'Mulotauros' impresentables
La corrida de seis toros de Pe?ajara fue un enorme fraude. Al final, una tarde aburrida y m¨¢s futbolera que taurina.
Ayer fue el d¨ªa grande de las fiestas sanfermineras. Primer encierro. D¨ªa del Santo. Primera corrida de toros. Con el encierro comenzaron los primeros miedos de miles y miles de corredores. Juego de vitalidad y riesgo. Actos gratuitos a cambio de nada (solo cabe el vencimiento del miedo o la superaci¨®n del propio valor).
Con el d¨ªa se?alado iba otro d¨ªa muy especial para los aficionados al f¨²tbol. Espa?a y Alemania se bat¨ªan en semifinales para dilucidar cu¨¢l de las dos selecciones nacionales pasaba a la final del pr¨®ximo domingo, para enfrentarse a la selecci¨®n holandesa. El litigio est¨¢ en el centro mundial de todos los futbolismos posibles, nada menos.
Con estos y otros alicientes la corrida de seis toros de Pe?ajara fue un enorme fraude. Toros sin una gota de calidad. Unos armarios tremebundos. Carne para matadero.Con este material de poca calidad los toreros se estrellaron. Por mucho que lo intentara Diego Urdiales no consigui¨® un pase de cierto fuste. La voluntad le sobr¨®, sin embargo se estrell¨® contra aquel material de desecho. Lo mismo en su primero como en su segundo. Donde no hay no se puede sacar.
PE?AJARA / URDIALES, BOL?VAR, CORT?S
Toros de Pe?ajara, sin clase, con muchos pitones, una moruchada completa, salvo el tercero que fue algo nobl¨®n.
Diego Urdiales: estocada desprendida (silencio); pinchazo y estocada (silencio).
Luis Bol¨ªvar: estocada ca¨ªda (silencio); metisaca, dos pinchazos y estocada (silencio).
Salvador Cort¨¦s: -aviso-, pinchazo y estocada (saludos); pinchazo, estocada y descabello (silencio).
Plaza de toros de Pamplona. 7 de julio. Lleno.
Cosa parecida le sucedi¨® al colombiano Luis Bol¨ªvar. Tambi¨¦n por m¨¢s que pusiera el m¨¢ximo inter¨¦s no pudo dar una a derechas. Insisto una vez m¨¢s que los toros en general no val¨ªan para nada.
De igual modo Salvador Cort¨¦s tampoco consigui¨® nada bueno. Solamente en su primer toro, tercero de la tarde, atisb¨® algunos derechazos mandones, largos y ce?idos. Tambi¨¦n con la mano izquierda pudo enhebrar alg¨²n que otro pase. De cualquier modo, la faena de ese toro no pasar¨¢ a la historia. En su segundo, ¨²ltimo de la tarde, de nuevo volvi¨® a encontrarse con un ejemplar que no ten¨ªa un pase bueno.
Los empresarios de la Casa de Misericordia de cara a la presencia de los toros puede que est¨¦n muy contentos porque eran grandes, ten¨ªan peso, con gran arboladura en los pitones; empero, de lo que se llama bravura y una cierta clase de dignidad encastada nada de nada. Un fraude para una plaza como Pamplona. No basta que los toros tengan figura y apariencia, cuando les falta lo que un toro debe tener: bravura, sobre todo, y fiereza cuando menos. Eso que en algunas ocasiones cuando sucede que sale un toro bravo y encastado se genera lo que llamamos un ¨¦xtasis salvaje. Lo de ayer fue un tocomocho. Y esta breve cr¨®nica se acula en tablas para dejar que los enviados especiales de Deportes narren la semifinal entre teutones y espa?oles.
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