Un trabajador ejemplar
?ngel Cristo era un arist¨®crata del circo que vivi¨® feliz entre carromatos
Mi relaci¨®n con ?ngel empez¨® en Francia, con una gala de circo que organiz¨® Unicef, y que se nos ocurri¨® repetir en Espa?a. La cosa no qued¨® ah¨ª: me fui con toda mi familia a trabajar -y a vivir- con ¨¦l en el circo Ruso durante todo un a?o. Entonces, el mayor de Europa, con tres pistas, que es como decir tres circos enteros.
?ngel pod¨ªa con eso y con m¨¢s. Nunca he visto una persona m¨¢s trabajadora, m¨¢s generosa. Dirig¨ªa mucha gente, muy distinta y muy bien: espa?oles, portugueses, marroqu¨ªes... Conoc¨ªa perfectamente a los animales y era feliz viviendo en los carromatos, no en hoteles, como viven ahora los artistas.
A m¨ª me pregunt¨®: "?Qu¨¦ n¨²mero quieres hacer?". Y le contest¨¦: "Los leones", porque la ilusi¨®n de mi infancia era ser domador. Y durante un mes, antes de debutar, dej¨¦ mi ropa junto a los animales para que reconocieran mi olor. Luego empez¨® el espect¨¢culo: en un caballo se sub¨ªa la tigresa Raquel y en el otro Ferm¨ªn, el le¨®n. Yo ten¨ªa que hacer que el le¨®n cruzara el aro de fuego. M¨¢s adelante llegu¨¦ a encerrarme con ocho fieras.
?ngel adoraba a su familia, esa instituci¨®n que est¨¢ salvando al mundo de la crisis. Trabajaba con su hermana, su cu?ado, su padre... y con el resto de artistas, que tambi¨¦n eran su familia, como mi mujer y mis hijos, que vinieron conmigo y participaban en el espect¨¢culo. Jos¨¦ Mar¨ªa ??igo, el legendario presentador, se encargaba de los elefantes y la presentaci¨®n corr¨ªa a cargo del periodista Manuel Mart¨ªn Ferrand.
As¨ª descubr¨ª el circo, para m¨ª una Universidad de la vida. Una vida llena de ternura pero tambi¨¦n de miseria y dureza medieval. Todo se olvidaba cuando se encend¨ªan las luces: entonces la pista se convert¨ªa en un palacio. Aunque la tragedia siempre sobrevolaba la carpa. Una vez, en Valencia, la tigresa Raquel hizo sangre al caballo y lo destrip¨® en medio de la pista. Los caballos se volvieron locos y yo tuve que trepar por la verja: ?ngel me salv¨® la vida.
Era un arist¨®crata del circo, descend¨ªa de varias generaciones de circenses de Grecia y Alejandr¨ªa y estaba casado con otra noble del espect¨¢culo, Renata, que me hizo un estupendo traje de piel de tigre. Tras la muerte de su primera mujer se cas¨® con B¨¢rbara Rey en la plaza de toros de Valencia y se le desenderez¨® la vida porque ella no proven¨ªa del circo. Entr¨® en mundos que desconozco, pero segu¨ªamos comiendo muchas veces juntos.
Recibir la noticia de su muerte esta ma?ana me ha hundido varios a?os. Le recordar¨¦ como un hombre generoso que con su esfuerzo y entusiasmo sac¨® adelante a toda su familia y a decenas de empleados. Un trabajador ejemplar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.