Primer 'single', en vivo

Todo el mundo esperaba escuchar su melod¨ªa m¨¢s reconocida, aquella que les emocion¨® en el cine mientras Am¨¨lie Poulain fantaseaba con el mundo que la rodeaba. Pero el compositor Yann Tiersen (Bres, 1970) quiere dejar claro que la banda sonora que le encumbr¨® no es su favorita. Es una m¨¢s de sus obras. Anoche present¨® en Madrid su nuevo disco, 'Dust Lane' (a la venta en primavera) con el rock con toques electr¨®nicos como nueva se?a de identidad.

La expectaci¨®n iba en aumento. Tom Elliot, telonero, y acompa?ante de Tiersen en su nuevo disco y en la gira, estaba terminando su intervenci¨®n mientras la gente se acercaba al escenario para ver y recibir al polifac¨¦tico compositor y casi hombre orquesta, toca el piano, el viol¨ªn, el acorde¨®n. El escenario se oscurece y una obertura de luces, viol¨ªn y guitarra marc¨® el inici¨® del espect¨¢culo en la sala La Riviera con el aforo completo (m¨¢s de 2.500 personas).

En un arriesgado gesto Tiersen presentaba sus composiciones, meses antes de sacar su nuevo trabajo a la venta. "Para m¨ª no hay relaci¨®n creativa entre sacar un disco e irte de gira. No he presentado el CD porque cambi¨¦ de discogr¨¢fica pero me gusta la idea de que la gente escuche primero y luego compre el disco, la Red me parece una herramienta incre¨ªble para descubrir la m¨²sica aunque yo me quedo con los vinilos", explicaba el artista poco antes de salir a escena.

Aunque los temas eran desconocidos, el p¨²blico se dejaba seducir por los acordes de Tiersen. "Esperaba venir a un concierto de piano sentada, y aqu¨ª estoy bailando", exclamaba Teresa Sloet de 26 a?os. De fondo se intu¨ªan las composiciones m¨¢s cl¨¢sicas e instrumentales mientras las guitarras y el bajo ganaban protagonismo. De repente un solo de viol¨ªn, un tema del disco de Le Fare, silencia poco a poco al p¨²blico que queda fascinado. "Me est¨¢ encantando pero este concierto es para escucharlo en un sitio m¨¢s ¨ªntimo en un lugar que invite a viajar mentalmente", comenta Nacho Morales de 28 a?os.

Aunque por momentos el p¨²blico, mayoritariamente treinta?ero, bailaba, la mayor parte de los 90 minutos que dur¨® el espect¨¢culo, la gente escuchaba, se dejaba llevar con las composiciones m¨¢s mel¨®dicas y se quejaban de alg¨²n que otro problema de distorsi¨®n de la sala. Se acercaba el final y la sinton¨ªa de Am¨¨lie segu¨ªa sin aparecer. "Echo de menos su gran tema y me apetece escucharlo", dec¨ªa un incondicional de la pel¨ªcula que pronto vio sus deseos cumplidos. De manera tenue, escondido en el fondo de una canci¨®n que apuntaba a la electr¨®nica, El valse de Am¨¨lie desped¨ªa el concierto y emocionaba al auditorio como ya lo hizo hace ocho a?os en la pel¨ªcula.