El discurso del presidente de la Academia
Hay que ser humildes. A mi me cuesta mucho, soy soberbio y engre¨ªdo. Parece que forma parte de mi trabajo, y no debe ser as¨ª. No somos tan importantes. Importante es salvar vidas en un hospital. Eso s¨ª que deber¨ªa tener trascendencia medi¨¢tica. Hay que ser humildes y estar agradecidos. El p¨²blico, que es la gente para la que trabajamos, ha ido a ver nuestras pel¨ªculas m¨¢s que nunca, y eso es un honor y un orgullo. No pensemos que somos mejores por eso. Pensemos que nos han dado una oportunidad. Hay que aprovecharla.
Tenemos que ser humildes, estar agradecidos y pedir perd¨®n por haber fallado muchas veces. Nunca reconocemos nuestros errores. Nos miramos al ombligo, nos encanta nuestro ombligo. Tenemos p¨®sters de nuestro ombligo en casa, cuadros de ombligos llenando nuestras paredes. Creemos que somos artistas, genios alternativos, creadores. Antes de todo eso, somos trabajadores. Nos pagan por hacer un trabajo, y hay que hacerlo bien. Este a?o ha sido uno de los mejores, pero el siguiente tiene que ser todav¨ªa mejor. Los primeros que tenemos que arrimar el hombro somos nosotros. Yo ruedo ma?ana, as¨ª que no me quedo a los canap¨¦s.
Y aqu¨ª viene el meollo de la cuesti¨®n, porque hay mucha gente que no puede rodar, que no puede trabajar. No tiene esa suerte. No s¨®lo hablo de directores, o productores que no encuentran medios de financi¨®n. No hablo de distribuidores que luchan por colocar nuestras pel¨ªculas en las pantallas, o exhibidores que ven c¨®mo desaparecen sus salas. Hablo de miles de familias que no tienen glamour y no salen en las revistas; que no han estado ni estar¨¢n nunca en los Goya. Gente que se dedica al montaje, al sonido, maquilladores, el¨¦ctricos, sonidistas, actores de reparto, figurantes, empresas de catering, gente que vive de esto, que genera riqueza.
Estamos aqu¨ª para que esta gala sea divertida, promocionar las pel¨ªculas, y que la gente vaya al cine. Pero el asunto es m¨¢s serio de lo que parece. Necesitamos fortalecer la industria, y as¨ª poder hacer mejores pel¨ªculas. Hacer todo tipo de cine, tanto grande como peque?o. Contar todo tipo de historias, comernos la cabeza para hacerlo con los medios que tenemos y competir con Hollywood. ?Saben ustedes lo incre¨ªblemente dif¨ªcil que es sobrevivir tanto s¨®lo una semana en cartelera? Algunos de los que compiten aqu¨ª han conseguido el milagro de ser n¨²mero uno en taquilla. Creo que se merecen un aplauso.
Estamos contentos. Tenemos motivos para estarlo. El cine hecho en este pa¨ªs ha vivido en 2009 uno de sus mejores a?os. No s¨®lo por la taquilla. Este a?o nos hemos sentido vivos. M¨¢s vivos que nunca. Un a?o comprometidos con nuestra profesi¨®n y con nuestro sector. Un a?o pol¨¦mico, complicado, con desacuerdos y desencuentros. ?No puede ser de otra manera! Somos as¨ª, como una imagen grotesca de nuestro propio entorno. Sin embargo, podemos cambiar. Miradme, 35 kilos menos. Podemos y debemos llegar a un acuerdo, y entender que no hay una manera de hacer cine, sino muchas, y que debemos contemplarlas todas.
Este semestre el Gobierno ha asumido la Presidencia de la Uni¨®n Europea. Es una oportunidad ¨²nica para reafirmar nuestro compromiso con Europa. El cine es, precisamente, uno de sus mayores y mejores altavoces. Util¨ªcenlo. Estamos a su disposici¨®n.
La Academia est¨¢ a punto de cumplir su primer cuarto de siglo, y lo que fue un sue?o de unos cuantos entusiastas, es ahora una comunidad de m¨¢s de 1.200 personas, orgullosas de su trabajo. Tenemos que convencer a la sociedad de que tambi¨¦n puede estar orgullosa de nosotros. Este a?o, los que disfrut¨¢is de la gala, lo hab¨¦is conseguido. Enhorabuena.
Tenemos que cambiar, pero unidos. Tenemos un frente com¨²n y los mismos objetivos. No es tan dif¨ªcil. Para todo esto necesitamos cobertura. Necesitamos leyes que protejan la coexistencia de todos los sectores industriales, y eso incluye tambi¨¦n al cine. Desde aqu¨ª quiero hacer un llamamiento a los grupos de poder que pueden facilitar este cambio. Me refiero a las televisiones.
Televisi¨®n Espa?ola sigue demostrando su compromiso, sin el que, les aseguro, ser¨ªa muy dif¨ªcil la existencia del cine en Espa?a. A las restantes no les pedimos su generosidad, sino que les ofrecemos nuestra disposici¨®n a trabajar, para demostrarles que juntos podemos acercarnos a lo que todos queremos: la mayor calidad para nuestros espectadores. Las televisiones han ayudado a levantar pel¨ªculas que gozan de un ¨¦xito internacional inimaginable hace unos pocos a?os, proyectos rentables con un enorme prestigio y una imagen extraordinaria para sus productores. Eso s¨®lo lo consigue el cine. Por favor, no lo olviden.
El a?o 2010 no ha hecho m¨¢s que comenzar. Humildad, agradecimiento, ilusi¨®n y orgullo. Esforc¨¦monos en ello. Les aseguro que habr¨¢ muchas pel¨ªculas espa?olas que disfrutar. No se las pierdan.
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