"Si no lo dibujo, no lo concibo"

Al dibujante chileno Jos¨¦ Palomo le gusta recordar que el primer impulso art¨ªstico del hombre produjo, justamente, una imagen. "La primera expresi¨®n art¨ªstica de un ser humano fue un dibujo", recuerda, refiri¨¦ndose a las pinturas rupestres. Palomo —su apellido y tambi¨¦n su r¨²brica— presenta Literatos (Fondo de Cultura Econ¨®mica), un "bestiario" que re¨²ne su obra, donde reflexiona sobre el oficio de las letras, salpicado con frases sobre el vicio de leer y escribir.

Y rodeado de libros es como Palomo recibe a EL PA?S. La entrevista se realiza en la librer¨ªa Juan Rulfo del Fondo de Cultura Econ¨®mica, en Madrid. Sobre si el tema elegido refleja alg¨²n deseo escondido por escribir, recuerda, entre risas: "Un amigo me pregunt¨® si el libro no hab¨ªa nacido de la frustraci¨®n de no ser escritor". Si bien rechaza que ¨¦se haya sido el objetivo, reconoce que la literatura ha sido una compa?era constante en su carrera. "No conozco a un dibujante que no sea un ferviente lector", comenta.

Mientras escudri?a algunos de los t¨ªtulos del lugar, Palomo reconoce que, en su juventud, hizo alg¨²n ejercicio frente a una m¨¢quina de escribir, "alg¨²n poemita, nada m¨¢s", pero subraya que fueron las im¨¢genes, y no las letras, las que le llevaron a imprimir su nombre en una p¨¢gina. "Si no lo dibujo, no lo concibo", afirma. En su trayectoria, de m¨¢s de cuatro d¨¦cadas, ha abordado igualmente la pol¨ªtica, la cultura o la realidad social. Su trabajo ha sido publicado, entre otros pa¨ªses, en Argentina, M¨¦xico, Brasil, Espa?a y Francia.

Literatos es un "paseo por la literatura", seg¨²n explica su autor. Es un libro resuelto y de lectura sencilla, pensado para "una persona que no tiene el tiempo que quisiera para leer". Las p¨¢ginas est¨¢n salpicadas con frases de escritores e intelectuales y su estructura recuerda a un ¨¢lbum de recortes. "Es muy bueno para reciclar el tiempo", bromea.

Iron¨ªa y respeto

Sus caricaturas miran a la literatura con iron¨ªa, pero tambi¨¦n con respeto. Algunas denuncian la falta de lectores; otras retratan, sin perder el humor, las injusticias sociales. "Un dibujante se alimenta de la informaci¨®n, no existe tal cosa como el genio espont¨¢neo", explica.

Palomo opina que el inter¨¦s por la historieta "ha aumentado". "No es s¨®lo un tipo que hace monitos, el lector se siente identificado con ¨¦l", a?ade. El dibujante no es ning¨²n extra?o sobre la capacidad de denuncia de la caricatura ni del escozor que puede causar a quienes manejan el poder. Dej¨® Chile en 1973, empujado por el golpe de Estado de Augusto Pinochet contra el presidente Salvador Allende. El exilio le llev¨® a M¨¦xico, donde ha vivido desde entonces. "Las religiones y las presiones del poder inhiben la libertad de expresi¨®n", recuerda. "El dibujo esquiva estas barreras".

En su opini¨®n, la modernidad ha tra¨ªdo ventajas para la libertad de expresi¨®n. "Internet es una dimensi¨®n imaginada por Marx, rompe divisiones", afirma. "La informaci¨®n est¨¢ a la disposici¨®n de todos y eso tambi¨¦n requiere replantear la educaci¨®n", a?ade.

Sobre la relaci¨®n entre el artista y las nuevas herramientas, opina que la tecnolog¨ªa brinda un espacio in¨¦dito para el dibujante y f¨¦rtil para explorar formas de expresi¨®n. "La caricatura es tan vieja como la humanidad, pero el soporte cambia y eso da m¨¢s oportunidades", comenta.

Palomo dedica Literatos a su amigo el escritor guatemalteco Tito Monterroso, que "aprendi¨® a escribir sobre cualquier cosa, desechando, astutamente, el m¨¢rmol y el bronce". Su amistad se refleja en la obra, donde Monterroso aporta un "dec¨¢logo del escritor", que Palomo ilustra con sus vi?etas. El estilo escueto del escritor recuerda el objetivo primario del dibujante. Resumir, en unos cuantos trazos, una reflexi¨®n, una denuncia o una idea.