Demasiado elegante
Un precioso pianissimo, con resonancias wagnerianas, abri¨® In Sommerwind, de Anton Webern. Es esta una obra de juventud donde el lobo en que se convirti¨® luego para los p¨²blicos conservadores, todav¨ªa no asomaba la patita. La partitura, de indudable inter¨¦s, carece sin embargo de ese rigor milim¨¦trico y esa tremenda coherencia que caracteriz¨® m¨¢s tarde al compositor vien¨¦s. Fue servida con aut¨¦ntico mimo por Leopold Hager y la Orquesta de Valencia, destacando en ella, especialmente, la secci¨®n de trompas y los solistas de flauta y viol¨ªn. Tambi¨¦n se evidenci¨® una cuidadosa concentraci¨®n de la batuta y los profesores al interpretar los cuatro Lieder seleccionados de la compilaci¨®n Des Knaben Wunderhorn. La atenci¨®n no se refiri¨® s¨®lo a los pentagramas en s¨ª, sino al acompa?amiento de la soprano solista, cuya voz, muy peque?a, qued¨® tapada demasiadas veces a pesar del esfuerzo que hicieron todos por evitarlo. S¨®lo en Wo die sch?nen Trompeten blasen, de orquestaci¨®n muy et¨¦rea, pudo valorarse bien a la cantante. Hager hizo una lectura elegante y delicada, demasiado a veces: Das irdische Leben es demasiado terrible para tanta suavidad.
INTEGRAL SINF?NICA DE GUSTAV MAHLER
Orquesta de Valencia. Leopold Hager, director. Mojca Erdmann, soprano. Obras de Webern y Mahler. Palau de la M¨²sica. Valencia, 8 de abril de 2011.
Ese exceso de delicadeza y elegancia tambi¨¦n afect¨® a la Cuarta Sinfon¨ªa de Mahler. Hager ajust¨®, frase¨® con correcci¨®n, confeccion¨® un bello sonido (el poso salzburgu¨¦s se hizo muy evidente) y puso todas las cosas en su sitio, pero la obra, de alguna manera, se le muri¨® entre las manos. Al primer movimiento le falt¨® chispa, al segundo el toque levemente cuartelero que tiene, el tercero result¨® aburrido y el cuarto, con ayuda de la soprano, nada juguet¨®n. Con un texto que habla de las delicias celestiales desde una perspectiva terrenal a m¨¢s no poder (los angelitos hornean pan, el vino es gratis, hay liebres a disposici¨®n de todo el mundo, San Pedro se mete a pescar lo que Santa Marta cocinar¨¢, etc), algo m¨¢s de picard¨ªa le hubiera sentado bien. La orquesta tuvo magn¨ªficas prestaciones instrumentales, pero no parec¨ªa haberse adue?ado del esp¨ªritu de esta sinfon¨ªa. Elegant¨ªsimos tambi¨¦n, irreprochables en la sonoridad y con intervenciones solistas muy destacadas, lo cierto es que, en conjunto, a la segunda parte le falt¨® tensi¨®n y decepcion¨® un poco tras ese otro Mahler, tan esplendoroso (Segunda Sinfon¨ªa), que hicieron el 25 de marzo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.