"Occidente no respeta sus propios valores"
El autor liban¨¦s Amin Maalouf ha escrito un libro que es una ducha fr¨ªa contra la indiferencia. El desajuste del mundo (Alianza Editorial) empieza como un alegato airado y termina con una apelaci¨®n a los valores que podr¨ªan salvarnos del naufragio. Maalouf tiene 60 a?os, es tambi¨¦n novelista y periodista. De ¨¦l dijo Vargas Llosa: "Cuando le insisten en que confiese si, en el fondo de su alma, se siente m¨¢s franc¨¦s que liban¨¦s, o a la inversa, a Amin Maalouf le sobrecoge la angustia porque comprueba lo extendida que est¨¢ la costumbre, mejor dicho el prejuicio, de imponer a los seres humanos una identidad un¨ªvoca, para entenderlos mejor".
Desde ese extra?amiento, como ¨¦l dice, tambi¨¦n est¨¢ escrito este poderoso alegato sobre el desajuste suicida del mundo en que vivimos. Hablamos con ¨¦l en la Casa ?rabe.
Pregunta. Es un libro hermoso.
Respuesta. Muchas gracias.
P. El lector se adentra en el libro como si estuviese bajo una ducha fr¨ªa. Sobre todo en el prefacio. Hacia el final, usted se muestra compasivo con el lector y le ayuda o le da esperanza. ?Cree usted que est¨¢ el mundo bajo una ducha fr¨ªa o bajo el calor de la esperanza?
R.. Cuando un doctor acude a ver a un paciente primero tiene el deber de atenderle y decirle en qu¨¦ estado se encuentra. Sin embargo, y no importa la gravedad del paciente, el doctor no puede decirle a la familia que se marcha que no puede hacer nada m¨¢s por ¨¦l. Es su deber sentarse junto a la familia y proponer alternativas, soluciones... y eso es lo que quise hacer con este libro. Creo que la situaci¨®n es extrema, muy seria y preocupante. Es el deber de la persona que escribe intentar encontrar las maneras de salir de este embrollo. Volviendo a su pregunta, probablemente he sido m¨¢s genuino y m¨¢s preciso en la valoraci¨®n de los problemas que en las soluciones. Para ellas creo que he sido m¨¢s ingenuo.
P. Usted dice que no tenemos br¨²jula. Esto quiere decir que no tenemos direcci¨®n, que no sabemos hacia d¨®nde ir.
R.. Eso es lo que siento. ?Qu¨¦ mundo es el que estamos construyendo? ?Cu¨¢les son nuestros valores? Creo que no tenemos una actitud clara sobre esto y estamos perdidos.
P. Usted repite la palabra valores muchas veces a lo largo del libro. ?D¨®nde est¨¢n? Usted escribe que tenemos valores pero no los hemos comunicado bien, no los hemos implementado bien.
R.. S¨ª, lo digo refiri¨¦ndome a Occidente y su relaci¨®n con el resto del mundo. Se escucha a menudo aquello de: "el problema de Occidente es que intenta imponer sus valores en el resto del mundo, que intenta imponer la democracia en el resto del mundo..." Pero no es verdad. El problema no es Irak. El problema no es que los americanos hayan ido all¨ª a establecer la democracia y no pudieran porque el pa¨ªs no estaba preparado. Esto es totalmente falso. Primero, el pa¨ªs s¨ª estaba preparado para la democracia. Y segundo, no fueron all¨ª para establecer la democracia. Creo que el problema de Occidente es que durante generaciones, su relaci¨®n con el resto del mundo ha sido el de dominarlo. Dicen que Occidente no respeta la cultura, las tradiciones. A m¨ª esto me parece que es lo de menos. El problema es que Occidente no respeta la dignidad de las personas. No respeta el derecho a que otra gente viva de manera decente, le da igual su libertad y su educaci¨®n. Muchos pa¨ªses se marcharon de sus colonias sin dejar escuelas, ni educaci¨®n ni valores... Dejaron a la gente sin saber leer ni escribir, dejaron a muy poca gente preparada. Ese es el problema. Occidente en su relaci¨®n con el mundo no ha respetado sus propios valores. Mire el caso de Francia. Dicen que es el pa¨ªs de la ¨¦galit¨¦ [igualdad]. Francia se enorgullece de que haya separado el Estado de la religi¨®n. Despu¨¦s se fueron a Argelia y como no quisieron que la gente del pa¨ªs trabajase, les dijeron que ellos eran musulmanes franceses. ?Qu¨¦ quiere decir eso de franc¨¦s musulm¨¢n? ?No fueron ellos los que separaron el Estado de la religi¨®n? Lo hicieron porque no quisieron que los argelinos tomasen cartas en el liderazgo del pa¨ªs.
P. Cita un momento brillante, la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn. Y de inmediato las invasiones norteamericanas. Como si hubiera una esperanza y de pronto EE UU la dilapidara.
R.. No creo que uno pueda culpar a nadie. Creo que hubo una situaci¨®n que provoc¨® la p¨¦rdida de la br¨²jula. La ca¨ªda del muro de Berl¨ªn tuvo la misma importancia que el fin de cualquiera de las guerras mundiales. La diferencia es que el final de la Primera y Segunda Guerra Mundial fue muy preciso. Hubo una guerra y al final hubo un armisticio, una capitulaci¨®n, hubo vencidos y hubo ganadores. Y sobre todo hubo un encuentro y se formul¨® la pregunta: ?Y ahora qu¨¦ vamos a hacer? En 1919, el Tratado de Versalles fue un desastre absoluto. Dicen que se firm¨® la paz para acabar con la paz. Despu¨¦s de finalizar la Segunda Guerra Mundial, el planteamiento fue m¨¢s racional. Exist¨ªan las Naciones Unidas y se planteaba c¨®mo iban a ser las relaciones en el mundo a partir de entonces. Sin embargo cuando cay¨® el muro de Berl¨ªn, a nadie se le ocurri¨® que se deb¨ªa hacer algo. Porque fue un acontecimiento no muy preciso. Ocurrieron una serie de eventos pero no hubo una capitulaci¨®n o armisticio. A nadie se le ocurri¨® que algo nuevo deb¨ªa ser creado. Siempre que ha habido un vac¨ªo, alguien ha ocupado ese vac¨ªo. Estados Unidos hab¨ªa tenido un enemigo poderoso y cuando ese enemigo se disolvi¨®, ellos mismos ocuparon ese vac¨ªo. Nunca se preguntaron cu¨¢l iba ser el nuevo orden sino que simplemente ocuparon ese vac¨ªo. Todo lo que no pudieron hacer antes con facilidad, lo empezaron a hacer entonces y nadie les iba a detener. El problema se crea cuando no hay ning¨²n poder que controle al otro. Nadie que te detenga. Porque de esa manera, uno sigue, sigue y sigue sin control. Y eso es lo que ocurri¨®.
P. En el libro, cuando se llega al a?o 1929, volv¨ª a sentir esa ducha fr¨ªa. Ahora estamos en una situaci¨®n muy parecida a la de 1929. ?Cree que estamos en una situaci¨®n donde podemos pronosticar el drama?
R.. No creo estar en un mundo donde las guerras sean entre poderes. Creo que, afortunadamente, hemos dejado atr¨¢s la historia de guerras entre imperios poderosos. El riesgo es m¨¢s alto ahora. La violencia, la falta de confianza... No imagino hoy d¨ªa una guerra as¨ª. El problema hoy es que Occidente por un lado no tiene un enemigo real y por otro es menos capaz de jugar su papel sin usar la fuerza. All¨ª es donde esta el problema.
P. Tiene usted momentos de ira en el libro. Pero previene al lector diciendo que usted no es un hombre cabreado, de una cultura minoritaria. Irak es uno de los temas que m¨¢s le enervan. ?Cree usted que la comunidad internacional ha reaccionado mal ante los valores de los que usted habla y defiende?
R.. En cuanto a ese tema, creo que existe una insensibilidad generalizada ante la necesidad de preservar el derecho de minor¨ªas, de religiones, de idiomas... Creo que es muy dif¨ªcil explicarle a la gente lo importante que es que una minor¨ªa que ha existido durante m¨¢s de dos mil a?os, deba ser apoyada para que contin¨²e. Que debe ser protegida. Que tiene derecho a sus valores, a sus creencias, etc¨¦tera... Tiene el derecho a ser respetada. Es muy dif¨ªcil. Es mas f¨¢cil explicarle a la gente que debemos proteger una cierta flor que un idioma que est¨¦ desapareciendo. Todos los d¨ªas, desaparecen idiomas. Y a nadie le interesa hacer nada por esta causa. ?Cree que a alguien le importa que millones de personas hayan tenido que huir de Irak? ?Acaso ha provocado esto alg¨²n tipo de indignaci¨®n en el mundo? No.
P. Pero aun as¨ª dice usted que a mal tiempo buena cara. Es usted un optimista.
R.. Soy el tipo de persona a la que le gusta vivir en esta ¨¦poca, la actual. Me encanta vivir la era de Internet y todo lo relacionado con la tecnolog¨ªa. No soy de aquellos que elogian el pasado. Es falso que en el pasado se viviera mejor. Creo que tenemos mucha mejor vida ahora. Tampoco creo en los valores del pasado. Hemos llegado a un momento en el que debemos de establecer nuevos valores. Y no lo estamos haciendo. No se trata de volver a los valores del pasado sino formular nuevos valores. Debemos saber hacia d¨®nde vamos. Y qu¨¦ tipo de relaciones vamos a tener entre todos. No podemos obviar estas cuestiones. Creo que tal y como nos hemos organizado es totalmente ca¨®tico, contraproducente y que solo lleva a m¨¢s y m¨¢s tensiones.
P. Dice usted en el libro que el siglo podr¨¢ ser religioso o no pero que debe ser cultural. Recoge tambi¨¦n algo muy bello del Talmud: Al mundo solo lo mantiene el aliento de los ni?os que estudian.
R.. Efectivamente. ?Por qu¨¦ es tan importante la cultura? Hay tres razones fundamentales. Primero porque si vivimos con otros, tenemos que conocer mucho m¨¢s a los otros. No podemos sentirnos satisfechos con un saber superficial como lo hacemos ahora. El conocimiento de los dem¨¢s, sobre todo en la relaci¨®n entre Occidente y el mundo ?rabe, es igual de superficial hoy d¨ªa que hace 200 a?os. Estoy convencido de que no nos conocemos. Aun nos contentamos con ideas superficiales. No vamos m¨¢s all¨¢ y debemos hacerlo. Debemos conocer el idioma del otro, la cultura del otro, cuales son sus aspiraciones, sus creencias... Para ello, debemos invertir mucho en la cultura en cada pa¨ªs.
En segundo lugar, tenemos problemas conservando el planeta. No podemos continuar consumiendo y usando los recursos naturales del planeta. Mucha gente va a vivir m¨¢s tiempo y en mejor forma que ahora pero ?c¨®mo van a vivir? Esto nos lo da el conocimiento, el seguir aprendiendo. Solo podemos continuar si desarrollamos la expansi¨®n del conocimiento cultural, espiritual... A la ense?anza y a la cultura le debemos dar prioridad. Esta es una manera de enriquecer al individuo en todos los niveles sin empobrecer al planeta. Y la tercera raz¨®n es quiz¨¢ la menos obvia. Necesitamos saber la finalidad. Necesitamos saber a d¨®nde vamos. Y es imposible saberlo sin tener cultura y sin dejar a la gente pensar sobre los valores, la cultura, las creencias. Por eso necesitamos cultura, por esas tres razones.
P. Dice usted que hay peligros nuevos como el fanatismo, la violencia, la desesperaci¨®n. ?C¨®mo podemos enfrentarnos a esto? ?Bastar¨¢ la cultura y la diplomacia?
R.. La diplomacia es importante sin duda. Debemos atacar diferentes problemas como el del Medio Pr¨®ximo. Esto se tiene que solucionar, tiene que ser clarificado. Debemos intentar que los problemas tengan fin y no se prolonguen en el tiempo de manera indefinida. La diplomacia es importante. Pero hay que desarrollar y expandir el desarrollo. Sobre todo en el Mediterr¨¢neo. Hay una especie de guerra invisible entre el norte y el sur del Mediterr¨¢neo. No entiendo c¨®mo el desarrollo de Europa no se ha expandido en el Norte de ?frica. Creo que hab¨ªa que haber hecho lo imposible para llevar el desarrollo de Europa al Norte de ?frica. Creo que esto es importante. Creo que debemos manejar la diversidad de forma diaria. Me refiero a la diversidad, a la inmigraci¨®n... Estos temas no pueden ser tratados solo cuando hay problemas. Creo que deben ser tratados de igual manera que la salud. ?Acaso no hay un ministerio de Sanidad que se ocupa de vacunas, de impedir la proliferaci¨®n de enfermedades, de prevenir la expansi¨®n de pandemias? Debemos hacer lo mismo con la diversidad. Debemos conocer todos los problemas, debemos ir a cada colegio para asegurarnos que los inmigrantes est¨¢n repartidos y no concentrados en un mismo colegio, debemos viajar a todos los barrios para asegurarnos de que no se crean guetos. Posiblemente tambi¨¦n tengamos que crear una pol¨ªtica de idiomas. En Europa existe un problema grave de idiomas y debemos organizarlos de alguna manera tendiendo en cuenta los idiomas de los inmigrantes.
P. Cuando habla usted del mundo ¨¢rabe musulm¨¢n, dice que se hunde cada vez m¨¢s en un pozo hist¨®rico del que no parece capaz de salir. Y a?ade que el mundo ¨¢rabe musulm¨¢n le guarda rencor a la tierra entera. Y ante todo a s¨ª mismo. ?C¨®mo salir de ese pozo? Como salir de ese pozo teniendo en cuenta a Israel y c¨®mo puede salir de ese pozo el s¨ªmbolo de ese pozo, el L¨ªbano, su pa¨ªs?
R.. Creo que el mundo ¨¢rabe musulm¨¢n vive en una crisis profunda desde hace tiempo. No s¨¦ c¨®mo van a salir de ello. Dudo que viva para verlo. Uno de los aspectos fundamentales del problema es que hay una falta de confianza en ellos mismos. Los l¨ªderes pol¨ªticos no tienen credibilidad o legitimidad. Y esto es lo que explica que haya movimientos no oficiales que tomen ciertos asuntos en sus propias manos y declaren guerras. No tienen la sabidur¨ªa en asuntos de Estado, ni saben c¨®mo funciona. Esto explica parcialmente esta actitud de desconfianza. No es f¨¢cil salir de esta situaci¨®n pero un primer paso ser¨ªa crear un acuerdo equilibrado en Oriente Pr¨®ximo. Si existe un equilibrio se puede entonces crear una cierta legitimidad entre los l¨ªderes y que puedan hablar en nombre de la gente. Que puedan reestablecer relaciones con otros pa¨ªses. Ahora estamos en una situaci¨®n en la que la mayor¨ªa de los l¨ªderes son vistos como meros representantes de pa¨ªses extranjeros. Y este es un problema. A menudo se preguntan: ?pero qui¨¦n va a firmar un acuerdo? Porque el que firma un acuerdo que no tiene el apoyo de la poblaci¨®n pierde cualquier legitimidad que le queda. Es muy dif¨ªcil encontrar una soluci¨®n pero creo que puede ser un primer paso.
El discurso que dio Obama en el Cairo me gust¨® mucho porque deber¨ªa de haber un poder externo que redacte un acuerdo equilibrado y aceptado, ponerlo en la mesa y que lo firmen los partidos. Porque los partidos no est¨¢n en una situaci¨®n de negociar directamente entre ellos. En el mundo ¨¢rabe no hay posibilidad de que se negocie nada. Es un tema muy dif¨ªcil. Pero me preocupa que hayan pasado tres o cuatro meses desde que Obama dio ese discurso y no se haya hecho nada. Me preocupa porque esta oportunidad no se puede pasar por alto.
P. En su libro usted utiliza una imagen del a?o 2000. Se trata de un hombre de Florida que est¨¢ votando y habla de c¨®mo ese voto ir¨¢ directamente a la situaci¨®n de L¨ªbano. Ahora, le ofrezco otra imagen. Netanyahu est¨¢ con el Presidente Abbas y se dan la mano en la Casa Blanca en Washington. ?Qu¨¦ le produce esta imagen? ?Tambi¨¦n afecta directamente a L¨ªbano?
R.. No me impresiona que se den la mano porque lo que necesitamos es un acuerdo. Un acuerdo que debe ser redactado por los americanos, que sea aceptado por ambos pa¨ªses a pesar de lo que digan los pa¨ªses de alrededor. Pero el hecho de que se den la mano es solo decoro. No creo que sea importante. Creo que despu¨¦s del discurso de El Cairo, la gente espera mucho m¨¢s. Netanyahu y Abbas se hablan dos veces por semana. Si se dan la mano para un fot¨®grafo no significa nada. Me decepciona lo poco que se ha conseguido.
P.?La palabra futuro es una buena palabra para el L¨ªbano?
R. Si no hay paz en los pr¨®ximos cinco a?os en Oriente Pr¨®ximo no lo es. Creo que el L¨ªbano, que siempre fue s¨ªmbolo de coexistencia y donde la convivencia entre culturas era posible... ya no lo es. El L¨ªbano no puede ser un ejemplo en un mundo donde hay desconfianza y guerra. Veo un futuro gris.
P. Usted escribi¨® una frase muy buena, la de: "O construimos una civilizaci¨®n com¨²n con los mismos valores universales o naufragamos juntos en una barbarie com¨²n".
R.. Realmente tengo esperanza en el mundo pero debemos hacer mucho m¨¢s.
P. Creo que su libro nos ayudar¨¢.
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