"Si se confirmase lo de Camps, le pondr¨ªa de patitas en la calle"
El escultor castellonense pide a la Generalitat que proteja y fomente las econom¨ªas aut¨®nomas
Juan Ripoll¨¦s, Castell¨®n, 1932, no admite "puritanismos". Cuando se prueben las cosas, que se act¨²e, mientras tanto nada. Eso s¨ª, de demostrarse que Camps recibi¨® regalos de la trama G¨¹rtel, "le pondr¨ªa de patitas en la calle". Por lo dem¨¢s, el prestigioso escultor aun vive en su casa de campo con sus burros y sus gallos. Estos d¨ªas anda algo fastidiado por todo el cobre que le robaron de la escultura que preparaba para el aeropuerto de Castell¨®n. "Es que he tenido que comprar dos pal¨¦s de 3.000 kilos cada uno", comenta. Y el cobre est¨¢ caro.
Pregunta. Usted vive en un mas en el campo, ?la pol¨ªtica le afecta?
Respuesta. Toda persona preocupada por el ser humano se preocupa por lo que ocurre, no importa vivir aislado o en la ciudad. Y s¨ª, me preocupa el Ayuntamiento, la Diputaci¨®n, la Generalitat, el Estado y el mundo.
P. Los pueblos peque?os, como el suyo, ya hace tiempo que pierden m¨¢s y m¨¢s habitantes; mientras, las grandes ciudades son cada vez m¨¢s grandes ?Echa en falta que las Administraciones se preocupen por regenerar la vida rural? ?Qu¨¦ podr¨ªa hacer la Generalitat? ?C¨®mo?
R. Todo esto es cuesti¨®n de econom¨ªa. A la sociedad le da igual comer tomates holandeses, chinos o valencianos. Desarrollar la econom¨ªa de zonas aisladas resulta muy problem¨¢tico, montar una f¨¢brica de azulejos en Morella es costoso por materias primas y transporte. Adem¨¢s, los j¨®venes tienen m¨¢s alicientes en la ciudad, pueden hacer m¨¢s cosas, est¨¢n m¨¢s a gusto. La gente antes viv¨ªa m¨¢s aislada, salir resultaba m¨¢s complicado. Ahora es m¨¢s f¨¢cil y ellos prefieren el asfalto.
P. Usted es muy aficionado a los toros, ?no cree que la sociedad est¨¢ cada vez m¨¢s lejos de este tipo de espect¨¢culos? ?Qu¨¦ le parece que la Generalitat apueste por declararla la fiesta como Bien de Inter¨¦s Cultural?
R. Son movimientos de ida y vuelta. Yo veo mucha juventud en las corridas; ahora habr¨¢ menos p¨²blico pero es m¨¢s joven y prefiere calidad m¨¢s que espect¨¢culo. Si se prohibieran me parecer¨ªa una bestiada, un fascismo.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque lo que es criminal es hacer sufrir a una persona. La conciencia de un animal no es la de un ser humano. Adem¨¢s, ?y eso de hacer vivir a un perro en un piso? ?Y eso de que los pollos vivan a la luz de una bombilla embutidos de pienso? Esos no son sus espacios, es una putada. La sociedad es muy inculta en cuanto a su entorno y los cuatro pol¨ªticos que apoyaron su prohibici¨®n en Catalu?a lo hicieron por cuatro votos. El toro vive libre, a cuerpo de rey. Es el ¨²nico animal que no huye ante el da?o, que se crece ante el obst¨¢culo, por eso va a la pica del caballo. Debe ser la sociedad la que elimine: si la plaza no se llena, el espect¨¢culo muere. Y s¨ª, son un bien cultural.
P. Usted mantiene un huerto en su casa , en cambio el sector agr¨ªcola pierde fuerza cada a?o. En su opini¨®n, ?Qu¨¦ podr¨ªa hacer la Generalitat o la diputaci¨®n para protegerla y fomentar su productividad?
R. Apoyar las econom¨ªas aut¨®nomas. Hoy se quiere comer y beber m¨¢s all¨¢ de lo que da el entorno y ah¨ª se genera el conflicto. Mira, antes no hab¨ªa casi incendios, pues la tierra estaba trabajada y el ganado limpiaba los bosques de maleza. Y luego se prohibi¨® el pastoreo... ?Qu¨¦ man¨ªa de proteger, qu¨¦ af¨¢n protector irracional, qu¨¦ burros somos!... ?Es que estamos provocando desequilibrios!
P. ?El arte est¨¢ maltratado en la Comunidad Valenciana?
R. En Espa?a, la cultura siempre estuvo maltratada, igual que los artistas. De ah¨ª las contestaciones de izquierda. Nuestra cultura siempre ha sido muy reivindicativa por influencia de la libertad que se disfrutaba en Francia. El problema aqu¨ª es que se pelea pol¨ªticamente, no se convive. No hay conciencia de Estado: rompemos, no construimos. Adem¨¢s, cada comunidad ofrece trabajo a sus artistas. Antes de los nacionalismos, eso no ocurr¨ªa.
P. ?Qu¨¦ har¨ªa si fuera consejero de Cultura entonces?
R. No defender¨ªa lo valenciano por ser valenciano, buscar¨ªa la calidad, no solo a los famosos. Adem¨¢s, tratar¨ªa de impulsar y fomentar la exposici¨®n p¨²blica de arte pl¨¢stica. En Francia ocurre as¨ª. Una vez me compraron una escultura en Francia y cuando fui, vi que el due?o la hab¨ªa colocado en su f¨¢brica. Era de boller¨ªa y cosas as¨ª, muy importante. El caso es que le pregunt¨¦ que por qu¨¦ no la colocaba en su casa y me explic¨® que pagaba menos impuestos si la expon¨ªa en p¨²blico.
P. Sus piezas presiden espacios en Valencia, Castell¨®n... ?Se siente inc¨®modo si le califican como un artista del r¨¦gimen?
R. Cuando uno tiene imagen p¨²blica, debe tener prudencia. Dicen las malas lenguas que el PP me ha dado beneficio, que soy su artista oficial. Pero mira, dos alcaldes socialistas me encargaron piezas y el siguiente que vino, del PP, nada. Carlos Fabra, tampoco. Las esculturas de Castell¨®n me las encargaron empresas privadas. A mi el PP no me ha pagado nada, ?nada!, con la obra p¨²blica nunca he ganado dinero. Y luego los socialistas critican que me encarguen obras y dicen que es un despilfarro. ?Despilfarro? ?Yo no genero empleo en mi taller?
P. De acuerdo con su experiencia, ?los artistas que alcanzan cierta notoriedad medi¨¢tica pueden influir en los pol¨ªticos?
R. No, ?por qu¨¦? S¨ª, nos encontramos todos, algunos vienen a comer a mi casa y cuando les veo les doy un beso.
P. ?Usted siente que puede?
R. No creo que pueda hacerlo. El pol¨ªtico te puede apreciar, pero no le puedes convencer. ?No los ves? uno lleva su rollo y lo larga y el otro hace lo mismo. Influencia social s¨ª, que vean que transmites credibilidad y as¨ª produces simpat¨ªa. Pero en los pol¨ªticos no. Les puedes dar una idea de gobernar como lo que dijo Camps de los artistas de izquierda, de los que no son del PP, que no comulgan con el PP.
Ripoll¨¦s elabora un discurso inspirado en la hierba silvestre; echa el tallo al cielo, engancha ideas, las encadena y deja crecer sin demasiado orden, a su gusto. De los artistas de izquierda se pasa a la pol¨ªtica y, de repente, dice: "Yo tengo el sentimiento a la izquierda y la raz¨®n a la derecha".
P. ?Eso qu¨¦ es?
R. Yo me siento de izquierdas, pero al momento de razonar o de gobernar, buscar¨ªa la raz¨®n, encuentro m¨¢s razonable la derecha, m¨¢s sensata, no enga?a como enga?a la izquierda, porque ha enga?ado. Y la derecha sabemos lo que es.
P. ?Qu¨¦ es?
R. Lo que es. A m¨ª me molesta que me digan que es cavern¨ªcola o del pasado. Me ofende como hombre de sentimiento de izquierdas, me ofende porque no es verdad. Esta derecha no tiene nada que ver con la derecha hist¨®rica. La derecha es la que ha cambiado, ha dado un paso al frente y se ha hecho dem¨®crata; la izquierda, no. La izquierda se ha hecho m¨¢s retrograda y la derecha empez¨® a tolerar lo que no toleraba hist¨®ricamente. La izquierda sigue acusando exactamente igual como si la derecha no hubiera movido los pies y eso es una falacia, una mentira insoportable. Que tengan m¨¢s imaginaci¨®n. Yo no me he ido de la izquierda, me ha echado por su manera de actuar, pero no me ha cambiado el sentimiento. Mira el Pa¨ªs Vasco, ah¨ª han hecho pacto la derecha cavern¨ªcola que dicen con la izquierda, ah¨ª se han sacrificado.
P. Hay varias derechas, varias izquierdas...
R. No, no, no...
P. La derecha es sensata, vale, pero aqu¨ª el PP concurre a las elecciones auton¨®micas y municipales con 11 implicados en casos de corrupci¨®n. Desde G¨¹rtel a Brugal y luego los asuntos judiciales de Carlos Fabra en Castell¨®n.
R. Hasta ahora, a Carlos Fabra no han podido condenarle... ?Y no es porque los jueces sean de derechas, eh!
P. Porque la Audiencia consider¨® que los supuestos delitos hab¨ªan prescrito.
R. Los jueces que le juzgan consideran que han prescrito, los jueces de la izquierda, puestos por el Gobierno.
P. No le entiendo.
R. Ay, si no lo han juzgado. ?Por qu¨¦ los han dejado prescribir?
De nuevo vuelve a la izquierda, a la derecha, a las cosas "curiosas" que pasan en Espa?a. "La izquierda no es dem¨®crata", defiende, "siempre ha sido sectaria. Ahora ha querido ser dem¨®crata y demostrar que lo es m¨¢s que nadie y nos ha tra¨ªdo los nacionalismos".
P. D¨¦jeme que insista en la derecha sensata. Un partido que presenta listas con implicados en...
R. Implicados, implicados
P. Tambi¨¦n imputados. El presidente Camps est¨¢ imputado por haber aceptado supuestamente regalos de la trama G¨¹rtel.
R. ?T¨² sabes por qu¨¦ tengo yo una escultura imputada?
Bancaja encarg¨® a Ripoll¨¦s una escultura para la entrada del puerto de Castell¨®n, preparada para echar agua. Algunas veces de viento, el agua mojaba el asfalto. "Hay una vecina que es del PSOE que puso una denuncia de que el ruido del agua no la dejaba descansar y que era un peligro para los coches". El juez prohibi¨® provisionalmente que la escultura echase agua. "Seguro que el d¨ªa que salga el juicio, volver¨¢ a chorrear el agua, seguro, pero mientras tanto, como se ha admitido la denuncia, no chorrea el agua".
P. Hay diferencias. Solo por dar buen ejemplo, ?el PP no deber¨ªa actuar de otra manera?
R. ?Te hablo como pol¨ªtico, como si yo fuera pol¨ªtico? Ese se?or, ?ha gestionado bien? Pues yo digo, el d¨ªa que salga demostrado que es verdad, ir¨¢ de patitas a la calle, rapid¨ªsimo, a la calle. Por dos cosas, porque la ley lo obliga y segundo porque yo le echar¨ªa. Pero si ha gestionado bien y no se demuestra que es culpable, seguir¨¢ administrando los bienes p¨²blicos. Si el PP, en esta comunidad, desciende en n¨²mero de votos y simpat¨ªa popular, tambi¨¦n lo quitar¨ªa. Pero si no, no lo habr¨¢ hecho tan mal.
P. ?Ser simplemente sospechoso no conlleva responsabilidades pol¨ªticas?
R. No, ese puritanismo no lo admito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.