Llega la revoluci¨®n de las cervezas artesanales

Rubias, morenas, tostadas, afrutadas, aromatizadas, ecol¨®gicas, verdes, rojas, con acento ingl¨¦s, alem¨¢n e incluso belga y desde hace poco chapurrean el espa?ol. La cerveza artesanal empieza a fermentar con fuerza en Espa?a. Su auge en los ¨²ltimos cinco a?os ha propiciado la aparici¨®n de peque?os cerveceros que pugnan por atraer a paladares exigentes elaboran intensas y arom¨¢ticas birras, ricas en matices, que cautivan a un consumidor curioso ¨¢vido de nuevas sensaciones.

Para el 84% de los espa?oles tomarse una ca?a en una terraza es el mejor plan posible para el verano. Este es el resultado del ¨²ltimo estudio elaborado por la Asociaci¨®n de Cerveceros de Espa?a. Aun as¨ª, el binomio calor y cerveza no se mantiene solo durante el periodo estival sino que se prolonga a lo largo de todo el a?o.

Romper el t¨®pico de que la cerveza es solo una bebida refrescante es el objetivo de los cerveceros artesanos, que a diferencia de los productores industriales no solo elaboran birras para vender sino tambi¨¦n para disfrutar. Este es el caso de Olaf Mart¨ª, maestro cervecero y due?o desde hace 12 a?os de La Cervesera Artesana en el popular barrio barcelon¨¦s de Gr¨¤cia. "La cerveza es m¨¢s delicada que otras bebidas, tiene matices, aromas y sabores detr¨¢s", recalca. ?l entr¨® de rebote en este mundo cuando ejerc¨ªa como electricista y un cliente se larg¨® sin pagar la nueva instalaci¨®n en un establecimiento de restauraci¨®n. Mart¨ª se cobr¨® el la deuda haci¨¦ndose cargo del local y montando una cervecer¨ªa para servir sus propias birras. Sin preparaci¨®n alguna empez¨® a elaborar sus primeros brebajes hasta que decidi¨® sacarlos a la luz y dejar a un lado la electricidad.

En su peque?o laboratorio, visible desde el bar tras una enorme cristalera, ha experimentado con cervezas ligeras con aroma a t¨¦ de flores, otras oscuras y contundentes y tambi¨¦n las tostadas con un toque picante. "Es muy complicado sacar adelante un negocio de este tipo. En Espa?a no existe una cultura cervecera suficiente para que la gente distinga los m¨²ltiples matices de las elaboradas artesanalmente", analiza Olaf Mart¨ª. Con prop¨®sito pedag¨®gico ha elaborado una carta en la que sugiere a sus clientes la birra adecuada para cada plato. "Quieren que cada d¨ªa les sorprendamos con algo diferente, por eso no podemos dejar de buscar nuevos sabores", asegura.

La conservaci¨®n de la cerveza artesanal dista mucho de la industrial. La ausencia del proceso de pasteurizaci¨®n en su elaboraci¨®n -tratamiento t¨¦rmico utilizado en l¨ªquidos para la eliminaci¨®n de bacterias-, condiciona la durabilidad de la bebida y exige condiciones ambientales estables para mantener su calidad. Ni mucho viaje, ni mucha luz, ni mucho calor, ni mucho tiempo en la estanter¨ªa. En cualquier caso, las artesanas son cervezas de proximidad que rara vez logan salir m¨¢s all¨¢ de la provincia o comunidad aut¨®noma en las que se elaboran. Esa cercan¨ªa al consumidor potencia una relaci¨®n ¨ªntima entre artesano y bebedor capaz de fidelizarse en el tiempo.

Enrique Rodr¨ªguez es uno de los socios fundadores de la microcervecer¨ªa Saramagal, de Pontevedra, con apenas un a?o sirviendo al mercado su cerveza. No ha dejado todav¨ªa la empresa de transportes en la que trabaja. Su negocio cervecero no es aun sostenible. "Empezamos a fabricar nuestra propia cerveza hace cinco a?os. Somos dos matrimonios metidos en esto y queremos ir paso a paso en este mundo precioso", explica. Elabora 1.200 litros de cerveza a la semana, lejos todav¨ªa de los 3.000 necesarios para considerarse una cervecer¨ªa. "Todas las grandes marcas empezaron as¨ª, como nosotros", lanza esperanzado. Cual peque?o Panoramix, sus primeros instrumentos fueron una olla de cocina y una nevera de playa como utensilios de cocci¨®n y conservaci¨®n de la p¨®cima que elaboraban. ?l y su socio se encargan de la elaboraci¨®n de la bebida mientras sus mujeres participan el proceso de embotellado y chapado. "Estamos experimentando con una nueva cerveza rubia", anuncia ilusionado.

La situaci¨®n de Pedro Guti¨¦rrez no dista de la de su colega gallego. Desde el pasado mes de diciembre se ocupa de la parte administrativa de la microcervecer¨ªa que mont¨® con su mujer en Ja¨¦n. Producen 3.000 litros mensuales de Tierra de Frontera, una cerveza que trata de expandirse a C¨®rdoba y Granada. "Decidimos sacar nuestra propia marca porque somos un matrimonio emprendedor y pensamos que podr¨ªa haber una oportunidad en nuestra provincia en este mercado", confiesa Guti¨¦rrez, quien marca distancia con las grandes marcas. "No queremos que se nos compare con ellas grandes porque no ofrecemos el mismo producto", se?ala.

No hace falta ser un experto para apreciar la diferencia entre una cerveza artesanal y una industrial. Tienen m¨¢s cuerpo y car¨¢cter, se agarra al paladar y ofrece notas de amargor m¨¢s duraderas. Aun as¨ª son joyas dif¨ªciles de localizar. Su h¨¢bitat se encuentra en tiendas gourmet y peque?os bares en los que el boca oreja dirige al consumidor fiel y exigente. Y son m¨¢s caras que las comerciales, su precio oscila entre tres y cuatro euros.

Aun as¨ª, no es la elaboraci¨®n el principal caballo de batalla de los cerveceros artesanales, sino su distribuci¨®n. "El dinero est¨¢ en colocar el barril, a eso es a lo que aspiramos todos", confiesa Josu Tani?e, fundador junto a otros tres socios de Napabier, una cerveza artesanal pamplonesa que en noviembre cumplir¨¢ dos a?os de vida. "Estamos a punto de llegar a ser mileuristas", confiesa entre risas. Por el momento sus botellines solo puede encontrarse en Pamplona y en ciertos bares de Vitoria y San Sebasti¨¢n. Hace cinco a?os que perdi¨® el empleo y tras viajar a Alemania decidi¨® abrir su propio negocio.

Pese a que la distancia que nos separa de pa¨ªses como Holanda, Alemania, B¨¦lgica o Estados Unidos aun se mantiene, la oferta cervecera artesanal espa?ola arranca con fuerza buscando asentarse a golpe de birra. ?Salud!