Molina Foix seduce entre la melancol¨ªa y el humor
El escritor publica su segundo libro de relatos, El hombre que vendi¨® su propia cama
Vicente Molina Foix publica dos a?os despu¨¦s de Con tal de no morir, su segundo libro de relatos, El hombre que vendi¨® su propia cama (Anagrama), que en realidad es el tercero, si se tiene en cuenta, como record¨® ayer, un librito, El ni?o con orejas, que sac¨® el extinguido diario El sol. El escritor se mueve igual de bien en las novelas de largo aliento que en los textos breves.
El hombre que vendi¨® su propia cama incluye nueve cuentos, cinco m¨¢s cortos y cuatro que podr¨ªan ser considerados nouvelles, todo un homenaje a uno de sus escritores favoritos, Henry James. Todos son diferentes, pero el estilo es el mismo. Situaciones m¨¢s o menos cotidianas en las que aparece alg¨²n elemento irracional, una sorpresa. Los cinco primeros hablan de divorcios, separaciones, hijos perdidos, situaciones en principio dram¨¢ticas que se resuelven con una brizna de esperanza. "Hay contentamiento en los finales, resignaci¨®n, pero tienen un regusto amargo, de soledad e incluso de desolaci¨®n".
Hay cierta melancol¨ªa en estas historias, la del apasionado lector de autores rusos que extrav¨ªa un cuento de Gogol; la del hombre que perdi¨® a su hijo o la de Sixto que se emociona con el aroma especial de una mujer que alivia sus trayectos desde la deleznable ciudad dormitorio hasta su trabajo. Tambi¨¦n humor. "Me considero un escritor humorista, no de carcajada. A veces mis humores son tristes".
Los relatos atrapan, pero, en la primera parte hay dos que conmueven especialmente, quiz¨¢ por la proximidad: La ciudad dormitorio y A su edad. ?ste, que habla de amores crepusculares, plantea el tema de los temidos despidos, de las prejubilaciones, del incierto futuro de los j¨®venes.
La segunda parte del libro, titulada A partir de James, es un homenaje en toda regla a Henry James. Explica Molina Foix que en 2009 Andr¨¦s Barba y Javier Montes propusieron a varios autores escribir un cuento a partir de las notas para posibles relatos que James apuntaba en sus cuadernos (The complete notebooks of Henry James). Molina Foix entreg¨® uno, espl¨¦ndido, no se lo pierdan, Los otros labios, que apareci¨® en el libro After James (editorial 451). Los otros tres son in¨¦ditos. El que da t¨ªtulo al libro, El hombre que vendi¨® su propia cama, es en parte, peque?a, autobiogr¨¢fico. La madre del escritor compr¨®, poco antes de casarse, por cat¨¢logo, a una empresa alemana un enorme dormitorio, cama, mesillas de noche, armarios, coqueta, etc¨¦tera, art d¨¦co. En determinado momento, debido a un traslado, se vio en la obligaci¨®n de venderlo, "de tirarlo", porque nadie la quer¨ªa comprar. Se lo qued¨® Molina Foix en 1976 y hace unos meses, ¨¦l tambi¨¦n ha tenido que venderlo, porque no le cab¨ªan los libros. Ten¨ªa un estudio alquilado para los libros, pero tal como est¨¢ la cosa tuve que dejarlo". Y, entre los libros y el hist¨®rico dormitorio, los libros. La verdad acaba ah¨ª, luego empieza la ficci¨®n.
En estos relatos a la sombra de James, tambi¨¦n en los otros, hay algo de experimentaci¨®n, muy grata para el lector. Por ejemplo, tanto en La segunda boda como en El hombre que tuvo que vender su propia cama, recupera "la idea de polifon¨ªa en un relato". Varias voces hablando de lo mismo al mismo tiempo, mon¨®logos "exteriores", como dice el autor, "una especie de confesiones".
Vicente Molina Foix (Elche, 1946) es un excelente narrador oral, que hace recordar, con nostalgia, al maravilloso Juan Garc¨ªa Hortelano. Ayer, en Barcelona, donde present¨® el libro, encandil¨®. ?Por qu¨¦ desde que public¨® El Abrecartas (premio Nacional de Literatura en 2007) no ha vuelto a la novela? "Porque me embarqu¨¦ en la pel¨ªcula que escrib¨ª y dirig¨ª, El dios de madera". "He estado tres a?os largos viviendo en el cuento". "No del cuento", precis¨®, entre risas. Ahora est¨¢ ya trabajando en una novela "peculiar". "Tan peculiar que no s¨¦ c¨®mo acabar¨¢ siendo".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.