"Quiero que mi hija crezca en una sociedad que reconozca su pasado"
Luc¨ªa Cedr¨®n ten¨ªa solo unos meses m¨¢s que la ni?a que lleva en brazos -su hija, ?ndigo- cuando dej¨® Argentina. "Nos fuimos el 22 de agosto de 1976, el d¨ªa de mi segundo cumplea?os", afirma con el tono de quien ha repetido muchas veces la misma fecha. Su familia lleg¨® a Par¨ªs, tratando de escapar de la dictadura militar (1976-1983), pero, aparentemente, ni as¨ª se salvaron de sus garras. Su padre, el tambi¨¦n cineasta Jorge El Tigre Cedr¨®n, muri¨® en 1980 en una comisar¨ªa francesa en circunstancias a¨²n no esclarecidas. De su experiencia personal naci¨® Cordero de Dios, su ¨®pera prima. "No s¨¦ c¨®mo hacerlo de otra manera", explica.
La pel¨ªcula narra la historia de tres generaciones a trav¨¦s de dos momentos cruciales en la historia argentina contempor¨¢nea: la celebraci¨®n del campeonato mundial de 1978, en plena dictadura, y la peor etapa del corralito, en 2002. Arturo, un veterinario de 77 a?os, es secuestrado en Buenos Aires. Su nieta, Guillermina, negocia con los secuestradores y pide ayuda a su madre, Teresa, quien a¨²n vive en Francia desde que sali¨® del pa¨ªs en los setenta a ra¨ªz de la desaparici¨®n de su marido. La cinta gan¨® el premio al Mejor Guion en el Festival de La Habana y al Mejor Director y Pel¨ªcula en el Festival de M¨¢laga. Se exhibe en Madrid en Casa de Am¨¦rica hasta el 25 de junio. Las referencias a la propia historia de Cedr¨®n son inevitables. "Toda la ficci¨®n de esta pel¨ªcula es producto de la realidad. Hice un Frankenstein con montones de pedazos de historias que me sucedieron o que ocurrieron a las personas que estaban m¨¢s cercanas a m¨ª", asegura.
"Toda la ficci¨®n de esta pel¨ªcula es producto de la realidad"
"Me aferro a la importancia del di¨¢logo", asegura la realizadora
Cedr¨®n explica su propia historia con sorprendente naturalidad. "Ten¨ªa dos a?os cuando nos fuimos a Par¨ªs. Estando all¨¢ secuestraron a mi abuelo [Saturnino Montero Ruiz] y mi padre muri¨® en circunstancias a¨²n no esclarecidas". El libro El cine quema: Jorge Cedr¨®n, del periodista y cr¨ªtico Fernando Mart¨ªn Pe?a, repasa algunos detalles del oscuro incidente. El abuelo, padre de la madre de Luc¨ªa, Marta, es secuestrado en Par¨ªs mientras estaba de visita. Los presuntos secuestradores exigen un rescate y que el hecho no se haga p¨²blico. La madre viaja a Buenos Aires para comunicar a su familia, que decide informar a su vez a las autoridades argentinas. A su regreso a Par¨ªs, Marta es convocada en el mismo aeropuerto para declarar. Su esposo Jorge la acompa?a, pero en un momento desaparece. Horas despu¨¦s, cuando Marta termina su declaraci¨®n, le informan que ha ocurrido una tragedia. Su esposo "hab¨ªa puesto fin a sus d¨ªas". Cedr¨®n yac¨ªa apu?alado en un cuarto de ba?o. El relato oficial habla de un suicidio, pero los informes son muy contradictorios. El abuelo fue liberado dos d¨ªas despu¨¦s sin que se pagara un rescate. Una historia llena de vac¨ªos y de la que Cedr¨®n prefiere no hablar demasiado. "No nos hace bien subirnos a suposiciones", zanja. Insiste, adem¨¢s, que su pel¨ªcula "no trata de eso, pues no se centra en la figura del padre, sino en las heridas que su desaparici¨®n deja en los vivos".
La pel¨ªcula no es un retrato fiel de su propia historia pero s¨ª refleja algunas de las dif¨ªciles decisiones que enfrenta un ser humano sometido a situaciones extremas. "Claramente yo aspiro a que el espectador me acompa?e a llenar los vac¨ªos en la trama, en la vida las cosas no son blancas o negras y me interesa indagar en esa paleta", comenta.
No es casualidad tampoco que el segundo escenario elegido para la historia sea la crisis econ¨®mica que golpe¨® a Argentina en los primeros a?os del siglo XXI. "Mi madre volvi¨® a Buenos Aires en 1991 y yo en 2001, en pleno corralito". Cedr¨®n hab¨ªa vivido en Francia "de los dos a los 28 a?os" pero, impactada por las manifestaciones en Argentina, decidi¨® volver. "Renunci¨¦ a mi trabajo en Francia porque sab¨ªa que yo ten¨ªa que estar ah¨ª. ?se era mi sitio", describe. Tambi¨¦n ah¨ª fue donde comenz¨® a dirigir. "Yo llevaba en realizaci¨®n desde los 20 a?os, pero comenc¨¦ a dirigir a los 28", detalla. Su primer cortometraje, En ausencia -una historia que tambi¨¦n habla de la mujer de un desaparecido- gan¨® el Oso de plata en el Festival de Berl¨ªn en 2003. "Me parece que cuando uno intenta investigar a la vida hay que echar mano de lo que uno tiene alrededor. Cuando mi madre ley¨® el guion de Cordero de Dios me dijo: '?Voy a pedir regal¨ªas!', pero es que al contar historias uno habla de lo que conoce".
Y hablar, considera, es muy importante para curar las heridas. "Para m¨ª es muy importante que mi hija crezca en una sociedad que condene estos cr¨ªmenes y reconozca su pasado", asegura con su cr¨ªa a¨²n en brazos, sumida en una siesta tan profunda que ni siquiera ha abierto los ojos en la entrevista. "Yo me aferro a la importancia del di¨¢logo. La reflexi¨®n en com¨²n y que el debate exista, por lo menos. Hay un momento en la pel¨ªcula que me gusta mucho, cuando la hija pregunta por qu¨¦ no le hab¨ªan dicho todas las cosas y la madre afirma: 'Porque hablando no se arregla nada'. Ella responde: 'Pues callando no dejar¨¢n de existir' y eso es totalmente un lema para m¨ª".
Hablar aunque duela. En una proyecci¨®n de la cinta es com¨²n escuchar una que otra l¨¢grima ahogada. "La recepci¨®n ha sido muy amorosa", describe Cedr¨®n. Sobre emular a su padre a trav¨¦s de su profesi¨®n, asegura que nunca fue una decisi¨®n consciente. "Yo dec¨ªa que no quer¨ªa ser cineasta hasta que me vi gritando acci¨®n en un rodaje. Quise compartir algunas problem¨¢ticas que me interesaban sobre las relaciones humanas, como el silencio como acto de amor. Para compartir esa pregunta con el espectador invent¨¦ una historia y para contar esa historia recurr¨ª a los elementos que ten¨ªa m¨¢s cercanos. Uno escribe desde el lugar en que est¨¢ parado en el mundo".

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