Par¨ªs se rinde a las mujeres-p¨¢jaro de Lagerfeld
El desfile del alem¨¢n para Chanel, con las modelos envueltas en volantes de tul, marca la segunda jornada de la semana de la alta costura
Mujeres como p¨¢jaros, envueltas levemente en peque?os y exquisitos vestidos de elegancia suprema, en colores muy suaves, salm¨®n, beige y rosa, han dado el tono Chanel a la segunda jornada de colecciones de alta costura de Par¨ªs para la pr¨®xima temporada estival.
Tambi¨¦n y por supuesto ha habido cisnes negros, en modelos construidos con un sinf¨ªn de minivolantes de tul para dar ese delicado aspecto puramente alado, cortos, para c¨®ctel, o de noche, largos, bordados, en tul y sat¨¦n. Del et¨¦reo minivolante al drapeado flor hubo un paso que Karl Lagerfeld dio con suma gracia, para crear peque?as faldas corola de rosas blancas, una de ellas conformando todo el delantero de la prenda, corta, combinada con una chaqueta de tweed negro, entallada y sujeta con tres botones.
El futuro verano Chanel ser¨¢ corto, bastante corto, con efectos drapeados y cortina para cerrar de manera circular faldas y vestidos cortos, que permitir¨¢n exhibir m¨¢s en detalle uno de los muslos.
De noche, los vestidos de gala, con abundantes drapeados y volantes y efectos de gasa, se abrir¨¢n sobre una pierna o ser¨¢n parcialmente transparentes, en tules vaporosos, cuando no est¨¦n enteramente bordados de lentejuelas oro o plata.
Bailarinas sin tac¨®n
Fundamental, Karl Lagerfeld prescindi¨® de todo tac¨®n, a beneficio de las bailarinas, doradas o plateadas, negras, bicolores, sujetas en el empeine; enteramente bordadas de lentejuelas o ribeteadas con un peque?o volante de tul, casi siempre a juego con el vestido. O en contraste con ¨¦l, para ser, por ejemplo, de plata con la puntera en negro, pero acompa?ar un vestido corto de volantes de un dorado muy leve, casi platino, bordado con lentejuelas plateadas redondas y alargadas.
Ocasi¨®n suprema para que Chanel mostrase una vez m¨¢s su supremac¨ªa, ilustrada en esta ocasi¨®n por los delicados colores elegidos y su saber hacer al volante, trabajado a la espa?ola, drapeado, mini, m¨²ltiple, o suficientemente grande como para construir un vestido de lentejuelas y escote palabra de honor en s¨®lo tres o cuatro volantes, alguno de ellos ligeramente acampanado. Otro detalle esencial, para lucir como es debido estos modelos el verano pr¨®ximo, el cabello ser¨¢ rubio de preferencia y recogido sobre la frente como una peque?a ola, con o sin diadema en su apoyo.
Generalmente sobre un maquillaje de colores tambi¨¦n muy suaves que, tendencia estival, prolongar¨¢ la sombra de los ojos m¨¢s all¨¢ de las cejas y, por supuesto, brillar¨¢.
Lagerfeld no s¨®lo rindi¨® homenaje a la fundadora de la firma, la m¨ªtica Mademoiselle Coco, con el omnipresente recurso al calzado plano. El decorado instalado bajo una de las c¨²pulas del Gran Palais donde se celebr¨® el desfile era ya un homenaje a la Se?orita Coco y, sobre todo, a una de las prendas b¨¢sicas que invent¨®, la tradicional chaqueta de twedd Chanel, con sus botones dorados y su ribeteado cl¨¢sico. Chaqueta que hab¨ªa sido reproducida en el centro de una plataforma giratoria hasta conformar una enorme monta?a blanquecina, de cuya apertura delantera sal¨ªan y entraban las maniqu¨ªes.
De las Mil y una noches a la insipiraci¨®n mayas
No muy lejos del gran desfile del d¨ªa, en el Palacio de Tokio, espacio dedicado a la creaci¨®n contempor¨¢nea, el modisto liban¨¦s Georges Chakra ha hecho gala igualmente de una rara y exquisita sabidur¨ªa en el arte de la alta costura. Mujeres no menos aladas, envueltas en peque?os vestidos y abundantes volantes de todos los tama?os, drapeados y plisados, vieron aqu¨ª tambi¨¦n la luz, esta vez vestidas con colores muy vivos, inspirados en la naturaleza e, inevitablemente, en las Mil y una noches.
La firma Dupr¨¦ Santabarbara se fue a M¨¦xico, con c¨®ctel "urbano maya rock" incluido, para enviar a la mujer del verano pr¨®ximo en busca del oro de los Incas, vestida de cuero, plumas y materias preciosas, sobre negro confrontado a toques de color y motivos piel de serpiente o de cocodrilo. Todo ello dentro de una compleja historia de delirio y alucinaci¨®n con la que Dupr¨¦ Santabarbara resucit¨® al dios Quetzacoatl y explor¨®, seg¨²n ha contado en un texto entregado a la prensa, el adagio "matar es amar".
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