7 fotosLa Guerra Civil, seg¨²n los ni?osLa Guerra Civil, seg¨²n los ni?os 30 nov 2006 - 00:00CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceMuchos de estos ni?os fueron evacuados a zonas de retaguardia, sobre todo Valencia y Murcia, adonde sus padres los alejaron para apartarles de los temibles bombardeos con los que la Luftwafe hitleriana.BIBLIOTECA NACIONAL / RAFAEL CERILLOEn todos los dibujos infantiles en los que aparecen aviones, la mitad de ellos exhiben esv¨¢sticas nazis en sus fuselajes. "Para los ni?os, los aviones despertaban siempre una sensaci¨®n de fascinaci¨®n y miedo, simult¨¢neamente", explica Mar¨ªa Jos¨¦ Mill¨¢n.BIBLIOTECA NACIONAL / FERNANDO HUERTASUno de los ni?os que pint¨® aquellos dibujos, Carlos Sanz, hoy octogenario, se hallaba ayer en la exposici¨®n. "?C¨®mo no voy a recordar las bombas de aquellas pavas gigantes [trimotores bombarderos]?", cuenta. "Con el tiempo me hice pintor, y trabaj¨¦ 35 a?os como decorador en el hotel Plaza", explica.BIBLIOTECA NACIONAL / VIRIATO GARC?A"Yo ten¨ªa once a?os. Hab¨ªa sido evacuado al ¨¢rea de J¨¢tiva. Me alojaron en una colonia infantil donde era feliz; pero, un d¨ªa, los aviones vinieron; cruzaron por encima de la Monta?a del Elefante y lanzaron su carga sobre un tren militar; mis compa?eros me contaron que los cuerpos de los que viajaban en el convoy quedaron esparcidos por las copas de los ¨¢rboles", explica.BIBLIOTECA NACIONAL / MANOLITA MORENOGervasia D¨ªez, madrile?a de 81 a?os, evoca: "Yo viv¨ªa en el barrio de la Prosperidad. Cuando nos dijeron que los ni?os nos march¨¢bamos, mi madre nos hizo unos trajecitos con cortinas fruncidas; mi padre, que estaba en la retaguardia, nos acerc¨® hasta la estaci¨®n en coche. No paramos de llorar".BIBLIOTECA NACIONAL / IN?S MILL?N"Al llegar, descubr¨ª con sorpresa que la vida era feliz. La felicidad s¨®lo se me esfumaba cuando nos daban noticias de bombardeos sobre Madrid. Han bombardeado la Prospe, me dec¨ªan y yo me llevaba unos sofocos soberbios", a?ade D¨ªez.BIBLIOTECA NACIONAL / MERCEDES COMELLASArturo Matarranz, tiene hoy 80 a?os: "Me enviaron a la provincia de Murcia, a una finca llamada La Pineda, en El Palmar. Era de un lujo enorme: ten¨ªa incluso capilla y estaba vigilada por guardeses. Aquello era para m¨ª la eterna felicidad".BIBLIOTECA NACIONAL / RICARDO PRAT