Kupka, el eremita de la abstracci¨®n
La Fundaci¨®n Mir¨® presenta una gran retrospectiva del artista checo
Antes que pintor, Frantisek Kupka (1871-1957) fue espiritista, incluso ejerci¨® como medium en su Chequ¨ªa natal, y sus intereses teos¨®ficos y naturistas, tambi¨¦n era vegetariano, las traslad¨® a la b¨²squeda de un arte espiritual que para ¨¦l s¨®lo pod¨ªa ser abstracto. Fiel hijo de su ¨¦poca, se interes¨® por los avances cient¨ªficos y, en especial, por los estudios ¨®pticos, as¨ª como por la traslaci¨®n de la m¨²sica a la pintura. "Oscila entre los espiritual y lo cient¨ªfico por lo que en su obra hay una especie de s¨ªntesis entre la abstracci¨®n geom¨¦trica y la org¨¢nica", comentaba ayer Brigitte Leal, comisaria de la retrospectiva de Kupka, la primera en Espa?a, que hasta el 24 de enero puede verse en la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona.
Kupka es uno de estos artistas exquisitos de las primeras vanguardias que han quedado relegados al papel de comparsas en las historias del arte. "Solitario y melanc¨®lico", seg¨²n Leal, se ve que no era muy amante de las galer¨ªas. En el periodo de entreguerras tuvo como mecenas a un empresario checo que muri¨® durante el holocausto, pero su primer contrato con un marchante lo firm¨® a los ochenta a?os. Ten¨ªa algo de eremita y tampoco se sent¨ªa c¨®modo formando parte de un movimiento, algo casi imprescindible para ser alguien en el Par¨ªs de las vanguardias. Con todo, en sus inicios se vio influido por el simbolismo de la Sezesi¨®n (estudi¨® durante unos a?os en Viena) y ya desde Par¨ªs, en donde se instal¨® en 1896 hasta su muerte en 1957, tuvo contacto con diversos grupos de distintas generaciones que preconizaban sus mismos preceptos abstractos.
Apollinaire lo consider¨® parte en 1913 del Orfismo, versi¨®n l¨ªrica del cubismo que se centraba en la luz y el color con m¨¢s referencias en la m¨²sica que a la realidad en la que tambi¨¦n inclu¨ªa a Robert Delaunay, Duchamp o L¨¦ger. Su paso a la abstracci¨®n pura fue temprano y, como Kandinsky, al que respetaba y cuyas investigaciones conoci¨® a?os m¨¢s tarde, tambi¨¦n escribi¨® un tratado te¨®rico sobre su visi¨®n del arte. En los a?os treinta le llamaron para formar parte del grupo Abstraction-Creation (Van Doesburg, Mondrian, Arp, Giacometti, Gabo...) y aquello le llen¨® de alegr¨ªa porque, le escrib¨ªa a su mecenas checo, Jindrich Waldes, confirmaba las ideas que siempre hab¨ªa defendido: "Ha sido un aliciente enorme ver que se ha formado un grupo de artistas que declara, de una forma casi fan¨¢tica, que nada debe ser dibujado ni pintado a partir de la naturaleza. Una vez m¨¢s, se trata de hacer arte puro". M¨¢s tarde, fue referente de las abundantes tendencias abstractas que se sucedieron a lo largo del siglo.
La exposici¨®n, patrocinada por BBVA, re¨²ne unas ochenta obras procedentes todas ellas de la colecci¨®n del centro Georges Pompidou de Par¨ªs, la m¨¢s completa del artista. Permite revisar tanto sus inicios marcado por el colorismo fauvista y el simbolismo austr¨ªaco como las magn¨ªficas La Gamme jaume, de 1907)hasta sus ¨²ltimas obras geom¨¦tricas de los a?os cincuenta, ¨¦poca en la que explicaba en una entrevista: "Llev¨¦ mi pintura hasta sus factores, sus elementos, como hubiera dicho Poussin. Y, como pod¨¦is ver, se trata siempre el plano, la l¨ªnea y el punto". Y, se podr¨ªa decir, la exhuberancia del color y la b¨²squeda de una esencia que no se encontraba en la naturaleza sino m¨¢s all¨¢.
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