El rosa y los tonos pastel restan brillo a la pasarela de los Oscar
Las propuestas poco arriesgadas y la falta de 'glamour', notas m¨¢s destacables de los vestidos vistos en la ceremonia de este a?o
En sinton¨ªa con las tendencias de la temporada y con el estado de la cuesti¨®n econ¨®mica, la alfombra roja de esta edici¨®n de los premios Oscar ha sido m¨¢s rosa y ?o?a que nunca. Desde el principesco Givenchy de Zoe Saldana hasta los aparatosos Armani Priv¨¦ de Jennifer L¨®pez y Amanda Seyfried (todos ellos frescos de la semana de la alta costura del pasado enero en Par¨ªs), el pastel ha sido la norma. M¨¢s que un desfile de carism¨¢ticas mujeres, parec¨ªa un baile de graduaci¨®n de t¨ªmidas debutantes. Es leg¨ªtimo que que chicas reci¨¦n llegadas como Anna Kendricks (de Elie Saab) jueguen la carta del rubor virginal y de la falsa inocencia del rosa palo. Despu¨¦s de todo, hace un a?o la chica ve¨ªa los Oscar desde casa "y en ch¨¢ndal". Pero, ?qu¨¦ pinta en ese papel Sarah Jessica Parker? Su Chanel de alta costura sale de una colecci¨®n, la de este verano, que es un culto a la inocencia y la juventud. Un poco demasiado peterpanismo para una mujer de m¨¢s de cuarenta a?os y con tanta mili de moda a sus espaldas.
Es el limbo en el que vivimos: hay que ser positivo (de ah¨ª que tan pocas se hayan atrevido a tocar el salvavidas del negro), pero tampoco demasiado (?cuidado con el color!). Curiosamente, fueron las mujeres que osaron inyectar un poco de vitalidad en tan azucarado panorama las que mejor salieron del brete. La densa pasi¨®n del granate, propio del vino o de la sangre, hacia que los vestidos de Sigourney Weaver (de Lanvin) y Pen¨¦lope Cruz (de Donna Karan) les otorgaran categor¨ªa de divas en un mundo de mu?ecas. Los estampados brillaron por su ausencia, lo que hac¨ªa a¨²n m¨¢s destacable el atrevimiento de Maggie Gyllenghall. Todo un golpe de efecto de personalidad el de aparecer con un vestido de flores azul obra de un dise?ador tan dif¨ªcil de ver sobre la alfombra roja como Dries Van Noten. Refrescantemente azules (como un golpe de mar) eran tambi¨¦n los de Gabourney Sidibe (Marchesa) y Mo'nique.
Entre el batall¨®n de grises, rosas, malvas, tonos maquillaje y crudos hab¨ªa, tambi¨¦n es cierto, algunos aciertos. Cameron D¨ªaz aparc¨® su tendencia al invento, apost¨® por el glamour m¨¢s cl¨¢sico y triunf¨® con su traje de ?scar de la Renta. Y resultaron tan perfectamente correctas como sosas Diane Kruger (de Chanel) y Sandra Bullock (de Marchesa). En el cap¨ªtulo de decisiones desconcertantes, dos interrogantes. ?De d¨®nde viene la fijaci¨®n de Meryl Streep por Chris March, un concursante del reality show Project Runaway? Anoche eigi¨® un convencional vestido suyo, como ya hizo en los Globos de Oro. Y segundo, ?por qu¨¦ la escandalosamente guapa Charlize Theron se empe?¨® en que nadie le mirara a la ojos con un vestido de Dior que inevitablemente centraba la atenci¨®n sobre sus pechos?
Babelia
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