El antrop¨®logo de la moda de Nueva York ya tiene documental

Pronunciar el nombre de Bill Cunningham significa referirse a la moda y el estilo de la Gran Manzana. De hecho la todopoderosa y gur¨² entre las gur¨²s Anna Wintour -editora del Vogue Am¨¦rica- asegura que todas las mujeres de Manhattan "se visten para Bill". El octogenario fot¨®grafo lleva d¨¦cadas documentando las tendencias reales de la moda a pie de calle. Con su bicicleta recorre las avenidas de la ciudad de los rascacielos al acecho de hombres y mujeres que 'dicen algo' con su forma de vestir. Se ha convertido en el antrop¨®logo de la moda de Nueva York huyendo de las pasarelas y centrando el territorio de su extenso trabajo en el asfalto y las fiestas de sociedad a trav¨¦s de dos secciones semanales en el suplemento de estilo del diario The New York Times 'On the street' y 'Evening hours'.

Con estos antecedentes se podr¨ªa pensar que Cunningham deber¨ªa ser una de las personas m¨¢s poderosas, ricas e influyentes de Nueva York, pero la realidad es otra. El director de cine, Richard Press, es el autor de Bill Cunningham New York, el primer documental sobre la figura de Bill Cunningham, y lo sabe bien. Nada menos que ocho a?os estuvo el realizador insisti¨¦ndole a Cunningham para que le dejara filmar esta pel¨ªcula con ¨¦l como protagonista. Hace dos, el fot¨®grafo cedi¨®, pero impuso dos condiciones: que la pel¨ªcula se rodara con una c¨¢mara que no fuera aparatosa y sin un equipo de personas que interrumpiera su trabajo en las calles de la ciudad.

De esta forma, Press ha podido realizar la cr¨®nica de un hombre que est¨¢ obsesionado con su trabajo, con las fotograf¨ªas que dispara diariamente para mostrar c¨®mo viste la gente. Adem¨¢s, el documental descubre, por ejemplo, como Cunningham ha vivido durante m¨¢s de 50 a?os en un peque?¨ªsimo estudio sobre el Carnegie Hall, que nunca come en restaurantes y que se traslada por las calles en bicicleta, en lo que el director define como "una vida monacal".

Seg¨²n Press este documental es una oportunidad ¨²nica de escuchar las opiniones de personajes de la alta sociedad neoyorquina que nunca han querido aparecer en una pel¨ªcula, pero que han dado su consentimiento trat¨¢ndose de Cunningham como David Rockefeller, Brooke Astor y Annette De La Renta entre otros.

Perseguir a Cunningham durante casi dos a?os se convirti¨® en una negociaci¨®n diaria puesto que una de las armas principales del fot¨®grafo es la invisibilidad para poder disparar sus fotos en las calles sin que el sujeto tenga conciencia de que est¨¢ siendo fotografiado. As¨ª que ¨¦l ped¨ªa a Press que trabajara de la misma manera. Esto supuso que tan solo tres personas estaban involucradas en la realizaci¨®n de la pel¨ªcula: el propio Press, su productor y un fot¨®grafo del New York Times que jam¨¢s hab¨ªa sido operador de c¨¢mara pero del que Cunningham se fiaba. La pr¨®xima semana el documental se estrenar¨¢ en Nueva York y el mes siguiente en Los Angeles. Seg¨²n la productora del filme, pronto llegar¨¢ a Europa.