde regresa a su dominio, el mundo de los sentimientos, que adora porque son "la causa de los mayores placeres y dolores". Adem¨¢s, a?ade, "me permiten explotar mi expresividad al cien por cien".

Tras el ¨¦xito que supuso La lengua de las mariposas, Cuerda se centr¨® en la producci¨®n de los filmes de Alejandro Amen¨¢bar, hasta terminar Los otros. Hoy, durante la presentaci¨®n de La educaci¨®n de las hadas, que se estrena el pr¨®ximo d¨ªa 23, el cineasta ha explicado que se decidi¨® a adaptar la novela hom¨®nima de Didier Van Cauwelaert cuando el productor Gerardo Herrero le convenci¨® de que leyera la obra "desde la perspectiva de hacer una pel¨ªcula".

Herrero le ofreci¨® las facilidades de producci¨®n que necesitaba y as¨ª puedo elegir un reparto internacional, encabezado por Ricardo Dar¨ªn y la actriz francesa Irene Jacob. Adem¨¢s de convencer a la cantante Bebe para su debut en el cine.

"Esta es una historia sobre el subterr¨¢neo de los sentimientos", ha apuntado Cuerda, quien se top¨® con un grave problema estructural al adaptar una novela narrada a dos voces y con continuos saltos en el tiempo: "Eleg¨ª contarla como si se tratase de vasos comunicantes subterr¨¢neos, en lugar de como los compartimentos de la obra original".

La educaci¨®n de las hadas narra la historia de un creador de juguetes que se retira a vivir a la mas¨ªa de sus antepasados con una ornit¨®loga y el hijo de ella, que encarna al que ¨¦l siempre quiso tener. Forman una familia hasta que, de forma inexplicable, la mujer decide abandonarle, lo que le acerca a la cajera de un supermercado, una argelina que sue?a con acabar su tesis en la Sorbona.

Menos elementos fant¨¢sticos

Si la novela est¨¢ cargada de f¨¢bulas y elementos de magia y fantas¨ªa, Cuerda decidi¨®, explica, "coger el toro por los cuernos y, tratando de no quemar el valor literario de la obra, dej¨¢ndole los tintes esenciales, reducir esos elementos fant¨¢sticos a unos pocos detalles centrados en la relaci¨®n entre el ni?o y el padre, quien se inventa que siempre existe un hada que va a solucionarnos la vida".

El cineasta vuelve al terreno de los sentimientos, haci¨¦ndolo "con dignidad, sin cursiler¨ªa". Tambi¨¦n al mundo de lo fant¨¢stico, "porque la vida es perra y todos necesitamos echar mano de algo que nos libere", dice. Y a sus adorados bosques, que son para ¨¦l, "un microcosmos que dulcifica la imagen del mundo. Un dulzor que, hoy, resulta necesario".