Tres d¨ªas debajo del puente

El festival Jet Lag 2010 de Bilbao tuvo que aprender el pasado fin de semana a convivir con la lluvia y las temperaturas frescas. El mal tiempo ensombreci¨® el desarrollo de las tres jornadas de actividades, autodefinidas como expresiones urbanas y que abarcan desde la m¨²sica al dise?o de moda o las competiciones de skate-board y buscan la participaci¨®n de menores de 30 a?os.

En su tercera edici¨®n, la muestra se fue a las orillas de la R¨ªa, con la ¨²nica protecci¨®n del puente Euskalduna. A mediod¨ªa de ayer arreciaba el chaparr¨®n y los pocos visitantes buscaban la protecci¨®n del agua y el viento. La organizaci¨®n del festival, impulsado por el Ayuntamiento bilba¨ªno, calcul¨® que unas 4.000 personas participaron en las actividades a lo largo de los tres d¨ªas de programaci¨®n.

La ubicaci¨®n de la muestra de cultura urbana levanta cr¨ªticas de los participantes

El desfile de nuevos dise?adores registr¨® un lleno hasta la bandera

Los bajos del puente Euskalduna, tanto la zona colindante con el Museo Mar¨ªtimo como la de Botica Vieja, han sido la tercera ubicaci¨®n de Jet Lag. La muestra inici¨® su andadura en una nave industrial de Zorrozaurre en 2008 y el a?o pasado se fue al aire libre, al Arenal. "Lo que hacemos aqu¨ª pasa desapercibido para el resto de la ciudad", lamentaba una de las componentes de Trapo Sonora, un colectivo dedicado al reciclaje textil y electr¨®nico, ante una chaqueta a la que hab¨ªan instalado un sintetizador. "No se ve desde ning¨²n lado. La m¨²sica de unas actividades se mezcla con la de las otras y no se pueden apreciar los sonidos de nuestras piezas".

Los bajos del puente Euskalduna fueron habilitados para el festival por el escen¨®grafo y pintor Jos¨¦ Ibarrola creando paredes con pal¨¦s de madera y mecanotubo y reutilizando moquetas retiradas del BEC. "No hacen falta grandes instalaciones para crear un lugar de encuentro", defendi¨®.

Ibarrola no comparte las criticas al lugar elegido para el festival. "Se genera un espacio p¨²blico, una plaza cubierta que funciona como lugar de encuentro en el que coinciden los skaters con los graffiteros, los 2.0 o cualquier tribu urbana, y deben compartirlo con los paseantes", explic¨®. "La gente joven quiere lugares poco controlados, y el puente Euskalduna es casi frontera urbana", concluy¨®.

Los que estaban encantados eran los graffiteros, trabajando al aire libre sobre paneles en blanco. Mawa y Hezur, autores a cuatro manos de uno de los murales, eran beb¨¦s cuando la reconversi¨®n naval acab¨® por cerrar los astilleros, pero recurrieron a la memoria del lugar para su obra. Un viejo cartel inspir¨® su graffiti La batalla de Euskalduna.

La pista de patinaje de Botica Vieja se habilit¨® para la pr¨¢ctica del skateboard y el Museo Mar¨ªtimo cobij¨® la moda. El desfile de nuevos dise?adores del pasado s¨¢bado tuvo lleno hasta la bandera. Ayer hubo que esperar a que se abrieran claros para que aumentara la afluencia de visitantes.