El kamasutra televisivo

?Es el sexo sucio s¨®lo cuando se hace bien o est¨¢ bien hecho s¨®lo si es sucio? En las series de televisi¨®n, de Roma o Los Soprano a las m¨¢s recientes Hung,Camelot, Los Borgia o Juego de tronos, cada vez florece m¨¢s lo de pintar el templo, apretar las tuercas o como lo quieras llamar. Y encima, de un modo expl¨ªcito. En los 90 Melrose Place nos parec¨ªa de lo m¨¢s vicioso y lascivo, pero el auge de personajes desinhibidos y la libertad de canales como HBO, Showtime o Starz han conseguido que la promiscuidad de Amanda Woodward nos parezca un juego de ni?os.

La parrilla del cable estadounidense es como una enorme sala "X" apta para todos los p¨²blicos. Tenemos el sexo banal y escandaloso entre Nucky Thompson (Steve Buscemi) y Lucy Danziger (Paz de la Huerta) en Boardwalk Empire y tambi¨¦n el exagerado y a veces pueril de True Blood y Spartacus. La ficci¨®n de Starz, un antes y un despu¨¦s en la representaci¨®n del fornicio, ha suscitado tanto cr¨ªticas como alabanzas por su crudeza en las escenas subidas de tono: org¨ªas, voyeurismo, lenguaje descarnado ("Todo se reduce a un par de tetas y a un co?o prieto"), desnudos frontales y m¨²sculos sudorosos esculpidos a golpe de gimnasio.

Si en el cine cada vez se impone m¨¢s la tendencia de que lo casto es el nuevo t¨®rrido ¨Cs¨®lo hay que ver Crep¨²sculo¨C, en televisi¨®n se ha pasado de sugerir a escandalizar, y no siempre de forma gratuita. Ah¨ª est¨¢ Alan Ball, creador del t¨ªtulo vamp¨ªrico encabezado por Anna Paquin, que siempre ha definido como "rid¨ªculo" que sus personajes fueran c¨¦libes al igual que los de Stephenie Meyer: "Los vampiros son el sexo. No entiendo una historia de vampiros sobre la abstinencia sexual [¡­] Si vemos la base, es el hecho de que crean orificios en el cuello donde antes no hab¨ªa ning¨²n agujero. Es como desvirgar".

Incesto en 'Los Borgia' y en 'Juego de tronos'

Como buenas herederas de la sublime Los Tudor, las reci¨¦n estrenadas Los Borgia(Showtime) y Camelot (Starz)¨Cambas con Michael Hirst detr¨¢s¨C prometen dar guerra en medio de fiestas palaciegas, confabulaciones y luchas de poder con el sexo como arma pol¨ªtica. En el piloto de Los Borgia, que ser¨¢ estrenada muy pronto en Espa?a a trav¨¦s de Cuatro, podemos ver a una curiosa Lucrecia (Holliday Grainger) espiando a su hermano C¨¦sar (Fran?ois Arnaud) en pleno acto. Pero en caso de seguir la leyenda negra que salpica a la familia de Alejandro VI y la novela La primera familia del crimen de Mario Puzo ¨Cs¨ª, el de El Padrino¨C, la trama subir¨¢ todav¨ªa m¨¢s la temperatura y coquetear¨¢ con la violaci¨®n y hasta con el incesto.

Juego de tronos, en Canal + a partir del 9 de mayo tras su esperad¨ªsimo estreno en HBO el pasado domingo 17, tampoco olvidar¨¢ el sexo entre parientes y otros asuntos que no te queremos desvelar. El director ?lex de la Iglesia, fan¨¢tico del mundo creado por George R.R. Martin, ya ha hablado de su sensualidad: "Es terriblemente er¨®tica. No, er¨®tica es una palabra muy antigua. Digamos que es muy cerda. Me excita mucho".

Los ¨²ltimos esc¨¢ndalos

Aunque el diario brit¨¢nico The Independent haya publicado que las dosis de sexo han disminuido porque "han dejado de ser singulares", lo cierto es que estas cuatro letras ¨Ctres en ingl¨¦s¨C todav¨ªa levantan ampollas. Los ¨²ltimos esc¨¢ndalos en materia televisiva los han protagonizado, sin ir m¨¢s lejos, el remake americano de Skins (MTV) y el piloto pendiente de estreno Playboy (NBC). La primera, todav¨ªa por confirmar una segunda entrega y con un casting con edades de entre 15 y 19 a?os, rebaj¨® su tono acusada de violar la ley federal que protege a los menores contra la pornograf¨ªa. La segunda, mientras tanto, acaba de saltar a la palestra gracias a una informaci¨®n publicada por Variety. Esta afirma que los contratos de las estrellas incorporan una cl¨¢usula que les obliga a desnudarse y a representar escenas de alto voltaje.

Quiz¨¢ uno de los t¨ªtulos m¨¢s desconocidos, complejos y profundos ¨Cpor qu¨¦ no decirlo¨C sobre el sexo sea Tell me you love me, una maravilla de HBO que s¨®lo tuvo 10 cap¨ªtulos. Digamos que era como el In Treatment del sexo. Analizaba a tres parejas en diferentes estadios de la vida y estas, a su vez, confesaban sus problemas de alcoba a una terapeuta interpretada por la magn¨ªfica Jane Alexander. Recreaba sin tapujos escenas de sexo oral, eyaculaci¨®n y masturbaci¨®n. Se mont¨® tal l¨ªo que el director tuvo que admitir que todo era, en realidad, simulado. Si quieres saber m¨¢s casos, la lista es interminable: El S¨¦quito, Weeds, Sexo en Nueva York, The L word, Shameless ¨Cla brit¨¢nica y la americana¨C, Big Love, Mistresses, Nip/Tuck,Dirt¡­

El morbo de la elipsis y el caso espa?ol

El tira y afloja y la insinuaci¨®n tambi¨¦n pueden ser excitantes. El matrimonio formado por Michelle y Robert King controla los dobles sentidos, las elipsis y las sugerencias en The Good Wife(CBS) como si fueran alumnos de Ernst Lubitsch y Billy Wilder; Matthew Weiner nos ha dejado momentos memorables en Mad Men (AMC), como ese encuentro a lo dolce vita entre Don y Betty Draper, y en Fringe(Fox) hemos tenido que esperar 57 cap¨ªtulos para que Olivia ¨Cla nuestra, no la del otro mundo¨C le diera un morreo como Dios manda a Peter y se lo llevara escaleras arriba. ??Ya era hora!!

En Espa?a, salvo Sin tetas no hay para¨ªso (Telecinco),F¨ªsica o Qu¨ªmica (Antena 3), Cuestion de sexo (Cuatro) o las elegantes Gran Reserva (TVE) e Hispania (Antena 3), seguimos sin atrevernos. Miguel S¨¢ez, el que fuera coordinador de gui¨®n de Sin tetas, opina que sigue siendo un tab¨². ¡°Alan Ball pone a sus personajes a follar a diestro y siniestro pero aqu¨ª seguimos pensando que es mejor sugerir. No podemos hacer un Californication, pero no porque seamos cat¨®licos ni mojigatos. Sencillamente porque notamos el hacha si no tenemos audiencia. Y cuanto m¨¢s generalista eres, m¨¢s p¨²blico tienes¡±. Lo que s¨ª lamenta el tambi¨¦n ex de Al salir de clase (Telecinco) es que a veces s¨ª que se emplee como recurso desesperado para ganar share. Si no te lo crees, piensa en los culillos y los escotes furtivos que has visto en ?guila Roja (TVE) o recuerda los desnudos de ?lex Gonz¨¢lez y Kira Mir¨® en la ya cancelada Lex (Antena 3).

Manohla Dargis, jefa de cr¨ªticos cinematogr¨¢ficos en The New York Times, tiene su propia teor¨ªa sobre la diferencia que existe hoy entre cine y televisi¨®n. Para ella, el neo-puratismo y la verg¨¹enza impide a los realizadores mostrar una relaci¨®n sexual en la gran pantalla.?ltimamente hemos podido ver filmes que desmontan esta teor¨ªa, como Cisne negro, Blue Valentine o Amor y otras drogas. S.T. VanAirsdale, cr¨ªtico del Times y tambi¨¦n colaborador en The Huffington Post, contradice a Dargis y expone una nueva hip¨®tesis. A los espectadores nos cuesta ver esta clase de escenas en el cine no por rubor ni por embarazo, sino por ego¨ªsmo. Nos desexualizamos al vernos rodeados, nos preocupa lo que creer¨¢ el vecino de nuestra reacci¨®n y se nos corta el rollo. ¡°Nos incomoda la idea de compartir nuestra excitaci¨®n [¡­] La privacidad de nuestros cuartos de estar nos da una especie de inmunidad y as¨ª podemos ruborizarnos¡±. Por eso la televisi¨®n gana en cent¨ªmetros al cine. Aunque sea s¨®lo en la carne que ense?a, claro.