El viento tumba el ¨¢rbol de Ana Frank
El temporal parte el casta?o que la ni?a jud¨ªa, autora del famoso Diario, contemplaba desde su escondite en ?msterdam
El casta?o de Ana Frank, lo ¨²nico que la ni?a jud¨ªa autora del Diario que lleva su nombre pod¨ªa ver desde la casa de ?msterdam donde se escond¨ªa de los nazis, se ha ca¨ªdo. Despu¨¦s de resistir durante las seis ¨²ltimas d¨¦cadas el tiempo, las plagas y los intentos de serrarlo, el fuerte temporal registrado los ¨²ltimos d¨ªas en ?msterdam lo ha tumbado. S¨®lo queda un metro y medio de tronco. El resto est¨¢ esparcido por el suelo, aunque el suceso no ha causado da?os personales ni materiales. Ten¨ªa 150 a?os y era uno de los m¨¢s antiguos de la ciudad.
Cuando Ana, sus padres y hermana, y otras cuatro personas se ocultaron de los ocupantes nazis en 1944, su contacto con el exterior se redujo a las visitas que les hac¨ªa Miep Gies, empleada de Otto Frank. Ella les llevaba provisiones y les manten¨ªa al corriente de la persecuci¨®n de los jud¨ªos de ?msterdam durante la II Guerra Mundial. La casa que habitaron durante dos a?os, se encontraba en la parte de atr¨¢s del edificio que serv¨ªa de oficina al padre. No pod¨ªan hacer ruido y las ventanas estaban veladas. S¨®lo desde una, en el altillo, pod¨ªan verse las ramas del casta?o ahora ca¨ªdo. A trav¨¦s de sus cambios, Ana segu¨ªa el paso de las estaciones, un detalle que apareci¨® en su diario.
Despu¨¦s de la deportaci¨®n de todo el grupo a los campos de concentraci¨®n, de los que s¨®lo regresar¨ªa Otto Frank, la casa y el patio trasero cayeron en el olvido. En 1960 se abri¨® la Casa-Museo, que es hoy el m¨¢s popular de Holanda. Por el contra, el ¨¢rbol, convertido en un s¨ªmbolo de resistencia, ha pasado por diversas fases. Al figurar en un patio de vecinos, y debido a su mal estado por culpa de los hongos, se intent¨® talarlo. Despu¨¦s de una campa?a internacional en su favor, los tribunales holandeses decidieron salvarlo en 2008. Hubo, eso s¨ª, que apuntalarlo.
La Fundaci¨®n de Ana Frank , que recogi¨® casta?as del ¨¢rbol cuando se discut¨ªa su posible tala, las envi¨® a numerosos colegios de todo el mundo para que las plantaran. Muchos lo consiguieron y cuentan ahora con un "descendiente" del original. En el Bosque de ?msterdam, un parque al sur de la capital, hay asimismo 150 ¨¢rboles plantados de la misma forma. El ayuntamiento decidir¨¢ ahora qu¨¦ hacer con el original, vencido por los elementos.
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