Las monta?as que esconden la m¨²sica sin tiempo
Julieta Venegas y cuatro m¨²sicos espa?oles protagonizan un documental que retrata su viaje a la Patagonia de los mapuches entre canciones y naturaleza
La lengua mapuche no tiene una palabra para definir el tiempo. Tal vez no haga falta en el para¨ªso terrestre de la Patagonia, al suroeste de Argentina, donde transcurre la existencia pac¨ªfica y a c¨¢mara lenta de este pueblo originario de Sudam¨¦rica. S¨ª debe de existir sin embargo el concepto de ritmo, ya que la m¨²sica desempe?a un papel central e imprescindible en todas las celebraciones de los mapuches. "La usan para darles un valor especial a los eventos. Es uno de los aspectos que m¨¢s me impresion¨® del viaje", explica la cantante mexicana Julieta Venegas. Con "viaje" se refiere a los cinco d¨ªas que ella, El Pescao David Otero, Marc Ros de Sidonie, Jes¨²s Ant¨²nez de Dover e India Mart¨ªnez pasaron buceando con sus guitarras y percusiones entre las gentes y las costumbres mapuches. De esta inmersi¨®n en apnea los artistas salieron con im¨¢genes y melod¨ªas que el director argentino Nahuel Lerena ha convertido en el documental En busca del sonido del viento II. Eres para m¨ª.
Como cobayas privilegiadas los cinco m¨²sicos aceptaron participar en un experimento que, seg¨²n explicaba Otero antes de la proyecci¨®n del documental en la Casa Am¨¦rica de Madrid, buscaba reflejar su trabajo "en un contexto, a priori, no tan tradicional". Guitarras, voces e improvisaci¨®n ten¨ªan que ser las columnas de su ex¨®tico laboratorio. Respecto a los roedores, los artistas tuvieron por jaula el escenario sobrecogedor de monta?as, r¨ªos y llanuras que la Patagonia regala a sus visitantes. Y para ejercitarse, en vez de una rueda donde correr hasta el infinito, llevaban sus instrumentos.
As¨ª, cada parada de ese viaje hacia el sonido del viento se aprovechaba para un unplugged ante la naturaleza. "La m¨²sica est¨¢ en todos lados. Est¨¢ en ti", asegura Venegas. Estuvo tambi¨¦n en una emocionante versi¨®n de Por Ti, de Sidonie, que Ros y la mexicana ejecutaron sentados sobre un tronco, en una explanada dominada por el volc¨¢n Lan¨ªn. A medida que la ruta avanzaba los artistas se conoc¨ªan entre ellos y descubr¨ªan el nuevo entorno. De esta forma, los mapuches y sus canciones tambi¨¦n fueron entrando en el altavoz del documental. Tanto que, pese a lo distinto de la musicalidad, en algunos casos los dos mundos acabaron cantando y tocando juntos.
Nada sab¨ªan los cinco artistas de sus anfitriones antes del viaje. Y poco acaba sabiendo el espectador cuando el filme termina, ya que el pueblo indio nunca alcanza los focos de un escenario que protagonizan los m¨²sicos. Es el lado peor de una medalla que a cambio ofrece momentos de belleza musical y fotogramas de postal. "No ten¨ªa que ser por fuerza una pel¨ªcula sobre mapuches. Se trataba m¨¢s que nada de ver qu¨¦ pasaba con los artistas en ese contexto", se defiende Venegas.
Lo cierto es que, m¨¢s all¨¢ de su sistema matriarcal y de siete hermanas que viven aisladas de la sociedad e ignoran qui¨¦nes son los Beatles, escasea informaci¨®n y abundan preguntas irresueltas sobre los mapuches. A¨²n as¨ª los indios hicieron mella en los occidentales. "Su m¨²sica hipnotizante", "la relaci¨®n con la naturaleza", "su respeto por la fuerza de la mujer" eran algunos de los elementos que los m¨²sicos subrayaban como los que m¨¢s les hab¨ªan chocado.
Venegas, rumbo a Benic¨¤ssim
Con seis ¨¢lbumes, 25 a?os de carrera y el mill¨®n de seguidores en Twitter superado, Julieta Venegas era seguramente la artista m¨¢s famosa de la tropa. De visita en Madrid para promocionar el documental, la artista permanecer¨¢ en Espa?a para cuatro actuaciones veraniegas. Una de ellas ser¨¢, o ha sido hasta ahora, especialmente pol¨¦mica. "Toda la vida he querido tocar en el FIB de Benic¨¤ssim. Dar¨¦ mis respuestas sobre el escenario", responde Venegas a las decenas de internautas que han lamentado que su inclusi¨®n en el cartel poco tiene que ver con el estilo rock del festival.
La evoluci¨®n art¨ªstica de Venegas, que el a?o pasado sac¨® su ¨²ltimo disco, Otra Cosa, ha tirado m¨¢s hacia el pop. "Mi m¨²sica de hace a?os era m¨¢s atormentada. No he vuelto a escribir ¨¢lbumes como Bueninvento (2000). Ahora el esp¨ªritu de mis canciones es m¨¢s claro", detalla la mexicana. Los nervios ante la creaci¨®n siguen siendo los mismos del arranque de su carrera: "Te sientas ante el piano y piensas: '?Y si no me sale nada?' Componer requiere humildad, a lo mejor no vuelves a escribir algo decente".
"Me gusta sentarme todos los d¨ªas a escribir, poco a poco echo a andar la maquinaria. A veces creo versos que tiro. De hecho, he escrito muchas cosas muy feas", se r¨ªe Venegas. Eso s¨ª, solo compone cuando puede dedicarse exclusivamente a ello. Para su pr¨®ximo ¨¢lbum por tanto habr¨¢ que esperar: ahora a la mexicana le toca llevar su famoso acorde¨®n de gira -en septiembre pasar¨¢ por Espa?a-. Tras el par¨¦ntesis natural en Argentina, Venegas volver¨¢ a tocar ante el p¨²blico. El precio para miles de aplausos ser¨¢ renunciar al volc¨¢n Lan¨ªn. "All¨ª te sientes un bichito, la naturaleza es imponente", recuerda la artista. Como sus compa?eros de viaje, reconoce que se hubiese quedado un poco m¨¢s. ?Cu¨¢nto? Imposible decirlo, entre los mapuches no existe el concepto de tiempo.
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