Miguel R¨ªos dice adi¨®s ante 8.000 personas entregadas

La emoci¨®n desbord¨® el escenario creando una corriente formidable de energ¨ªa entre Miguel R¨ªos y las 8.000 personas congregadas anoche en el Auditorio Roc¨ªo Jurado de Sevilla. Medio siglo de m¨²sica, de recuerdos compartidos, de jalones de una vida, de episodios ¨ªntimos y sue?os frustrados o hechos realidad. Toda una catarata de sentimientos aflor¨® en las cerca de tres horas que dur¨® la ¨²ltima actuaci¨®n multitudinaria de Miguel R¨ªos en Espa?a. "Cuesta decir adi¨®s cuando se llevan 50 a?os desarrollando un oficio que m¨¢s que un oficio es vocaci¨®n", afirmaba hace unos d¨ªas el cantante granadino.

Y en algunos gestos emocionados de Miguel R¨ªos se adivinaba esa vocaci¨®n, a la vez que su voz sonaba igual de intensa que siempre. Todo un profesional del rock no pod¨ªa evitar en su mirada la emoci¨®n ante miles de personas que agotaron las entradas del estadio, que no pararon de bailar y jalear sus canciones. Hubo un momento en que Miguel R¨ªos aplaudi¨® al p¨²blico, formado por varias generaciones, por personas que aprendieron de sus hermanos mayores, de sus novias o de sus padres a entrar en una senda musical llena de energ¨ªa. Miguel R¨ªos se despidi¨® en Sevilla de las giras y los conciertos. Con todo, aunque deje de hacer giras, seguir¨¢ cantando en iniciativas solidarias para Amnist¨ªa Internacional o la ONCE, entre otras organizaciones.

Sus canciones m¨¢s c¨¦lebres resonaron en la noche de Sevilla. Memorias de la carretera, Blues del autob¨²s, Santa Luc¨ªa, Bye Bye R¨ªos, Vuelvo a Granada, Maneras de vivir, S¨¢bado en la noche, A todo pulm¨®n, No est¨¢s sola, Bienvenidos... Las letras, los ritmos, las melod¨ªas, hincadas en el coraz¨®n durante a?os como brotes de entusiasmo o melancol¨ªa, fueron coreados y llegaron hasta lo m¨¢s hondo de muchos. El tante concluy¨® en Sevilla su gira de despedida, Bye Bye R¨ªos. Rock hasta el final. La hab¨ªa iniciado hace un a?o en su ciudad natal, Granada. Al final del concierto lleg¨® la ¨²ltima canci¨®n: El himno a la alegr¨ªa. Hubo una explosi¨®n de entusiasmo y un deseo: volver a escuchar a Miguel R¨ªos. Personas de todas las edades, algunas ataviadas con camisetas en las que pon¨ªa Bye Bye R¨ªos, corearon un himno que invita a vivir y a seguir hacia delante. Y esa mirada hacia el futuro tom¨® una forma concreta en la energ¨ªa de Miguel R¨ªos.