Un homenaje con poca fiesta

Era una tarde cargada de ilusiones. Los cien a?os del club Cocherito invitaban a un d¨ªa especial. La entidad bilba¨ªna se ha destacado por premiar desde 1962 al toro m¨¢s bravo de las Corridas Generales. Por ello, la primera de las dos corridas programadas para este fin de semana de celebraci¨®n de su centenario estaba basada en el sello torista de la ganader¨ªa de Palha, que regresaba a Bilbao tras 14 a?os.

Vista Alegre estaba repleta de detalles. El sol, que luc¨ªa con fuerza especial, anunciaba tarde de calor y toros. Los tendidos se engalanaban con flores y guirnaldas de cumplea?os. La afici¨®n se congreg¨® en el coso bilba¨ªno para felicitar al club Cocherito, que, como lleva haciendo a lo largo de este a?o, mim¨® a los asistentes con un completo programa de mano para que el disfrute del festejo fuese completo. Pero hay que contar con que la fiesta de los toros tiene un sabio equipaje en forma de proverbios y ayer sali¨® a relucir aquel de "tarde de expectaci¨®n, tarde de decepci¨®n".

Las ilusiones se fueron rompiendo poco a poco. Result¨® una corrida lenta, sin emociones, todo lo contrario de lo que se espera de la vacada portuguesa. Una tarde torista sin tercio de varas es la negaci¨®n de la fiesta.

Por si fuese poco, la pobre presentaci¨®n de los tres primeros astados sorprendi¨® a los aficionados, que protestaron el anovillado tercero, que ni siquiera se pudo tapar por la cara, como les pas¨® a segundo y sexto. Falt¨® el toro bravo, por presencia y por comportamiento y eso se dej¨® notar.

Luis Bol¨ªvar hizo un par¨¦ntesis en el quinto de la tarde, el mejor toro de Palha. El colombiano le dio sitio en los medios y le someti¨® en tres tandas por la derecha. Sin embargo, por la izquierda la faena baj¨® en picado. Bol¨ªvar puso empe?o y acab¨® escuchando la ovaci¨®n m¨¢s fuerte de toda la tarde, acompa?ada por una casi mayoritaria petici¨®n de oreja.

El resto del cartel ofreci¨® pocas alegr¨ªas. La inexperiencia de Manuel Lupi dej¨® en correcta una actuaci¨®n que debi¨® tener m¨¢s brillo. V¨ªctor Mendes, obsequiado con un aurresku antes del pase¨ªllo, sufri¨® para banderillear al enemigo con el que regresaba vista Alegre. Padilla tir¨® de toreo despegado y de movimiento de piernas para animar a su aburrido oponente. Rafaelillo no quiso ni ver a un complicado animal que siempre le midi¨® con la cara por las nubes. Y Fandi?o cerr¨® la tarde con un esfuerzo que el astado se encargaba de apagar con soser¨ªa en cada trabajado muletazo.

Una l¨¢stima que el homenaje al toro bravo de Cocherito fuese apagando las velas del centenario con tan poca fuerza como bravura exhibieron las reses portuguesas. Y as¨ª no se emociona nadie ni para celebrar 100 a?os.