Barcel¨® redecora Naciones Unidas

Miquel Barcel¨® ha comenzado este lunes, apenas unos meses despu¨¦s de inaugurar en la decoraci¨®n de la Capilla del Sant¨ªsimo de la Catedral de Mallorca, a decorar la enorme c¨²pula que cubre la sala XX del palacio de las Naciones Unidas en Ginebra. El artista mallorqu¨ªn ha avanzado que el resultado ser¨¢ una obra cambiante en funci¨®n del punto de vista, "una met¨¢fora de lo que representa Naciones Unidas".

Si las obras de arte se midieran con cifras, la que aborda Barcel¨® a partir de hoy es important¨ªsima: 30.000 kilos de pigmentos y pintura para decorar los 1.500 metros cuadrados de b¨®veda que cubren la futura sede del Consejo de Derechos Humanos, que pasar¨¢ a llamarse Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones. En cualquier caso, se trata de la contribuci¨®n art¨ªstica m¨¢s importante que recibe Naciones Unidas desde su constituci¨®n en 1945.

El proyecto est¨¢ respaldado por la reci¨¦n creada Fundaci¨®n ONUART, de la que forman parte varias empresas como Repsol, La Caixa o Telef¨®nica, cuya finalidad es promover la presencia del arte espa?ol en los organismos internacionales. La fundaci¨®n est¨¢ presidida por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, que ha conversado con el artista mallorqu¨ªn a trav¨¦s de videoconferencia durante la reuni¨®n del patronato. Moratinos no ha dudado en definir la futura obra de Barcel¨® como "la Capilla sextina del siglo XXI". El Gobierno ha destinado un mill¨®n de euros a la iniciativa.

El artista, subido en un andamio y vestido con un mono de trabajo bajo la gran c¨²pula que se llenar¨¢ de estalactitas de pintura, se ha limitado a explicar desde Ginebra que tratar¨¢ convertir el espacio ahora vac¨ªo en algo "muy org¨¢nico". La monumentalidad de la c¨²pula, con 12 metros de altura y 45 metros de di¨¢metro, obligar¨¢ a ir m¨¢s all¨¢ todav¨ªa y llevar al extremo mi forma de trabajar. Es una sensaci¨®n enorme, como una plaza de toros al rev¨¦s. Al ser mucho m¨¢s ancha que alta, la pintura se ver¨¢ muy cerca". La particularidad ser¨¢ el cambio absoluto de visi¨®n: "como mirar el mar, que es algo permanentemente cambiante".

En cuanto al tiempo de realizaci¨®n, Barcel¨®, que trabaja con un equipo de quince personas "de alto nivel", ha se?alado que espera acabar en menos de un a?o "pero es algo muy dif¨ªcil de determinar. Ahora tenemos 1.500 metros cuadrados grises que parecen el interior de una concha".