Enrique Meneses, una vida de periodismo y aventura
El documental 'Ox¨ªgeno para vivir. De la generaci¨®n M¨¢gnum a la generaci¨®n 2.0' hace balance del periodismo a trav¨¦s del trabajo de un insustituible testigo del siglo XX
"Yo siempre digo que tengo sangre de tinta... y un poco de g¨¹isqui". Con esta frase y con algo menos, por no decir nada, de alcohol, comienza Ox¨ªgeno para vivir. De la generaci¨®n M¨¢gnum a la generaci¨®n 2.0 , el documental que ide¨® la periodista Georgina Cisquella con la ayuda del realizador Renato San Juan para "hacer memoria del periodismo de los ¨²ltimos 50 a?os" a trav¨¦s de la carrera y la vida cotidiana del fotorreportero Enrique Meneses (Madrid, 1929).
El d¨ªa de la muerte de Manolote en 1947, cuando ni siquiera hab¨ªa cumplido la mayor¨ªa de edad, Meneses escribi¨® su primera noticia. Desde entonces no ha parado. "Yo sigo trabajando, no he dejado de escribir ni un d¨ªa desde que ten¨ªa 15 a?os", cuenta en el sal¨®n de su casa de Madrid, sentado en su sill¨®n de orejas, delante del ordenador, al lado de la televisi¨®n y con un m¨®vil de ¨²ltima generaci¨®n cerca. Porque desde hace siete a?os Meneses ha redoblado su contacto con la realidad a trav¨¦s de su blog y de las redes sociales. Pero para llegar a hasta este escritorio se cri¨® primero por el mundo en busca de historias.
"Es la mejor representaci¨®n del periodista que ha sabido adaptarse a los cambios tecnol¨®gicos asumiendo que el oficio sigue siendo el mismo", se?ala Georgina Cisquella. "Lo que m¨¢s me fascin¨® cuando descubr¨ª a Enrique fue su optimismo hist¨®rico y vital, su incre¨ªble memoria y lo m¨¢s valioso para este trabajo, su capacidad para usar lo que ha vivido en el pasado para reflexionar sobre el presente".
La periodista Rosa Jim¨¦nez Cano entra en el sal¨®n. "?Qu¨¦ te parece el nuevo Paris-Match?". "Es una mierda, se ha convertido en la revista Hola". Hace m¨¢s de medio siglo, la revista francesa mostraba las fotograf¨ªas de Meneses en Sierra Maestra. La portada era la imagen de un rebelde empu?ando un arma "solo importante para la publicaci¨®n por el secuestro del piloto de carreras Fangio". D¨ªas despu¨¦s, aquel barbudo pas¨® a ser Fidel Castro, el l¨ªder de la Revoluci¨®n Cubana al que Meneses sigui¨® en su conquista de La Habana.
El periodista se para ante una fotograf¨ªa del Che Guevara en la entrada de su casa. "Es un vintage sacado del original que Korda me dedic¨® en una visita a Espa?a". Una de las cientos de reliquias que acumula en su casa apiladas cerca de la chimenea, desbordando los estantes o poblando la peque?a biblioteca que hay pegada al sal¨®n. En un rimero de libros aparece el que su hija B¨¢rbara escribi¨® a los 15 a?os sobre su viaje por ?frica. "Sal¨ª de Madrid con un equipo y siete millones de pesetas que me dio TVE para pagar la expedici¨®n y as¨ª viajar por el continente con mis hijas B¨¢rbara y Anne Isdabelle". En total 20.000 kil¨®metros, 112 d¨ªas, una traves¨ªa de 11 pa¨ªses.
Variadas son las situaciones pre?adas de historias en las que se ha visto Meneses: Sentado frente a Farah Diba, ("la entrevist¨¦ en franc¨¦s y al Sha en ingl¨¦s, cada uno hab¨ªa recibido una educaci¨®n"); hablando con el hijo de Martin Luther King ("El d¨ªa del discurso me acerqu¨¦ a una mujer que lloraba. En 85 a?os nadie la hab¨ªa llamado se?ora y aquel d¨ªa, un hombre blanco la empuj¨® y se excus¨® dici¨¦ndola madam. Sus l¨¢grimas me sirvieron para titular una pieza que luego mis jefes cambiaron"); corriendo por la avenida de los francotiradores en Sarajevo con el que ¨¦l llama su redescubridor, Gervasio S¨¢nchez.
El fotoperiodista aragon¨¦s es otro de los personajes que acompa?a a Meneses en el documental. "Elegimos a periodistas como Manu Leguineche, Rosa Mar¨ªa Calaf, Amalia Sanpedro y Gerardo Olivares no solo porque hab¨ªan compartido parte de su vida con Enrique, sino porque la idea era crear un debate sobre el periodismo", explica Cisquella.
El ox¨ªgeno
Y entre memoria y memoria, el d¨ªa a d¨ªa. El ox¨ªgeno para vivir por culpa de un c¨¢ncer de pulm¨®n del que ya "solo queda un cent¨ªmetro". Las comidas preparadas, "alta cocina f¨¢cil de hacer". El cepillo en forma de hipop¨®tamo rosa que guarda de cuando su hija era peque?a y que ahora usa para limpiar la cuchilla de afeitar.
Y los premios. Los reconocimientos a una vida dedicada al periodismo que su hija B¨¢rbara le reprocha en una charla en Antequera. "Eres una emisora de radio que emite en una sola frecuencia. Siempre tratas de imponer tu visi¨®n del mundo", dice ella. En ese momento, se congelan los recuerdos. "Me puse muy triste. Georgina me dijo que si quer¨ªa cortar¨ªa esta conversaci¨®n, pero llevo toda mi vida defendiendo la libertad de expresi¨®n, no voy a censurar nada con 81 a?os".
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