Los artistas "explican" su obra

Los artistas no suelen hablar de su obra. Las explicaciones les suenan absurdas y , en general, prefieren que la narraci¨®n la haga el espectador. Pero toda regla tiene sus excepciones y ning¨²n pretexto mejor que saltarse la norma para homenajear a su galerista: Helga de Alvear. El estreno p¨²blico de la Fundaci¨®n que C¨¢ceres ha abierto con m¨¢s de 2000 obras regaladas a Extremadura por la alemana ha sido un buen motivo para que sus artistas hablen de sus piezas en una marat¨®n coordinada por Hans Ulrich Obrist, responsable de exposiciones internacionales de la Serpentine Gallery de Londres. Doug Aitken, Helena Almeida, Fernando Bryce, Angela Bulloch, James Casebere, Thomas Demand, Cristina Iglesias, Isaac Julien, Ernesto Neto, Phillipe Parreno, Isaac Julien , Santiago Sierra y Jane & Louise Wilson hablaron el viernes durante m¨¢s de cinco horas de su forma de entender el arte contempor¨¢neo. Todos ellos est¨¢n representados en la exposici¨®n M¨¢rgenes del silencio, 115 obras de la colecci¨®n Helga de Alvear que se podr¨¢n ver hasta el pr¨®ximo mes de enero.

Cual fue su primera experiencia en un museo, qu¨¦ entienden por arte, quienes son sus referentes, qu¨¦ historias quieren contar, qu¨¦ importancia tiene el dinero, qu¨¦ consejo dar¨ªan a los j¨®venes o cual es su color favorito, fueron algunas de las preguntas a las que fueron respondiendo los artistas a lo largo de la tarde. Entre el p¨²blico se mezclaban la anterior directora de Arco, Lourdes Fern¨¢ndez ("No me voy al Guggenheim ni a ning¨²n otro sitio. S¨®lo pienso en descansar") con el nuevo, Carlos Urroz ("estoy hablando con los galeristas internacionales que hay aqu¨ª para que vengan a Arco 2011"); galeristas espa?oles y extranjeros, coleccionistas e intermidarios y directores y exdirectores de museos (Pepe Guirao, Mar¨ªa Corral, Daniel Castillejo) y una plet¨®rica Helga de Alvear (Kirn Nahe, Alemania, 1936) acompa?ada de sus tres hijas que recordaba con una amplia sonrisa recordaba el consejo que le dio su padre de muy peque?a: "si barres tu calle, que sea la m¨¢s limpia".

Los arquitectos Tu?¨®n y Mansilla, responsables de la restauraci¨®n de la Casa Grande ya abierta al p¨²blico con 3.500 metros cuadrados distribuidos en tres plantas y del proyecto de ampliaci¨®n con 10.000 metros que abrir¨¢ en dos a?os.

El videoartista Doug Aitken (Redondo Beach, California, 1968), confes¨® estar muy alejado del mundo de los museos. No tiene uno ideal ni piensa en ellos. Lo que tiene es un buen recuerdo del Museo de la Secesi¨®n en Viena, "un lugar en el que la historia se congela entre cuatro paredes. Me interesan ese tipo de espacios porque mi sue?o ser¨ªa congelar el pasado y el futuro". Aitken trabaja ahora en una instalaci¨®n en forma de laberinto cuyas paredes est¨¢n en constante movimiento.

La artista portuguesa Helena Almeyda (Lisboa, 1934), modelo inspirador de su propia obra, considera que los museos son mausoleos que apenas le atraen. Empez¨® pintando, pero lo dej¨® cuando cay¨® deslumbrada por las superficies casi esculpidas de la obra de Lucio Fontana. "Ped¨ª entonces a mi marido, Arturo que me fotografiara pintando y descubr¨ª que mi medio de expresi¨®n pod¨ªa ser yo misma. Adicta a los colores azul y rojo, cita a Doris Lessing para dar un consejo a los j¨®venes: Hay que apostar por lo que muere.

Casi toda la obra de Fernando Bryce (Lima, 1965) est¨¢ dedicada a la memoria. Lo suyo es construir sobre fragmentos del pasado. Como su compatriota, Mario Testino, retratar la ciudad es uno de sus grandes retos. Hizo los cinco tomos de "Atlas Per¨²" y la serie dedicada a la Guerra Civil Espa?ola .Con la intenci¨®n de rescatar episodios olvidados por la historia oficial , Bryce busca en los archivos material visual que luego utiliza para su particular visi¨®n de la historia.

Tambi¨¦n con la memoria confiesa trabajar Angela Bulloch (Ontario, Canad¨¢, 1966). "Lo m¨ªo es una negociaci¨®n permanente con el tiempo, con la percepci¨®n, con la memoria con los secretos". Entiende el arte como una gran piscina conceptual en la que se pueda nadar sobre las emociones.

James Casebere (Michigan, 1953) utiliza la arquitectura para mostrar sus ideas pol¨ªticas en sus trabajos fotogr¨¢ficos. Sus ciudades de pesadilla est¨¢n llenas de las im¨¢genes que desestimaron los artistas de los 70. Para ¨¦l la clave est¨¢ en la mirada. "Basta contemplar los bungalows, los rascacioles, los bosques de viviendas unifamiliares adosados. No tengo que inventar nada". ?Hay algo que se le haya resistido?. "S¨ª. Estuve en Estambul y a la vuelta quise recrear la ciudad. No supe".

Las instalaciones de Thomas Demard (Munich, 1964) tienen siempre como origen la noticia publicada en un peri¨®dico que despu¨¦s se transforma en maqueta y al final no queda m¨¢s que una reverberaci¨®n visual. No tiene ning¨²n reto pendiente y es de los que no deja ninguna tarea para el d¨ªa siguiente. Su error m¨¢s habitual es pisotear sus propias piezas y es de los pocos artistas que creen en los museos. Su favorito es la National Gallery de Dubl¨ªn.

Cristina Iglesias (San Sebasti¨¢n, 1956) cont¨® que el primer museo que visit¨® fue el Louvre, aunque el que m¨¢s le impresion¨® fue el Arqueol¨®gico de El Cairo. Autora de las puertas de la ampliaci¨®n de Moneo para el Prado, confiesa que ya ha cumplido uno de sus sue?os, construir una escultura bajo el mar y que se ha quedado con las ganas de instalar una pieza en beirut por la negativa de uno de los tres promotores de los edificios en los que se sustentaba su proyecto.

El cineasta y fot¨®grafo Isaac Julien (Londres, 1960) reclama m¨¢s presencia del cine y del mundo digital en los museos y galer¨ªas. Cree que la forma de ver im¨¢genes ha cambiado y que nada mejor que el cine para demostrarlo. "Tenemos que ser muy ambiciosos, tierar muy alto y hacer filmes art¨ªsticos que adem¨¢s den dinero. Mucho. Todo lo que se pueda conseguir.".

Ernesto Neto (R¨ªo de Janeiro, 1964) tiene una visi¨®n del arte basada directamente en la arquitectura. Le inspiran tanto las favelas de R¨ªo o los rincones miserables de Londres como le molesta el modernismo paulista; aunque su fuente perfctade inspiraci¨®n es el cuerpo humano.

Santiago Sierra (Madrid 1966) hizo un entusiasta alegato antisistema del arte. Su m¨¢xima referencia es Isidoro Valc¨¢rcel, aunque confiesa que no le interesa la pureza extrema porque de algo hay que vivir, en su caso de las fotograf¨ªas de sus obras. Su performance mundial No es un tour contra el sistema que empez¨® el 18 de julio, ("esa fecha tan desagradable para todos los espa?oles") pasado en Luca, en Italia. Es una road movie de las artes pl¨¢sticas. Su consejo para los que empiezan es que de los pol¨ªticos y de los artistas, se queden con lo que hacen, no con lo que dicen.