Todo a punto para la inauguraci¨®n del Teatro Bolsh¨®i tras seis a?os de obras
El Kremlin, anfitri¨®n de la gala, guarda en secreto el programa y la lista de invitados
Todo est¨¢ a punto ya para que el teatro Bolsh¨®i reabra sus puertas el 28 de octubre en una gran gala, cuyo exclusivo anfitri¨®n ser¨¢ el Kremlin. Tanto el programa como la lista de invitados del presidente de Rusia, Dmitri Medv¨¦dev, siguieron siendo un secreto el lunes en la rueda de prensa que remat¨® una excursi¨®n guiada por el hist¨®rico recinto, cerrado durante seis a?os a causa de una costosa y complicada reconstrucci¨®n.
Las obras han costado 21.000 millones de rublos (unos 500 millones de euros) del presupuesto del Estado, seg¨²n datos del Ministerio de Cultura y citados por Mija¨ªl S¨ªdorov, representante del grupo Summa, el consorcio de ingenier¨ªa que ha completado el ambicioso proyecto, despu¨¦s de que este se paralizara e incluso estuviera a punto de acabar en desastre, debido al estado de los cimientos.
El nuevo Bolsh¨®i se gu¨ªa sobre todo por el aspecto que ten¨ªa el teatro en 1856, tras la reconstrucci¨®n realizada por Albert Kavos en la obra inicial del arquitecto Osip Bov¨¦
El nuevo Bolsh¨®i se gu¨ªa sobre todo por el aspecto que ten¨ªa el teatro en 1856, tras la reconstrucci¨®n realizada por Albert Kavos en la obra inicial del arquitecto Osip Bov¨¦. Los or¨ªgenes del teatro se remontan a 1776, pero el edificio se incendi¨® varias veces. Aunque el conjunto se orienta hacia el siglo XIX y se han recuperado las ¨¢guilas y los emblemas zaristas, en el teatro se ha dejado el palco y el gabinete de Stalin, as¨ª como el bufet que fue construido en ¨¦poca de este dirigente.
La gala de reapertura ser¨¢, aparentemente, alguna mezcla de diferentes fragmentos musicales, oper¨ªsticos y de ballet, que actuar¨¢ como un hilo conductor de la historia del Bolsh¨®i. En vista de lo exclusivo del evento, los mel¨®manos de a pie deber¨¢n esperar las funciones que vendr¨¢n despu¨¦s, concretamente la ¨®pera Rusl¨¢n y Liudmila de Mija¨ªl Glinka, que ser¨¢ el primer estreno del Bolsh¨®i el 2 de noviembre. Seg¨²n ha dicho Dmitri Cherniakov, el responsable de la puesta en escena, se trata de "la mejor ¨®pera rusa para empezar algo nuevo, es alegre" y se diferencia de la mayor¨ªa de ¨®peras rusas con finales "siniestros" en los que los protagonistas sufren tr¨¢gicas muertes, lo cual "no ser¨ªa bueno para una inauguraci¨®n".
Los precios de las entradas en la reventa alcanzan cifras astron¨®micas, aunque el director del Bolsh¨®i, Anatoli Iks¨¢kov, dijo que, en todos los espect¨¢culos, se pondr¨¢n a la venta 396 entradas al precio de 100 rublos (algo m¨¢s de dos euros). Un periodista ruso denunci¨® en la rueda de prensa que los revendedores no dejaban que los ciudadanos se acercaran a las taquillas. Si esto es cierto, las entradas a precios asequibles pueden ir a parar al mercado negro, seg¨²n admiti¨® Iks¨¢kov, que dijo carecer de medios para evitar este cr¨®nico fen¨®meno.
Un trabajo de artesanos
El espacio del nuevo Bolsh¨®i se ha duplicado. Por debajo de la plaza del Teatro, frente al edificio, se ha construido una sala de conciertos subterr¨¢nea, que forma un bloque de seis pisos con una profundidad de 20,5 metros. La sala, denominada Beethoven, tiene capacidad para 330 espectadores y, por estar muy cerca de una estaci¨®n de metro, ha tenido que ser especialmente aislada. Sin embargo, para acabar de protegerla de la vibraci¨®n de los trenes, en noviembre habr¨¢ que parar temporalmente el tr¨¢fico subterr¨¢neo para poner amortiguadores en las v¨ªas. Las salidas de emergencia de la nueva sala son cabinas de cristal que sobresalen en la plaza del Teatro.
En la recuperaci¨®n del aspecto decimon¨®nico del edificio se ha concentrado el trabajo de centenares de artesanos en distintos campos, algunos ya extinguidos, desde el tejido a mano de la seda a la restauraci¨®n de tapices y gobelinos, pasando por la fabricaci¨®n de un determinado tipo de papel mach¨¦. En el aspecto t¨¦cnico, el Bolsh¨®i tiene los m¨¢s modernos adelantos mec¨¢nicos y de ingenier¨ªa, el recinto de la orquesta sube hasta colocarse al nivel de los espectadores y el escenario o baja a gran profundidad. Tiene tambi¨¦n un escenario con una variante para ¨®pera y otra, inclinada, para ballet forrada con materiales especiales para proteger los pies de los bailarines. Adem¨¢s, su ac¨²stica ha mejorado, ya que todos los materiales empleados han sido subordinados a la calidad del sonido por especialistas alemanes y se han eliminado a?adidos de cemento que perjudicaban la ac¨²stica.
El n¨²mero de butacas de la sala principal ha disminuido hasta 1740, en lugar de las 2100 que lleg¨® a haber en ¨¦poca sovi¨¦tica, cuando la sala era destinada a congresos y actos pol¨ªticos. Destaca S¨ªdorov que, tras la reconstrucci¨®n, el Bolsh¨®i ha dejado de ser un teatro construido sobre diversos cimientos fragmentarios, y se ha convertido en el coraz¨®n, s¨®lidamente asentado, de un conjunto de edificios comunicados entre s¨ª.
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