La temporada anterior, Jacobs convirti¨® el patio del Louvre en una oscura guarida fetichista. Un hotel de perversi¨®n en el que los hu¨¦spedes llevaban l¨¢tigos y esposas. Esta vez, todo era exactamente al contrario. Una carpa transl¨²cida acog¨ªa un gran carrusel del que las modelos descend¨ªan envueltas en organza, broderie anglaise, plumas y colores lavados. El propio Jacobs ha cambiado su habitual ropa negra por un atuendo ¨ªntegramente blanco.TEXTO: E. DE LA TORRIENTE / FOTO: PASCAL LE SEGRETAIN (GETTY)Seis meses atr¨¢s, la aparici¨®n de Kate Moss para cerrar la colecci¨®n de oto?o/invierno 2011 tuvo una enorme repercusi¨®n. Se ha repetido la operaci¨®n, pero en lugar de breves pantalones y un pitillo la modelo llevaba un virginal vestido de plumas. Se vaya Jacobs o no, Vuitton afronta tiempos de cambio. Acaba de anunciar que su director general Yves Carcelle ser¨¢ reemplazado dentro de un a?o por Jordi Constans. Hasta entonces, el ejecutivo catal¨¢n trabajar¨¢ junto a ¨¦l.TEXTO: E. DE LA TORRIENTE / FOTO: PASCAL LE SEGRETAIN (GETTY)Los bolsos son el coraz¨®n de una casa que proporciona la mitad de los beneficios al principal grupo de lujo del mundo. El modelo Lockit se vuelve transl¨²cido y el Speedy se propone en denim emblanquecido y bordado con plata. Pero la joya de la corona es el Miniaudiere Coquille d'Oeuf. Lleva 300 horas de trabajo para ensamblar las 12.500 piezas de conchas que forman su mosaico Monogram.TEXTO: E. DE LA TORRIENTE / FOTO: PASCAL LE SEGRETAIN (GETTY)La colecci¨®n quiere evocar el placer que la moda provoca en quien la lleva y no solo en quien la admira. La construcci¨®n de las piezas se exhibe a trav¨¦s de un juego de transparencias que muestran los fundamentos que requiere la fantas¨ªa. "El baile circular de la moda ha dado otra vuelta y ha llegado a un lugar de puro disfrute y de alegr¨ªa de vivir. La vitalidad de la moda de Par¨ªs", rezan las notas.TEXTO: E. DE LA TORRIENTE / FOTO: PATRICK KOVARIK (AFP)El desfile de Vuitton permite que la moda cierre con optimismo una semana marcada por la incertidumbre y los cambios de dise?ador en las casas francesas. La met¨¢fora impl¨ªcita en su carrusel es que lo ¨²nico cierto en esta industria es que la rueda siempre sigue girando.TEXTO: E. DE LA TORRIENTE / FOTO: BENOIT TESSIER (REUTERS)
