Argentina retiene en su aduana un mill¨®n de libros

Sorpresa en el mundo editorial. Un mill¨®n de libros, fasc¨ªculos y revistas, aproximadamente, estuvieron retenidos en la aduana argentina entre el jueves pasado y ayer martes por la noche, en que el Gobierno levant¨® las restricciones, seg¨²n confirmaron a EL PA?S fuentes comerciales. Las autoridades argentinas no explicaron los motivos por los que paralizaron esas importaciones y negaron conocer algo al respecto. La importaci¨®n de libros no esta gravada en Argentina con ning¨²n arancel, lo que hace todav¨ªa m¨¢s inesperada la situaci¨®n.

Las empresas editoriales no recibieron ninguna notificaci¨®n previa sobre el cierre de la frontera ni sobre los motivos que pudieron haber llevado a ella. Seg¨²n las primeras gestiones desarrolladas a trav¨¦s de las C¨¢maras de Comercio de los pa¨ªses m¨¢s afectados, la Secretar¨ªa de Comercio, que dirige el pol¨¦mico Guillermo Moreno, neg¨® tener algo que ver con la paralizaci¨®n, al igual que el Ministerio de Industria. Otras fuentes indicaron que la decisi¨®n estuvo relacionada con la AFIP (Administraci¨®n Federal de Impuestos), pero esta informaci¨®n no pudo ser confirmada en la propia organizaci¨®n.

En otras ocasiones, el Gobierno argentino ha cerrado la frontera inesperadamente a la importaci¨®n de determinados productos, en algunos casos para obligar a negociaciones que protejan a la industria nacional y en otros para disminuir la presi¨®n sobre la inflaci¨®n. En esta ocasi¨®n, consta que el sector industrial relacionado con la impresi¨®n se hab¨ªa quejado de que parte de los libros y fasc¨ªculos que se venden en Argentina se imprimen en otros pa¨ªses de Mercosur, como Uruguay o Paraguay. El sector editorial mantiene, por su parte, que la industria argentina no tiene capacidad suficiente para hacerse cargo de toda la demanda.

El cierre de la aduana tom¨® todav¨ªa m¨¢s por sorpresa al sector, porque la Administraci¨®n argentina, que hizo p¨²blica una resoluci¨®n sobre el tipo de tintas y contenidos en plomo que pueden usarse en el pa¨ªs y la obligaci¨®n de quedar certificadas en un laboratorio expresamente designado a afecto, hab¨ªa establecido un plazo de varios meses para proceder a los ajustes necesarios.

Los representantes de los sectores editoriales afectados se mostraron disconformes con las restricciones anunciadas en la nueva normativa de impresi¨®n, entre otros motivos porque consideraban complicado la regulaci¨®n y discriminatoria desde el momento en que la revistas y publicaciones semanales importadas no iban a necesitar esa certificaci¨®n. Alegaban que una ley similar aprobada este a?o en Estados Unidos hab¨ªa excluido expresamente a los libros infantiles y educativos, cosa que no ocurre en la norma argentina. A su juicio, muchos de los libros producidos en el exterior e importados se reexportan, con lo que la venta al exterior se ver¨ªa reducida. Tambi¨¦n podr¨ªan salir perjudicadas las m¨¢s de mil librer¨ªas argentinas que importan libros por su cuenta, seg¨²n datos de los editores. Las negociaciones estaban en marcha cuando lleg¨® la noticia de la paralizaci¨®n fronteriza.

La Ley del Fomento del Libro y la Lectura, de junio de 2001, establece en su art¨ªculo 12 que la exportaci¨®n e importaci¨®n de libros y complementos estar¨¢ exenta de todo impuesto, tasa o gravamen. La producci¨®n y comercializaci¨®n dentro de Argentina esta tambi¨¦n exenta del impuesto al Valor Agregado.