Putin se salta el acto de reapertura del Bolsh¨®i para ir a otro teatro

El teatro Bolsh¨®i de Mosc¨² es la "gran marca nacional" de Rusia, manifest¨® el viernes por la noche el presidente, Dmitri Medv¨¦dev, al inaugurar el emblem¨¢tico edificio tras unas pol¨¦micas y costosas obras de reconstrucci¨®n y restauraci¨®n que han durado seis a?os. Ante el deslumbrante tel¨®n tejido con hilos de oro, justo donde se encontraba el escudo del ¨¢guila bic¨¦fala rusa, Medv¨¦dev, en un breve discurso, repiti¨® tres veces la palabra "marca" en idioma ingl¨¦s,- "brand"- para referirse al teatro.

La ceremonia de gala, que dur¨® menos de dos horas y media y fue transmitida en directo por la televisi¨®n, reuni¨® a la ¨¦lite pol¨ªtica, econ¨®mica y miembros de la cultura oficial de Rusia, que desfilaron sobre una alfombra roja tendida sobre la plaza del teatro y flanqueadas por miembros de la guardia del Kremlin en uniforme de gala. Seg¨²n informa la emisora El eco de Mos¨², uno de los decorados se desplom¨® al acabar el espect¨¢culo e hiri¨® a un trabajador, que tuvo que ser trasladado al hospital.

Sin embargo, entre los asistentes no estaba el jefe del Gobierno, Vlad¨ªmir Putin, que prefiri¨® esa noche acudir a otro escenario de la ciudad, el teatro Et cetera, que dirige Aleksandr Kaliaguin para celebrar "el d¨¦cimo aniversario de la creaci¨®n de Rosfinmonitoring", seg¨²n inform¨® la agencia oficial Itar-Tass a las ocho de la noche, en plena gala del Bolsh¨®i. Rosfinmonitoring es una instituci¨®n destinada a controlar los recursos presupuestarios que- por alguna raz¨®n-eligi¨® el teatro Et cetera para celebrar su cumplea?os. "Es necesario controlar concienzudamente los gastos del presupuesto y luchar severamente contra los sobornos", manifest¨® Putin en esa velada, seg¨²n Itar-Tass. Para un observador externo resulta desconcertante como m¨ªnimo que el primer ministro no acudiera al acontecimiento cultural-oficial m¨¢s importante del a?o, y que, en cambio, prefiriera de forma demostrativa subrayar la necesidad de controlar el dinero p¨²blico en un teatro cuyo director, un actor conocido, hubiera debido, en buena l¨®gica, estar tambi¨¦n en el Bolsh¨®i como estaban otros de sus colegas directores de teatros de la capital.

El distanciamiento de Putin de un proyecto costoso y exclusivo, como ha sido la reconstrucci¨®n del Bolsh¨®i (oficialmente cerca de 500 millones de euros), podr¨ªa considerarse como una maniobra electoral si el primer ministro y el presidente estuvieran en dos partidos rivales, pero se da la circunstancia de que ambos forman un tandem y hacen campa?a conjuntamente para las elecciones parlamentarias del pr¨®ximo diciembre. Por si fuera poco, tambi¨¦n hab¨ªa un contraste entre el mensaje que Putin lanzaba desde Et cetera y Medv¨¦dev, desde el Bolsh¨®i. El presidente dijo que Rusia "siempre encontr¨® dinero para que el Bolsh¨®i estuviera en buen estado". "Eso pas¨® hace 150 a?os y pasa actualmente. Estoy del todo convencido de que lo hecho servir¨¢ durante muchos a?os a generaciones de nuestros ciudadanos, a todos los que aman el teatro Bolsh¨®i", remach¨®.

En el teatro reconstruido se han eliminado el escudo sovi¨¦tico de la fachada y del palco de honor. Sin embargo, el escudo permanece en el tel¨®n del escenario y coexiste all¨ª con el escudo ruso. A la velada de gala asistieron invitados de la administraci¨®n presidencial, que control¨® el evento y reparti¨® las entradas. Al parecer los planes de la velada inaugural han ido cambiando con el tiempo, ya que en verano exist¨ªa la idea de invitar a jefes de Estado y miembros de la jet-set internacional. En el palco de honor, junto con Medv¨¦dev y su esposa, Svetlana se encontraba el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, la soprano Galina Vishnievskaya, viuda del violonchelista Mtislav Rostrop¨®vich, Na¨ªna Yeltsina, viuda del primer presidente de Rusia, la bailarina Maya Plisetskaya, junto con su esposo Rodi¨®n Shedrin, y tambi¨¦n el core¨®grafo Yuri Grigorovich.

La sesi¨®n de gala consisti¨® en un popurr¨ª de obras rusas y sovi¨¦ticas, fragmentos de ballet, de ¨®pera y piezas musicales, cantadas todas ellas en ruso. Entre fragmento y fragmento se intercalaron clips de v¨ªdeo con reportajes y documentales sobre la historia del teatro y tambi¨¦n testimonios de grandes veteranos de la instituci¨®n como Tatiana Arj¨ªpova, Olga Lepesh¨ªnskaya, Maya Plisetskaya, Elena Obrazova, Boris Pokrovski y Vlad¨ªmir Vas¨ªlevich.

El espect¨¢culo se inici¨® con un canto coral de la opera Iv¨¢n Susanin de Mijail Glinka. Los interpretes iban vestidos con la ropa de trabajo de color butano de los obreros participantes en la reconstrucci¨®n del teatro, lo que de hecho les daba el aspecto de petroleros o trabajadores de Gazprom, el monopolio exportador de gas, en plena faena. El contraste entre una sala repleta de enjoyadas damas con traje de noche y caballeros con esmoquin y pajarita, entre ellos el presidente de Gazprom Alex¨¦i Miller o el de Lukoil, Vagit Alikp¨¦rov, no pod¨ªa ser m¨¢s espectacular. Respetadas figuras del teatro habian intentado en vano disuadir al responsable del espect¨¢culo, Dmitri Cherni¨¢kov, de una puesta en escena tan "kitch", se?alaron medios pr¨®ximos al Bolsh¨®i. En opini¨®n de un asistente a la gala, "el escenario recordaba los solares en construcci¨®n de Mosc¨² con todos sus obreros emigrantes de Asia Central. Ya hay bastante xenofobia en la ciudad como para montar algo as¨ª". Entre los invitados hab¨ªa muchos miembros del Gobierno, desde el vicepresidente Alexandr Zh¨²kov, a los ministros de Educaci¨®n y de Cultura, y el ex ministro de Finanzas, Alex¨¦i Kudrin, el ex presidente de la URSS, Mija¨ªl Gorbachov, junto con su nieta, l¨ªderes de partidos pol¨ªticos y la actriz M¨®nica Bellucci. Entre los int¨¦rpretes, la cantante lituana Violeta Urmana, el ruso Dmitri Jvorostovski, la francesa Natalie Dessei, la rumana Angela Georgiu. Entre los autores interpretados, Piotr Chaikovski, Mijail Glinka, Sergu¨¦i Rajm¨¢ninov, Dmitri Chostakovich, entre otros.