6 fotosLa cabeza del TriceratopsLa cabeza del Triceratops 18 jul 2007 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceLa muestra nace de la invitaci¨®n que la Fundaci¨®n hizo a un grupo de ilustradores cient¨ªficos para que dibujaran c¨®mo pensaban que pudo ser el resto del cuerpo de este dinosaurio, del que no hay m¨¢s datos sobre la textura de su piel, su color o la altura, entre otros datos. El resultado son cinco "obras de arte" de Mauricio Ant¨®n, Joaquim Coca, Fernando Fueyo, Ra¨²l Mart¨ªn y Eduardo S¨¢iz, en la que cada uno de ellos ha dado una visi¨®n muy diferente del dinosaurio. En la foto, el boceto realizado por Ra¨²l Mart¨ªn.La exposici¨®n pretende abrir las posibilidades de participaci¨®n del visitante y realzar el valor de una pieza como la cabeza del Triceratops, ¨²nica en Europa y en el mundo, seg¨²n Wagensberg. En la foto, la visi¨®n de Mauricio Ant¨®n.El Triceratops (en lat¨ªn cara de tres cuernos) fue un dinosaurio herb¨ªvoro del suborden de los ceratopsianos, del per¨ªodo Cret¨¢ceo. Med¨ªa alrededor de 9 metros de largo y probablemente pesaba unas 5 ¨® 6 toneladas. Fue descubierto por John Bell Hatcher en 1888. Sobre la utilidad de los tres cuernos, existen varias teor¨ªas: como defensa contra carn¨ªvoros como el Tyrannosaurus rex, como medio de comunicaci¨®n entre miembros de su manada, cortejar a hembras de su especie, para pelearse con otros ejemplares por ellas o como s¨ªmbolo de su estatus en la manada. En la imagen, Eduardo S¨¢iz dibujando la cabeza.Debido rastros f¨®siles que muestran huellas de docenas de individuos, los paleont¨®logos creen que el Triceratops vivi¨® en manadas, similares a las del b¨²falo de la actualidad. Su alimento principal fueron plantas y arbustos, ya que su hocico, un pico agudo, le permit¨ªa romper y comer la resistente vegetaci¨®n de su ¨¦poca. Era de complexi¨®n robusta. En la foto, Mauricio Ant¨®n realizando una ilustraci¨®n del Triceratops.La muestra, que est¨¢ previsto que se mantenga como m¨ªnimo un a?o, alberga al mismo tiempo La sonrisa del Triceratops, un concurso que da la oportunidad a los visitantes de realizar sus propias ilustraciones de la pieza compar¨¢ndolas con el trabajo de los artistas. "Pintar es otra forma de conocimiento, y la muestra tienen el efecto de estimular al visitante para que ¨¦l mismo haga un dibujo interpretando y poni¨¦ndose en la piel del artista, del cient¨ªfico, e incluso del muse¨®logo", explica Wagensberg.Las obras de los cinco artistas son detallistas, abstractas, en color o en blanco y negro, con ¨®leo, acuarela o grafito. Todas muy diferentes, a pesar de tener como modelo al mismo de f¨®sil de m¨¢s de 146 millones de a?os. En la foto, de nuevo Mauricio Ant¨®n en su trabajo.