La polic¨ªa imita a Banksy

Dicen que la vida imita al arte, pero la vida a veces se pasa tres pueblos. Es el caso de la polic¨ªa neozelandesa y su ¨²ltima campa?a para reclutar agentes. Al parecer los j¨®venes del pa¨ªs de Peter Jackson son bastante reacios a engrosar las filas de las instituciones destinadas a hacer cumplir la ley as¨ª que el Gobierno kiwi decidi¨® cortar por lo sano y encargar a la poderosa agencia de publicidad M&C Saatchi una campa?a impactante para conseguir revertir esta tendencia.

Los muchachos/as de la agencia contactaron a su vez con el artista Otis Frizzell, un conocido ilustrador local, que les propuso una chifladura genial: hacer una campa?a al estilo Banksy. Dicho y hecho, en las calles de Auckland y Wellington aparecieron obras realizadas con stencils (la t¨¦cnica m¨¢s utilizada por el artista brit¨¢nico) que mostraban a sospechosos huyendo de la polic¨ªa o a esta ejerciendo labores de rescate en incendios o deteniendo a delincuentes.

Las reacciones no se han hecho esperar, para los promotores ha sido todo un ¨¦xito y aunque no hay cifras de reclutamiento parece que la cosa mejora. En cambio para los graffiteros y artistas urbanos del pa¨ªs la cosa no es m¨¢s que un simple plagio, algo inaceptable se pretenda lo que se pretenda. De hecho, algunas de las obras de Frizzell ya han amanecido llenas de pintadas y en diversos foros neozelandeses se ha puesto al artista a caer de un burro.

Lo que no se puede discutir es que todo el mundo habla de ello, probablemente porque la extensi¨®n y volumen de la campa?a tiene pocos precedentes en la historia del pa¨ªs con pintadas en cada parada de autob¨²s, marquesina, paredes y hasta escaparates.

El que a¨²n no ha dicho "esta boca es m¨ªa" es el propio Banksy, seguramente porque estaba ocupado ultimando los detalles de su ¨²ltimo -y delicioso- trabajo: The antics roadshow. Este documental, que ofreci¨® el Channel 4 brit¨¢nico hace un par de semanas, cuenta la historia de un mont¨®n de tipos con curr¨ªculums muy particulares: desde el hombre que invent¨® aquello de estampar tartas en la cara del pol¨ªtico/banquero/famoso de turno al personaje que logr¨® colarse en el ba?o privado de la Reina de Inglaterra pasando por un personaje que se empe?a en trasladar videojuegos a la vida real, disfraz¨¢ndose -por ejemplo- de Supermario e increpando a los peatones con un pl¨¢tano. La pieza, un canto al anarquismo con inclinaciones art¨ªsticas, es una prueba m¨¢s de que algunos/as no necesitan copiar a nadie.