Nicolas Sarkozy, por fin actor protagonista

Nicolas quiere llegar lejos. Algunos le ven a¨²n como el peque?o Sarkozy, un tipo sin brillo con muchas ganas de triunfar. Pero otros observan en ¨¦l al joven pol¨ªtico que podr¨¢ sustituir a un mayor Jacques Chirac y a un demasiado finolis Dominique de Villepin. Ese lustro, el que va de 2002 a 2007, en el que Nicolas Sarkozy pasa de ministro a presidente de Francia, pero pierde a su esposa C¨¦cile, su principal apoyo y consejera, son los a?os que se ven en La conquista, una pel¨ªcula que arm¨® un revuelo considerable en su estreno durante el certamen de Cannes. Tantos eran los miedos que no hubo pase de prensa y se present¨® en la secci¨®n Oficial, aunque fuera de concurso, el mismo d¨ªa que se estrenaba comercialmente en las salas francesas (en su primer fin de semana se ha puesto cuarta por recaudaci¨®n). En Espa?a se estrenar¨¢ a finales de este a?o.

"Cada vez que se mueve, Sarkozy tiene tres, cuatro c¨¢maras delante de la cara. Se convierte en un as de la 'politicaci¨®n", dice el director

Xavier Durringer, su director, charl¨® con EL PA?S un d¨ªa antes del lanzamiento. "Me gusta que no hayas visto la pel¨ªcula. As¨ª hablamos en general, y no de tal o cual secuencia". Eso incluye charlar de pol¨ªtica. "Por supuesto". Pues entonces empecemos por la actualidad: ?su opini¨®n sobre el caso Strauss-Kahn? "Ah¨ª prefiero no decir nada, porque est¨¢ en plena investigaci¨®n. Pero para el partido socialista es un desastre, mucha gente le esperaba con ansia. No s¨¦ m¨¢s que t¨² del caso, y no puedo aportar mucho m¨¢s salvo que me entristece la historia, por las esperanzas puestas en ¨¦l y porque Sarkozy necesita alguien enfrente fuerte, que sea un poderoso rival con ambiciones como ¨¦l. Adem¨¢s, todo esto va a enmierdar la pol¨ªtica y har¨¢ crecer al partido de Marine Le Pen".

La conquista describe con gran acierto visual y de caracterizaciones (impresiona ver a Denis Podalyd¨¨s como Sarkozy, a Florence Pernel como C¨¦cile o a Bernard Le Coq como Jacques Chirac) pero tal vez poco br¨ªo narrativo el ascenso de Sarkozy, el acierto de C¨¦cile al intuir que debe convertirse en un hombre p¨²blico, con su vida abierta a los medios de comunicaci¨®n para triunfar (hasta que el monstruo se le va de las manos), y las intrigas palaciegas entre Chirac y Villepin para que ese "politicastro" no les derrote. "Cada vez que se mueve, Sarkozy tiene tres, cuatro c¨¢maras delante de la cara. Rompe la l¨ªnea que divide la pol¨ªtica y la comunicaci¨®n, se convierte en un as de la politicaci¨®n. Juega con su intimidad, con su vida privada para convertirse en un personaje como un cantante o un artista. F¨ªjate el truco que usa cuando le preguntan: antes de empezar a hablar, sonr¨ªe, porque as¨ª parece que no le ha preocupado el ataque y adem¨¢s gana unos segundos para pensar".

El proyecto ha supuesto tres a?os de trabajos en secreto, en los que muy poca gente en Francia ha sabido que se estaba rodando "la primera pel¨ªcula sobre un pol¨ªtico en activo". "Nos la jugamos, desde luego, pero no tengo miedo. Le¨ªmos m¨¢s de un centenar de libros sobre estos a?os, vimos m¨¢s de 10.000 fotograf¨ªas realizadas en este periodo. No he llegado a conocer a Sarkozy, aunque digamos que he estado tres a?os con ¨¦l codo con codo". El resultado huye de la caricatura, pero es cierto que Sarkozy queda un poco ridiculizado. "Creo que no exagero en nada. La pel¨ªcula tiene distintas capas. Si quieres ver como entretenimiento el ascenso de un hombre al poder, ah¨ª est¨¢. Si quieres ver una drama amoroso, ah¨ª est¨¢". Es cierto, de fondo queda la sensaci¨®n de que Sarkozy lo hace casi todo por amor, pero pierde el control del juego y C¨¦cile se harta. "S¨¦ que eso nos lleva a Shakespeare porque habla de pol¨ªtica y poder. Hace preguntas sobre la sociedad y los pol¨ªticos y despu¨¦s toma cierta distancia para re¨ªrse con ganas".

Durringer, m¨¢s conocido por su labor en teatro que en cine, asegura que no ha tenido problemas con la gente de Sarkozy, porque todo en el guion est¨¢ "f¨¦rreamente chequeado". S¨ª ha sido m¨¢s dif¨ªcil levantar la financiaci¨®n: "Es una pel¨ªcula cara, compleja, y en los canales nacionales de televisi¨®n no recib¨ªan este proyecto precisamente con los brazos abiertos. Sin embargo, logramos reunir el presupuesto a tiempo". ?Es mejor para la carrera de Sarkozy su actual emparejamiento con Carla Bruni y su pr¨®xima paternidad que tener a C¨¦cile? "Le da un toque distinto porque Carla es artista. Con ella, ¨¦l parece m¨¢s de cine, y creo que le ha descubierto un mundo diferente, de escritores, m¨²sicos y directores de cine. Sospecho que le ha abierto la mente".